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Kakebo: Finanzas personales

Diana Carolina Torres Lopez

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Mezclas culturales con resultados inesperados y asombrosos, apropiaciones culturales que nos aportan nuevas perspectivas.

Hemos empezado a aprender y apropiar la cultura oriental, así como los orientales han empezado a apropiarse de la occidental. Cada vez vemos más restaurantes y locales con conceptos japoneses, así como no es de extrañar el ver a todo tipo de personas disfrutando de entretenimiento nipón.

Para muchos la filosofía de vida japonesa es de admirar, pero muchas veces simplemente se la rodea de un halo mágico que la aleja de ser algo realmente aplicable a nuestra vida occidental. Vemos compartir en redes sociales y páginas de interés artículos como: “Los 6 principios japoneses para mejorar en la vida y en el trabajo” que nos habla de la filosofía del kaizen (principalmente habla de dividir un problema enfracciones pequeñas para abordarlo por partes); “Ikigai: la filosofía de vida de los japoneses que llegan a los 100 años”: entre otros miles con diferentes reglas o sugerencias para vivir una vida menos occidentalizada.

Todo esto nos lleva a pensar, si hemos estado equivocados como sociedad al ignorar muchos principios o en actuar de una manera tan despreocupada en cuanto a nuestro futuro por temor a dejar de vivir el presente. Consumimos bastante contenido con temática oriental, pero no hemos sabido aprovechar y ver más allá, ver los principios y realmente aplicarlos a nuestras vidas. Vivimos en un mundo bastante acelerado que no nos da tiempo de realmente pensar hacia dónde nos dirigimos en nuestra vida, como sociedad y como humanidad.

Esto se ve terriblemente reflejado en las finanzas de las personas del común, personas que como tú y como yo, que muy seguramente no fueron educados desde su infancia para ser grandes empresarios o para construir una serie de ingresos que les permitan vivir sin tener que trabajar hasta el día de su muerte, caen en crisis financieras que creen normales. Por supuesto que la cultura japonesa nos ofrece una solución, o al menos una serie de herramientas para mejorar nuestra situación financiera a nivel personal y familiar.
 
Esta herramienta que nos ofrece el país del sol naciente va a un aspecto básico de las finanzas personales, a la que cualquier persona puede recurrir para mejorar su situación actual, sea esta preocupante o estable. El ahorro y la organización de ingresos y gastos personales o familiares es algo de lo que muchas personas hablan, pero que pocas llevan realmente a la práctica con rigurosidad. En muchas ocasiones debido a la falta de un sistema que les permita organizar de manera efectiva y sin que requiera tiempo para crear desde ceros un sistema que les funcione.
 
Aquí entra a jugar un papel determinante un sencillo cuaderno llamado ‘kakebo’ que significa: libro de cuentas para la economía doméstica. El kakebo no es un método reciente para organizar las finanzas de las casas japonesas, es un método que empieza a utilizarse más o menos en 1904. En esta época, y aún hoy en muchos hogares, las mujeres eran las que llevaban las cuentas de su hogar, las que debían distribuir y hacer alcanzar el dinero que se manejaba en casa.
 
Preocupada por las mujeres y la economía de los hogares, Motoko Hani que era editora de una de las revistas de temática femenina más importante de Japón, lanzó a la venta el primer kakebo. Con esto las mujeres, además de poder organizar mejor la economía de su hogar, podían guardar un porcentaje del dinero. De allí la importancia de un método para la organización de las finanzas que permita encontrar la manera de guardar siempre un porcentaje que idealmente sea ahorrado cada mes. Este método empezo a utilizarse por las mujeres de muchos hogares japoneses y sigue vigente en la actualidad. Se han hecho miles de formatos distintos de kakebo dependiendo de las necesidades y gustos del creciente mercado.
 
Esta preocupación por las finanzas domésticas tiene mucho sentido si tenemos en cuenta que la economía de Japón es una de las que ha presentado más altibajos a lo largo de su historia. Esto ha llevado a que lo japoneses aprendieran a ahorrar hasta un 25% de sus ingresos, un porcentaje muy por encima del ahorro que generan las personas de otros países. El ahorro ya hace parte de la esencia de la cultura japonesa, por eso una herramienta como el kakebo ha tenido una gran acogida por parte de la población en general, principalmente las mujeres. 
 
Por sí solo el kakebo no hará que una persona, que no ha desarrollado la costumbre del ahorrar mes a mes, ahorre; pero sí le dará unas bases muy claras para saber a qué gastos puede reducirles el presupuesto y así ir generando un pequeño excedente cada mes. Todos los gastos que tengas en el día se deben anotar en el cuaderno, para llevar las cuentas claras y poder analizar después en qué se va dinero de manera innecesaria. Muchos kakebo están divididos en varias secciones para facilitar el análisis de los gastos, normalmente encontramos las siguientes secciones: supervivencia, ocio, vicio y cultura.

Para empezar a usarlo se deben anotar los gastos fijos (servicios públicos, arriendo, internet, etc.) e ingresos fijos mensuales (sueldo, ingresos de negocios, etc.); así sabremos de manera más sencilla qué presupuesto tenemos para el resto de gastos (alimentación, ocio, cultura, etc.). Como ya se mencionaba anteriormente, en las secciones que se encuentran en el cuaderno se deben anotar todos los gastos que se tienen a diario, intentando no pasar por alto ninguno, teniendo en cuenta el día en el que se hizo ese gasto exactamente.
 
Existen muchos pequeños gastos que mes a mes dejamos pasar sin saber realmente que tan diminutos son. Por ejemplo, pensamos que los cafés que nos tomamos a diario con amigos no cuentan, nos parecen gastos mínimos que no tienen ningún efecto sobre nuestra economía; pero esos pesos que se van en el café diario se suman con el resto de pequeños gastos a los que no les damos importancia y al final del día y del mes nos estamos preguntando porqué nos falta tanto dinero.
 
La constancia y la sinceridad son fundamentales a la hora de querer iniciar un kakebo. Debes estar anotando todo en lo que gastes a diario para que funcione correctamente, si no será imposible saber exactamente dónde está esa fuga mensual que hace que el dinero se acabe antes de que finalice el mes. Si lo haces de manera correcta, al revisar tu cuaderno cuando el mes termine, podrás ver a simple vista en qué cosas innecesarias se te está escapando el dinero que necesitas para cubrir gastos más importantes o para planificar tu futuro.
 
Aunque existen varios tipos de kakebo actualmente, lo más común es que incluyan 4 partes necesarias:

 

  • Resumen mensual: aquí se incluyen tanto gastos como ingresos fijos, además se fijan metas de ahorro.
  • Sección para anotar gastos e ingresos que no son fijos. Esta sección es semanal.
  • Una parte para regular gastos inesperados.
  • Sección de resumen anual.

 

Puede que para muchos, el llevar un cuaderno siempre consigo o recordar todo lo que gastaron y llegar a anotarlo a casa resulte un poco complicado, así que una buena opción es el utilizar una app que funcione como un kakebo. Este tipo de aplicaciones pueden ayudarte a manejar de mejor forma todos los gastos que se relacionan con tu cuenta del banco. Para usuarios hispanohablantes existe una aplicación llamada Fintonic, una buena opción que acepta conexión con la mayoría de bancos, organizando tus ingresos y gastos teniendo en cuenta tu cuenta corriente.
 
También existe una aplicación llamada Gastos diarios, allí podemos apuntar los gastos e ingresos por fecha; podemos ver cómo vamos en el mes, analizar por fechas los gastos realizados, etc. Estas son algunas de las aplicaciones que funcionan como un kakebo; claro que las ventajas de un cuaderno físico que te permita llevar tus finanzas domésticas, puede que te hagan optar por comprar uno tradicional.
 
Al sentarse, analizar y empezar a escribir los gastos e ingresos que tenemos a diario nuestro cerebro se hace más consciente de cómo se está utilizando el dinero. Será más efectivo ya que al escribir nuestro cerebro recuerda más datos y trabaja en ellos, cosa que no sucede de la misma manera si tan solo anotamos estos datos en un dispositivo móvil.
 
Sea partidario de las cuadernos tradicionales o de las aplicaciones móviles, esta es una herramienta que le puede evitar muchos dolores de cabeza y le puede ayudar a asegurar un futuro deseable. El ahorro es un hábito que se puede ir construyendo paso a paso, necesita de constancia como cualquier otro hábito que quiera hacer parte de su vida. Los acercamientos culturales tienen muchos impactos en las sociedades, de estos acercamientos podemos sacar aspectos muy positivos para el crecimiento de nuestras economías, empezando, en este caso, por las herramientas para iniciarnos en el ahorro.


Fuentes:

https://www.bluebbva.com/2015/10/kakebo-o-como-el-metodo-japones-de-ahorrar-se-ha-hecho-popular-e.asp
 
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-03-23/seis-principios-japoneses-mejorar-vida-trabajo_1352526/
 
https://elpais.com/elpais/2017/10/31/buenavida/1509440484_558515.html
 
http://www.marketingjapon.es/kakebo-ahorrar-a-la-japonesa/