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Elogio jesuítico del arzobispo Torres

Elogio jesuítico del arzobispo Torres

Es sabido que la fundación del Colegio Mayor de fray Cristóbal de Torres provocó la oposición de las religiones que monopolizaban la educación colonial, los jesuitas y los dominicos, que entonces tenían pleito sobre la exclusividad de conferir grados. Pues bien, compartimos hoy un documento anterior (1643) en que los religiosos de la Compañía elogian la persona del arzobispo Torres.

 

 
Choque de trenes.
 
Este "elogio y abono" del arzobispo Torres sería gratuito de no ser por lo que informa el capítulo que a su persona le dedica la Historia extensa de Colombia (v.13 p.2). De la lectura resulta que el prelado había tenido tropiezos con la Audiencia, en punto de nombramiento de párrocos. 
Pues bien, en octubre de 1637, llega a Santafé el nuevo presidente, don Martín de Saavedra y Guzmán, con quien principiaron los desacuerdos en asuntos protocolarios, muy importantes en esos días. No solo ello, sino que un altercado entre un clérigo y un letrado provocó un conflicto de competencias legales. De todo eso se quejaba el arzobispo, epistolarmente y mediante un sobrino que residía en la Corte. La cosa llegó al colmo de que el presidente propalara que el señor Torres "estaba ya muy caduco y debía retirarse a una celda". El caso fue que al presidente se le ordenó, mediante real cédula de 1643, determinar si el arzobispo estaba impedido para el cargo por su edad. El funcionario creía que sí, juzgándolo de más de ochenta años, pero lo cierto es que fray Cristóbal contaba setenta.
 
 
El funcionario tenía mejores cosas que contar a la Corte,
como esta relación del Descubrimiento del río de las Amazonas.
 
Todo lo contado explica que el arzobispo requiriera conceptos contrarios al del presidente, como el que copiamos de los jesuitas. 
 
*Tomado de Guillermo Hernández de Alba, Documentos para la historia de la educación en Colombia. Tomo I 1540-1653. Bogotá: Patronato Colombiano de Artes y Ciencias, 1969.