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Informaciones de fray Cristóbal de Torres, trámites de la corte

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En 1616, estando todavía en España, fray Cristóbal de Torres pretendía el empleo de predicador real. Para obtenerlo, debió cumplir con el requisito de presentar informaciones de limpieza de sangre, como luego tendrían que hacerlo los colegiales del Rosario (excepto los primeros, excusados de ello por nombramiento del mismo Fundador).


Francisco Pérez Carrillo, capellán de su majestad.

De complemento a una entrada anterior sobre el procedimiento de ingreso al Rosario, comentamos el caso particular de fray Cristóbal. El trámite se verificó en diciembre de 1616, en la ciudad de Burgos. Se encargó de él Francisco Pérez Carrillo, capellán de su majestad, ante quien testificaron:
Jerónimo de Herrera, deán de la iglesia de Burgos y comisario de la Inquisición
Francisco de Arriaga, alcalde mayor y regidor de Burgos, familiar del Santo Oficio
Bizancio de Herrera, vecino de la ciudad
Juan de Porras, presbítero
Diego de  Rojas, procurador de la vecindad de San Clemente
Pedro Rodríguez, vecino de la ciudad
Alonso de Pereda, notario del Santo Oficio
Francisco Martínez de Lerma Camargo
Juan Bravo Dávila, procurador del número de la ciudad
Diego de Valencia, escribano del número de la ciudad
Antonio de Melgosa, familiar del Santo Oficio
Francisco Varajo, notario público apostólico, familiar del Santo Oficio


La sintaxis del pasaje es complicada, a menos que haya errores de lectura.

Examinados los testigos,  el dicho Pérez Carrillo tiene que expresar su parecer. En su concepto, "en lo tocante a las condiciones, virtud, costumbres y letras, el dicho padre fray Cristóbal de Torres son tantos y tan buenos y la voz del pueblo de tal que es muy digno que solo por ellos su majestad le honre y haga mucha merced". Eso no fue todo, luego expresarán su parecer Sebastián López Tribaldos, Francisco de Obando, Francisco de Valderrabano, Gaspar Maldonado, el doctor Pérez Carrillo y el maestro Juan Quijano de la orden Capellanes de su Majestad. Dicho jurado y el patriarca de las Indias, el 23 de diciembre, fueron del parecer de que el pretendiente reunía las calidades necesarias para el empleo. Restaba que el rey Felipe III lo oficializara mediante albalá de diez de enero de 1617. El patriarca de las Indias le da asiento de predicador real, el 21 del mismo mes.


Albalá es arabismo que significa "dispensa, recibo, carta de pago". En el Diccionario, "carta o cédula real en que se concedía alguna merced, o se proveía otra cosa".

Un dato curioso: Lorán (Loram) de Motones, abuelo materno del pretendiente, era natural de Gante, Flandes.