Pasar al contenido principal

Cushing, un cardenal que no sabía latín

funeral
Los funerales de John F. Kennedy son memorables por varios aspectos, entre los cuales queremos destacar uno: la misa. Sobre la liturgia, a cargo del cardenal Cushing, un cura anónimo recuerda: “His Latin was atrocious”[1].

La viuda porta la bandera, mientras
La viuda porta la bandera, cerca del cardenal (derecha, de espaldas. Fuente: Wikipedia).

No es, ni mucho menos, el único capítulo polémico de Cushing, arzobispo de Boston, referente a la lengua de Roma. Del Concilio Vaticano II (1962-5: es decir, anterior y posterior a los funerales mencionados) también salió mal librado, gritando “I cannot understand Latin”. La cosa trascendió: un obispo, anónimo como el cura anterior, recordó que Cushing solicitó el servicio de traducción simultánea. En fin, el latín de sus homólogos era griego para él. Hay más: Cushing, al parecer, no ocultaba su desconocimiento de la lengua sagrada. No era el único en exhibir, de tan particular modo, un presunto brote de “revolución de las sotanas”, en favor de las lenguas vernáculas.
La cosa tiene su misterio, pues Cushing se graduó del colegio destacándose por sus logros en lenguas clásicas. Lo cual debe compaginarse con el hecho de ser inmigrante (reconocido como irlandés del siglo, en Boston) y, por tanto, de extracción humilde. En efecto, se le recuerda como alguien divorciado de ceremonias y abierto a su feligresía. Y más allá: el arzobispo intervenía en congregaciones de protestantes y judíos por igual.
Cercano a la familia Kennedy, de dicho vínculo resultó su postrera salida en falso: en 1968, Jacqueline se unió a Onassis, divorciado. El cardenal no solo no atendió las sugestiones de excomunión, sino que siempre se pronunció en favor de la viuda[2]. Parte por dicha actuación y parte por un cáncer que minaba su salud, Cushing renunció su puesto poco antes de morir.
En las necrologías se le recuerda por su hablar modesto (down-to-earth), franqueza que producía titulares de prensa y un humor que no respetaba ni a Juan XXIII. Por ello no extraña que, en una visita a su ancestral Irlanda, en 1965, reconociera que no había entendido nada de lo que ocurría en el Vaticano II.

Necrología. En el cuadro, una muestra del humor arzobispal.
Necrología. En el cuadro, una muestra del humor arzobispal. The Montreal Gazette, 3-11-1970.

Latín eclesiástico.

Vamos a ver: ¿sí era tan malo el latín del prelado? Además de testimonios propios y ajenos, existe prueba documental. Jeff Ostrowsky, en su blog Views from the choir loft, comparte un audio en que Cushing no brilla por su dicción. Allí mismo, pone una muestra del obispo Gracida, dueño de un latín más canónico...

Parte de la citada necrología, donde se ve que sus detractores disparaban de todos lados.
Parte de la citada necrología, donde se ve que sus detractores disparaban de todos lados.

Fuentes:

[1] Jeff Ostrowsky, en su blog Views from the choir loft. Consultado en 10-12-2015: http://www.ccwatershed.org/blog/2013/sep/9/funeral-john-f-kennedy-low-m…
[2] Necrología, en The Montreal Gazette, 3-11-1970; en línea, consultado en 10-12-2015.