Pasar al contenido principal

Lingua Latina, 60 años

portada

El latín vive, viva el latín.

El año, 1959; el lugar, Lion (alias, Lugduni); el protagonista, Ioannes Montaurius; la ocasión, 2e Congrès international pour le latin vivant. En tales circunstancias de tiempo y lugar, Ioannes Montaurius (alias, Hans Henning Ørberg, 1920-2010) ofrece un informe (acroasis) sobre su labor, de casi una década, relativa a la ejecución de un nuevo método para enseñar Latín en su Dania (Dinamarca) natal. Entonces ajustaba apenas 15 fascículos, pero ya podía presumir ante el auditorio de resultados satisfactorios y prometedores. Ioannes Montaurius fue un profesor danés que renovó el estudio del Latín. Aquí le rendimos sincero y sencillo homenaje.

I. Montuarius en 1955.
I. Montaurius en 1955.

El método natural.

Entre los años 1953-61, Ørberg trabajó en el Naturmetodens Sproginstitut, donde se usaba el método natural para el aprendizaje de lenguas. Dicho método data de principios del siglo XX y contrasta con el tradicional o de gramática-traducción.
Para el caso del latín, la aplicación del nuevo método consistía en que la nueva lengua se explicara por sí misma (de ahí per se illustrata). En palabras de sus editores: "Se invita al estudiante a encontrar el significado de las palabras y de las expresiones en el contexto y en las ilustraciones. Las reglas morfosintácticas de la lengua se asimilan también primero inductivamente, mediante el reconocimiento de estructuras y construcciones recurrentes, después se organizan sistemáticamente para ser fijadas definitivamente en la memoria. Por esto cada unidad didáctica termina con tres tipos de ejercicios: para el aprendizaje del vocabulario, para la asimilación de las estructuras gramaticales y para la verificación de la comprensión".

Arthur M. Jensen también merece crédito por la obra.
Arthur M. Jensen también merece crédito por la obra. ¿Pero era posible que el latín se explicara por sí mismo? Jensen y Oerberg sí lo creían. Este puso el argumento y los textos, aquel vigiló que se conservara el método y, finalmente, varios filólogos revisaron "ne forte vitiosus esset sermo Latinus".

La obra.

Consta de dos partes. En la primera, Familia Romana, se introduce al estudiante en lo básico de la lengua y la cultura, mediante la historia de una familia del s. II d. C. en la segunda, Roma aeterna, se profundiza en la Gramática, mediante la adaptación de textos clásicos.

En el principio fue Comenio.

Comenio publicó su Orbis pictus en Nuremberg, 1658. La primera edición fue latín-alemán, mas pronto apareció en otras lenguas modernas. Su técnica, el libro ilustrado; su público, los niños.

El maestro y el discípulo, preguntas y respuestas: el método del catecismo. Oerberg, con sus fascículos mensuales, emancipó al alumno.
El maestro y el discípulo, preguntas y respuestas: el método del catecismo. Oerberg, con sus fascículos mensuales, emancipó al alumno. La edición latín-inglés fue la segunda, de 1659.

El plan de Comenio era más vasto, como que no se limitaba a enseñar una lengua, sino a compendiar el saber humano: pansofía. Lo que aquí nos interesa, no obstante, es su aportación didáctica. Es decir, la organización de la enseñanza y el aprendizaje natural, aspecto este que lo pone de benemérito ancestro de Oerberg, si bien mutatis mutandis.

60 años no es nada...

Pero el panorama es otro, en la enseñanza del Latín. Claro que muchos latinistas eminentes se formaron en la escuela gramática-traducción (M. A. Caro, para no ir muy lejos), pero no es menos cierto que el único recuerdo que varias generaciones guardan de la lengua de Roma es aquella letanía de rosa, rosae.
Nuestros recuerdos son más amplios y más amenos.

*En internet hay mucho sobre Ørberg y su obra. Recomendamos el sitio Cultura clásica, donde se comercializa el libro, además de otras noticias relativas a la Antigüedad.