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Ignacio Sandino, ¿traductor de los Derechos del Hombre?

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Hace dos siglos andaba varado en España Ignacio Sandino, santafereño y rosarista. Personaje poco conocido, tuvo una vinculación al parecer estrecha con el círculo de Antonio Nariño y cumplió, forzosamente, una carrera burocrática en España con altibajos. Finalmente, retornó a su patria donde obtuvo puestos públicos hasta alcanzar la jubilación.
 

Un abogado bajo sospecha.

Su biografía está impresa en esas relaciones de grados, méritos y servicios, indispensables para quienes solicitaban algún empleo de la Corona[1]. Allí declara que don Ignacio había nacido en Santa Fe de Bogotá, el 30 de julio de 1766, hijo legítimo de don Felipe Manuel Sandino y de doña María Jacinta de Castro y Liceras[2]. De los estudios, informa que vistió la beca formal del Colegio del Rosario, donde cursó Latinidad[3] y Filosofía, Teología, Derecho canónico y civil, obteniendo grados en Filosofía, Teología y Cánones por la Universidad de Santo Tomás de Aquino (también conocida como Tomística). En el Rosario, fue pasante de Gramática y catedrático interino de Latinidad, así como pasante de Filosofía y opositor a una de sus cátedras.

 

Los méritos y servicios eran el equivalente a la
moderna hoja de vida. Ver bibliografía nota 1.

 

 

Profesionalmente, se recibió de abogado de la Real Audiencia y abrió oficina particular. En 1793, dicha Audiencia lo nombró abogado de pobres, tanto allí como en los demás tribunales de la capital. Si bien no lo menciona la relación de méritos, en 1794 pasó forzosamente a España, cuando resultó implicado en la conspiración de los pasquines[4]. En todo caso, los acusados estuvieron presos hasta 1799; algunos regresaron, pero Sandino se quedó en la Península, acumulando nuevos méritos. El 22 de mayo del mismo año, se incorporó en los reales consejos y tribunales de Corte. En Cádiz, retomó la carrera de abogado, sirviendo de practicante en varios despachos. En 1801, recibió la vara de alcalde mayor de la intendencia de Nuevas Poblaciones de Andalucía, cuyo titular había abandonado el cargo ante una epidemia de fiebre amarilla. Desde 1805, por motivos familiares y de salud, solicitaba se le tuviera en cuenta para cualquier plaza togada en América. Un dato científico en su carrera burocrática: el 15 de marzo de 1808, don Francisco Antonio Zea, director del Real Jardín Botánico (y que también fue remitido a España por la citada conspiración), lo nombró miembro correspondiente del instituto, en reconocimiento de sus servicios a la botánica y la agricultura como alcalde de La Carlota (capital de la intendencia).

Por real despacho de 15 de febrero de 1808, se le nombró alcalde mayor de Palma, en la isla de Mallorca, donde se posesionó el 7 de abril. El 30 de mayo siguiente, fue distinguido como vocal de la Junta suprema gubernativa, hasta la posesión del nuevo gobernador militar y político. Dicha Junta lo promovió a oidor de la Real Audiencia del reino, el 17 de octubre de 1809.

En Palma, su situación se complica a raíz de hechos relacionados con la Guerra de la Independencia Española. Así lo recordaba Sandino, en 1808, “cuando la Corte estava llena de tropas Francesas y cuando en ella se le hicieron al que espone p[o]r los emisarios de Bonaparte proposiciones ventajosicimas porque siguiese su partido, las que desechó el esponente. Trasladado á Mallorca fue tan decidido á la justa causa de nuestra independencia que mereció ser nombrado vocal de aquella Junta Suprema de Gobierno”, excluyendo magistrados locales, que naturalmente quedarían resentidos. Luego, “proclamada la Constitucion se declaró el que expone abiertam[en]te p[o]r ella y p[o]r las nuevas instituciones que aborrecian d[ic]hos magistrados ahora cesantes”[5].

 

Firma de Ignacio Sandino en 1822. Bibliografía en nota 1.

 

 

Sus enemigos, al parecer, lo persiguieron con causas interminables que lo redujeron a pobreza y a huir a Gibraltar. Años después, en 1820, resulta elegido diputado a Cortes por las colonias americanas[6]. En 1822, eleva varias peticiones para que se le faciliten los medios de volver a América[7]. Nombrado subdelegado de Rentas en Granada, renuncia el empleo con tal de poder proseguir su viaje a casa. El párrafo pinta muy bien la situación:

A V[uestra] M[erced] rendidam[en]te suplico se digne admitirme esta renuncia, y si mis meritos y los perjuicios que me ha causado el Gobierno con mi violenta traslacion á la peninsula, merecen alguna consideracion en el actual Gobierno Paternal, Justo y benefico, mandar que p[o]r via de indemnisacion o de beneficencia se me ayude p[ar]a mi viage p[o]r la Tesoreria nacional de Almeria o Granada con la cantidad que fuese del R[ea]l agrado de V[uestra] M[erced] cuya importante vida gu[ard]e Dios los m[ucho]s a[ño]s que la monarquia ha menester. Baza 27 de Noviembre de 1822[8].

Por otra fuente posterior, sabemos que Sandino se embarcó en Almería en septiembre de 1823 y llegó a Bogotá en diciembre[9], donde “continuó desempeñando diversos destinos públicos, en que fué colocado, sin desmerecer nunca el respeto, estimacion i aprecio de sus conciudadanos, i desempeñándolos siempre con pureza i patriotismo, hasta que, por sus enfermedades, se retiró con el goce de jubilacion”. Sandino murió en Bogotá, en 1833[10].

Sandino traductor.

La razón de acercarnos a la biografía de este personaje es precisamente la mención suya como uno de los traductores de la Declaración de los Derechos del Hombre[11], generalmente atribuida a Antonio Nariño. La que sí está documentada bibliográficamente es su versión de Viage de Anacarsis el jóven por la Grecia á mediados del siglo cuarto antes de la era vulgar, escrito por el célebre Barthelemy. Palma, 1811-12, 9 t. en 8.o, por Miguel Domingo, Melchor Guasp y Antonio Brusi. Acompaña un mapa de Grecia y sus islas[12]. Al parecer, esta es la primera traducción de la obra al español.

 

La obra está en Google Books,  pero incompleta.

 

 

Un retrato de Sandino.

Hay mención de un retrato de nuestro personaje. En José Manuel Groot (1800-1878), catálogo de una exposición del artista que ofreció la Biblioteca Luis Ángel Arango, en octubre de 1991, encontramos lo siguiente: “Ignacio Pablo Sandino. 1827. Óleo sobre lienzo. Colección Rivas Sacconi. * Sandino fue abogado, defensor de la causa independentista”[13].

De vuelta al Rosario.

Ignacio Sandino y María Concepción del Corral Fernández, su esposa, bautizaron en Madrid, España, a su hijo Andrés José, el 12 de agosto de 1807. Andrés José Sandino del Corral solicitó beca en el Colegio del Rosario, el 18 de octubre de 1823, informando que había nacido en la “heroica Villa de Madrid capital de España”, donde emprendió “la carrera de las letras estudiando la Latinidad” y ganó “dos cursos de Filosofia en S[a]n Isidro el Real de Madrid”. La información de ingreso fue aprobada el 16 de noviembre de 1824 (AHUR caja 116 ff. 404-14).

 

Firma de Andrés José Sandino del Corral,
al solicitar la beca del Colegio del Rosario.

 

 

[1] Una relación de méritos, en Castilla, de 19-8-1805; otra de Indias, de 27-11-1805; reimpresas en Mallorca, en 17-9-1808, y en Cádiz, en 7-5-1808. Otra impresa en Palma, en 20-10-1812. Estos documentos y los datos biográficos de Sandino se encuentran en el Expediente personal del juez Ignacio Pablo Sandino Castro, perteneciente al Archivo Histórico Nacional (FC-Mº_JUSTICIA_MAG_JUECES,4612,Exp.5374), disponible en línea: http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/description/1565372?nm

[2] Otro de sus hijos, José Gerónimo, presentó información de ingreso al Rosario, el 4 de mayo de 1783. AHUR, caja 115 ff. 56-61.

[3] Gramática latina y traducción de autores, requisito para cursar estudios superiores.

[4] Guillén, M. Conspiración en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en el Nuevo Reino de Granada, 1794. Consultado en 12-1-2022, de la web https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-240/conspiracion-en-el-colegio-mayor-de-nuestra-senora-del-rosario

[5] Expediente personal del juez Ignacio Pablo Sandino Castro, f. 319v

[6] Por el virreinato de Santa Fe aparecen Antonio Nariño, Ignacio Sandino y Eusebio María Canabal. Lista de todos los sugetos que han sido nombrados Diputados de las provincias para las próximas Cortes, etc. Madrid: Imprenta de Repullés, 1820. Sobre la actividad de los diputados americanos, Náter, L. (1996). En busca de reconocimiento: la Independencia de América Latina y la política española, 1820-1823. Historia Mexicana, 45(4), 705-35. Disponible en: https://historiamexicana.colmex.mx/index.php/RHM/article/view/2368

[7] Expediente personal del juez Ignacio Pablo Sandino Castro, f. 310v.

[8] Expediente personal del juez Ignacio Pablo Sandino Castro, f. 312v.

[9] El viaje tuvo que ser antes, pues el 18 de octubre de 1823 su hijo, Andrés José Sandino del Corral, estaba solicitando beca en el Rosario.

[10] Scarpetta, L., Vergara, S. (1879). Diccionario biográfico de los campeones de la libertad de Nueva Granada, Venezuela, Ecuador i Perú. Bogotá: Imprenta de Zalamea, por M. Díaz. Una biografía menos elogiosa de Sandino en Pascual, E. (2015).  Los alcaldes mayores del Ayuntamiento de Palma (1719-1812). Minius, 23, 209-40. Disponible en: https://revistas.webs.uvigo.es/index.php/mns/article/view/3292/3056

[11] Hamer, A. Sandino de Castro, Ignacio Pablo. Real Academia de la Historia. Consultado en 18-1-2022. Disponible en https://dbe.rah.es/biografias/40657/ignacio-pablo-sandino-de-castro

[12] Bover, J. (1868). Biblioteca de escritores baleares. Palma: P. J. Gelabert.

[13] Biblioteca Luis Ángel Arango. (1991). José Manuel Groot (1800-1878). Bogotá: Banco de la República.