Pasar al contenido principal

Cristóbal de Torres, censor de Quevedo

proemio

Francisco de Quevedo nos es más familiar por su obra literaria que por sus escritos de corte filosófico y moralista. Los últimos, sin embargo, lo acercan a fray Cristóbal de Torres, según quedó plasmado en la dedicatoria que le hizo de La cuna y la sepultura (1634). Un Quevedo ascético que es la otra cara del satírico, conforme al concepto de José Bergamín, quien ve en La cuna el reverso del Buscón*:

Y es natural, entonces, que lleven una misma firma este asombroso libro picaresco y el más extraordinario, acaso, de los libritos de ascética estoico-cristiana que tenemos en español: La cuna y la sepultura (cuna y vida; muerte y sepultura) o Doctrina para morir: para morir viviendo, como para vivir muriendo lo es el Buscón.

dedic

Dedicatoria de La cuna, obra que se puede leer en GoogleBooks.


Fray Cristóbal, pues, aprobó la Política de Dios, gobierno de Cristo, juzgando que el autor “ha resucitado los siglos primeros, dejando perpleja la admiración, entre lo sentencioso de la filosofía y lo admirable de la ciencia sagrada de las Escrituras”. Eso pensaba, salvo meliori iudicio, en el Colegio de Santo Tomás de Madrid, a 27 de agosto de 626.

Este concepto explica que el gran autor le dedicara luego La cuna. Recuérdese, además, que el señor Torres también construyó una Cuna mística (1630).

obras

Obras, en la edición de Rivadeneyra (E14N045). Nótese el error en la nota a.


Aquí no para la cosa. No más salir La política, recibió la censura escrita del jesuita Juan de Pineda. En su Respuesta, Quevedo principia diciendo que esas críticas caen sobre "ese papel mal borrado, que se imprimió en Zaragoza sin mi orden". En cambio, que la versión correcta la vio fray Cristóbal, "que ha reparado en diferentes cosas que vuestra paternidad"**.
 

juicio

El juicio de fray Cristóbal, en la Biblioteca de Autores Españoles.

 

*Citado por J. M. Balcells, “Quevedo desde sus dos ángulos de contradicción”; en Cuadernos Hispanoamericanos. Madrid, jul.-ago. 1980 n.361-2 p.74.

**Eduardo Ruiz Martínez, "Una amistad del siglo de Oro". En: Revista del Rosario, n.560 junio de 1993; pp. 15-19.