Cristian David Laverde
Redacción Nova et Vetera
En países como Colombia, los medios de comunicación, a través de la agenda informativa, estructuran las opiniones y el análisis de aquellos referentes o líderes que, gracias a su visibilidad masiva, ponen en boca de una población un tema o crean debate con respecto a una problemática o suceso en particular.
“Ramón Lobo, en España, es uno de esos reporteros que a mí particularmente me encanta leer; también soy un apasionado del blog de Ignacio Escobar, director del ‘eldiario.es’. Sumado a ellos, sigo con atención el trabajo excepcional que ha venido desarrollando Jordi Évole, con unas entrevistas muy provocativas y necesarias”, señala Barredo, profesor del programa de Periodismo y Opinión Pública del Rosario y director del proyecto “Esfera pública y participación ciudadana”, quien además exalta a periodistas colombianos como Gabriel García Márquez, Daniel Samper Pizano, Juan Carlos Iraigorri -director de la Maestría en Periodismo del Rosario-, y Oscar Parra, coordinador del premiado portal ‘rutasdelconflicto.com’.
Sin embargo, para Barredo, el periodismo contemporáneo ha venido evolucionando a tal punto que, además de escribir bien, los redactores deben adquirir una formación integral que interrelacione imágenes, sonidos y videos, junto a otros elementos multimedia. Y, asimismo, el periodista debe encargarse de recabar y gestionar la opinión de la ciudadanía, expresa Daniel, para quien los medios digitales colombianos tienen que adoptar una mayor innovación: “y no solo mediante el uso de determinados recursos técnicos, sino que tenemos que empezar a dialogar más con nuestras audiencias, desarrollar nuevos géneros periodísticos, expandir las vías de interacción en los contenidos, aprovechar las posibilidades que nos ofrece ese espacio a priori infinito que es internet”.
Barredo destaca la labor de periodistas como Robert Fisk, periodista de guerra y con una destacada trayectoria en “The Independent”; Bob Woodward, quien fue uno de los principales investigadores en el caso “Watergate”, que ocasionó la dimisión del presidente Nixon en los Estados Unidos; y Julian Assange, que aunque no es profesional en periodismo, está marcando tendencia y ha venido mostrando nuevos caminos a la profesión a través del portal WikiLeaks.
Barredo, es investigador sénior acreditado por Colciencias para el área de Comunicación y Periodismo en Colombia, también considera latente la necesidad de crear una legislación –tal y como han hecho otros países latinoamericanos-, para proteger a los grupos de atención prioritaria, establecer un mayor diálogo entre los pueblos y nacionalidades colombianas, y erosionar los enfoques morbosos, tendenciosos, amarillistas y sesgados que pueden perjudicar la convivencia en un periodo tan delicado como el actual. “Dicha legislación debe marcar una hoja de ruta para ayudar a mostrar la transformación difícil pero esperanzadora que se está viviendo, con unos enfoques editoriales más positivos, participativos y conscientes de la responsabilidad de este momento histórico”, agrega Daniel.
Además, indica que el periodismo colombiano debería intentar integrar más de una fuente en cada contenido –y no una o ninguna fuente, como es habitual sobre todo en algunos informativos televisivos-, acercarse activamente a la ciudadanía y privilegiar los géneros periodísticos interpretativos o investigativos, basados en elementos básicos como la contrastación y verificación, sin dejar a un lado la interactividad, hipertextualidad e inmediatez que hoy por hoy exigen canales como internet.