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Publicidad en la Revista del Rosario

portada

Suele insistirse, al hablar de la Revista del Rosario, en su tradición más que centenaria como publicación universitaria. En las exposiciones del Archivo, además, frecuentemente acudimos a ella en busca de autores y temas o de fotografías del Claustro y sus personajes.
Lo que hoy puede verse expuesto en el pasillo de Casur es una selección de la publicidad que viene apareciendo en sus páginas, a partir de 1936. Asimismo, documentos relacionados con el oficio de anunciar, como una oferta de servicios publicitarios que firma J. W. Egan Jr., a nombre de The New York Times, remitida al entonces rector, Dr. José Vicente Castro Silva.

 

El pasillo que comunica con Casur se ha convertido en el lugar del arte, ya no de paso.

Fumar era un placer...

Cambia el mundo en el medio siglo que abarca la exposición. Cambia la oferta de productos: consumos muy de moda y, al parecer, bien vistos, como el del cigarrillo, llenan las páginas comerciales. "¡Pielroja y Pierrot crean fama donde se fuman!". No solo que la gente fumara, sino que vistiera sombreros: "Siempre los últimos estilos y colores de moda". Claro que también se constatan continuidades: la duradera pauta de la cerveza y la Pony Malta, "bebida de campeones", desde 1953. Gaseosas que siguen vigentes y otras que solo recuerdan los mayores. Consejos desoídos sobre la preparación de nuestra bebida nacional: "Nó recaliente ni hierva el café".

 

Desde la información más escueta a la pieza más elaborada,
cada cual ordena el anuncio que le conviene.

Muy a propósito para la época de fin de año: el anuncio de la aerolínea que nos lleva a cualquier lugar del mundo. Con un exotismo hoy en día inadmisible: la azafata que pasea un tigrillo como mascota. Asimismo los remedios, los bancos que apelan a "la sabia mesura" y a la previsión de las ardillas (?) o el simple chance de sacarse la lotería, el bienestar material de las constructoras, etc. Hábitos que ya no existen o que cambiaron, andando el tiempo: anuncios de los mejores versos de José Eusebio Caro, anotados por Carranza; enciclopedias en cuatro tomos, "breve y clara síntesis de todos los conocimientos que el HOMBRE posee". Publicidad que aviva la nostalgia: el Ferrocarril de Cundinamarca y el imperio de la radio, en onda corta y onda larga.
En fin, no acabaríamos la enumeración y no vale la pena: la publicidad se disfruta viéndola. Vengan, pues, a pasar un rato con los facsimilares que hemos elegido para ustedes.

 

La publicidad es, cuando ya no vende, un documento de su época.