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La biografía de fray Cristóbal de Torres: los datos de Flórez de Ocáriz

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A partir de un documento, hemos venido localizando las fuentes para la biografía de fray Cristóbal de Torres. Allí se citaba una fuente dominicana e inédita: la Historia del Convento de San Pablo de Burgos de la Orden de Predicadores etc., por el padre maestro fray Gonzalo de Arriaga (1593-1657). Siguiendo el hilo, acudimos al Prólogo que puso don Cristóbal de Araque a la Lengua eucharistica (1665). Luego establecimos la relación que hay entre los biógrafos dominicanos Quétif y Échard (1719-21), y el cronista Gil González (1649-55).
 

El nombre de pila en mayúsculas, con i y u, ha desconcertado a muchos
que leen "Iván": ¿será este el origen del nombre ruso?

 

 

Llega el turno a don Juan Flórez de Ocáriz (1612-92). Natural de Sanlúcar de Barrameda (Andalucía), llegó con la familia de su tía al Nuevo Reino de Granada, el siete de octubre de 1626. Volvió, sin embargo, a la Metrópoli en tres oportunidades. Sirvió varios empleos en Cartagena y Santa Marta; por dote matrimonial, obtuvo medio título de escribano de Cámara y mayor del Nuevo Reino de Granada, escribanía de que se posesionó en 1644. Treinta años después aparecería la primera parte de sus Genealogías, obra que se hubiera quedado engavetada de no ser porque al autor le ordenaron terminarla mediante real cédula.

 

Las fuentes de su obra resultan de su servicio público: documentos oficiales, más los libros de su biblioteca[1].

 

Flórez trae lo convencional: el título de maestro de su orden, que nació el Día de san Juan Evangelista (27 de diciembre); los conocidos patria y ancestros; que entró en la religión siendo prior fray Diego de Mardones[2], a quien acompañó en el obispado de Córdoba (1607-24)[3]; profesó un miércoles 18 de marzo de 1590[4], siendo prior Domingo de Soto[5]. Sus cátedras y prioratos en Burgos, la predicación de las dos Majestades, el rezo a coros del Rosario. Electo para el arzobispado en 28 de octubre de 1634; fiat del pontífice en 27 de enero de 1635[6]; juramento de la fe en manos del obispo Lorenzo Campeche[7]; consagrado por fray Luis Ronquillo, entró en Santafé en ocho de septiembre. Murió a ocho de julio de 1655, de unos 80 años[8]. Enterrado en la Catedral, contra su testamento. Tomó posesión solemne del Colegio por enero de 1653, señalándole quince colegiales. Apoyó que se diese la comunión a los indios; ayudó con cinco mil pesos al socorro de Guayana, saqueada por el enemigo inglés, cuando la gobernaba don Diego López de Escobar, año de 1638. Tres de sus sobrinos fueron en la Infantería, uno teniente de capitán general y otro maese de campo[9]. De bibliografía trae los dos “scientificos tomos” sobre la oración del Ave María y otro sobre santo Domingo Soriano.



Flórez copia documentos íntegros [E09N071].

 

 

Más adelante, en un apartado sobre el Colegio del Rosario, trae lo siguiente: que el señor Torres, “grande de todos modos”, lo dotó de su hacienda[10]; cita íntegra la real cédula de 31 de diciembre de 1651; apunta que la “Real Chancilleria”[11] la obedeció y mandó guardar y cumplir en nueve de enero de 1653; esa misma fecha, se dio posesión al arzobispo “de la Casa, y lo demas que estaua obrado para el Colegio”, en compañía del maestro fray Tomás Navarro, rector; siendo testigos don Cristóbal de Araque, entonces provisor y vicario general del Arzobispado, y el licenciado don Fernando de Berrío, abogado y catedrático de Leyes “del tal Colegio Mayor”. Refiere la donación de por vida a los religiosos dominicanos y que “en el interin que auia sugetos Colegiales para Catedraticos, lo fuessen Religiosos”. Luego, la revocación y el pleito con los dominicos, que al fin decidió el Consejo de Indias, de lo que resultó ser rector Araque y patrono el rey. Para que se verificara la secularización, hacía falta que el rey aprobara las Constituciones, como lo hizo en efecto, a doce de julio de 1664. Muerto Araque en la Corte, el poder queda en manos de su apoderado, el bachiller y vicerrector Juan Peláez Sotelo, quien se posesionó del Colegio en 17 de marzo de 1665. En seguida, la Audiencia nombró catedráticos entre los colegiales: Fernando de Mendoza[12], Juan de Mosquera Nuguerol, Enrique de Caldas Barbosa y Nicolás de Guzmán Solanilla. Eran entonces veintiún colegiales formales, más once porcionistas o convictores.


Las Genealogías de Flórez son investigaciones familiares,
más la historia del Nuevo Reino de Granada.

 

[1] Los datos biográficos son de Enrique Otero D’Costa, Homenaje a Flórez de Ocáriz.

[2] Vivió entre 1528 y 1624, natural de Burgos; vistió el hábito dominicano en 1555 y sirvió el priorato de San Pablo de Burgos (1585-87); fue asimismo confesor de Felipe III (1603-24). Cf. el artículo de María Ángeles Jordano.

[3] Dato que también trae fray Gonzalo de Arriaga.

[4] Échard pone 28.

[5] Este anacronismo (Soto murió en 1560) es de autoría de nuestro genealogista y de amplia difusión.

[6] Luego dirá siete de febrero.

[7] El nombre errado tuvo que tomarlo de González Dávila, Teatro eclesiástico.

[8] Imprecisiones desconcertantes en un contemporáneo del arzobispo: “Juzgandole de edad de 80 años, pero con actitud, y viueza de mucho menos, aunque ay quien diga, que tenia 105”.

[9] Datos que se analizarán después.

[10] El Diccionario de autoridades, en la segunda acepción de “hacienda”: Se llama tambien los bienes, possessiones y riquezas que uno tiene.

[11] En Covarrubias [1611], coexisten canciller y chanciller, quien “tenia el Sello Real, y despachaua con el, como oy dia el Presidente, y Oydores”. Ambigüedad que se mantiene en el Diccionario de autoridades: “Algunos dicen Chancillér; pero es corrupcion, pues segun su orígen se debe decir Cancillér. Lat. Cancellarius”. Luego, en la entrada Cancillería, afirma: “Lo mismo que Chancillería: y y aunque conforme à su origen, que es del nombre Cancillér, se debiera escribir assi, el uso está en contrario, pues comunmente se dice Chancillería”.  

[12] Autor de un manuscrito de Comentarios a santo Tomás.