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Julio César García, ¿rector in pectore?

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Una columna del Dr. Hernán Olano García para El Nuevo Siglo, de título “El rector 121”, revela unos documentos desconocidos de un episodio de la rectoría de monseñor Castro Silva. En ellos, los doctores Eduardo Zuleta Ángel, ministro de Educación, y Julio César García (1894-1959) se refieren a la presunta renuncia, temporal o definitiva, del rector. A partir de estos datos, procedemos a reconstruir la historia, hasta donde lo permiten los documentos.

 

Lo que dicen los documentos.
 

 

 

Con el membrete de la Delegación de Colombia ante la Unión Panamericana, octubre 27 de 1947, el Dr. Antonio Rocha, consiliario y colegial de número, contestaba a dos cartas del ilustrísimo y reverendísimo José Vicente Castro Silva, en que el rector manifiesta que “desea vivamente pertenecerse a sí mismo y no ser reelecto” para el periodo que correría desde el 11 de noviembre. En fin, le solicita los nombres de los candidatos para sucederle y le pregunta qué conducta debe seguir como consiliario.

 

En efecto, el rector en ejercicio declaró su parecer a los “señores Consiliarios, Colegiales y demás Electores” del Rosario, en comunicado de 12 de noviembre de 1947. Declara allí que su intención de no continuar para el periodo 1948-50 es pública, que en la junta preparatoria manifestó a los electores que, finalizado su periodo vigente, decidía retirarse, “hallándose mi salud muy quebrantada y comprendiendo que las fuerzas de que dispongo no son suficientes para el desempeño de esta rectoría”. En fin, que planeaba retirarse el primero de diciembre, “por exigencias inaplazables de salud” y que su reelección debía subordinarse “al mayor bien y prosperidad del Colegio”.

 

Las exigencias de salud tenían sus antecedentes, según se lee en un Acta de Consiliatura de 17 de mayo de 1946, donde consta que el señor Patrono aprobó la licencia temporal al rector, “por razones de salud” y que los consiliarios “expresaron su pesar por esta transitoria ausencia”. La Revista del Rosario publicó la solicitud de licencia y el permiso del ministro de Educación, Germán Arciniegas (nn.396-98 feb.-abr. 1946).

 

Volviendo a la elección, el acto se verificó el 13 de noviembre, sin la asistencia de dos consiliarios y ministros, los doctores José Antonio Montalvo y Eduardo Zuleta Ángel. Por el acta de la jornada sabemos que asistieron también los “alumnos convictores y externos de bachillerato y de Jurisprudencia”. Se principió por “rezar las oraciones reglamentarias”, luego de lo cual el rector insistió en su voluntad de no continuar en el cargo. Procedió a leer los documentos pertinentes: la Constitución V, Título II, de las Constituciones del Colegio; el Decreto 3505 de 1974, permiso del Patrono para realizar la elección, y la lista de sufragantes. “Tomó a los electores el juramento de rigor y después de haber dejado escrito su voto, pidió la venia y abandonó el recinto”. Se sucedieron la votación y el escrutinio, de donde resultó uniformidad en el nombre de monseñor Castro Silva. El voto del elegido fue por Guillermo Amaya Ramírez[1].

 

Las gestiones del Dr. Zuleta Ángel.
 

 

 

En un marconigrama de mayo 19 de 1947 el ministro de Educación, Eduardo Zuleta Ángel, le escribe al Dr. Julio César García, en la Universidad de Antioquia, para informarle lo siguiente: que monseñor Castro Silva “por graves motivos de salud necesita ausentarse del país por seis meses como minimun”; que ambos desean que García lo remplace; que parece que el rector desea retirarse definitivamente, caso en el cual García quedaría de rector efectivo; que el ministro, sin embargo, no quiere que Castro Silva presente renuncia y que, en caso de que solo fuera por la interinidad, se le designaría “para otro cargo de gran categoría”. García respondió, el día siguiente, aceptando los designios del ministro.

 

Coda.

 

La rectoría in pectore de García tuvo un episodio posterior, según nos cuenta Olano. Parece que el rector, ante el peligro de ser remplazado, no salió del país. Para no dejar al candidato colgado de la brocha, se le nombró para rector de San Bartolomé. Diez años después, podemos imaginar la sonrisa de monseñor, firmando la carta en que comisionaba al Dr. García para representar al rector del Rosario ante la Conferencia Nacional de Rectores Universitarios.
 

 

 

Coda bis.

 

María Clara Guillén, en su monumental Rectores y rectorías del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, 1653-2003, ofrece un juicioso cuadro sinóptico de rectores, donde al Dr. Hans Peter Knudsen corresponde el número 89. Es decir, actualizando la lista, llegaríamos al 91 con el actual rector Dr. Cheyne. Pero si convenimos en que el Dr. García fue rector in pectore, le correspondería el 92. ¿De dónde saca, pues, Olano el 121?

 

Foto: Facebook de Hernán Olano.

 

 

[1] Rector de la Universidad Nacional, 1957-58; ministro en varios gobiernos.