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¿Aparece una lección de fray Cristóbal de Torres?

Jaime Restrepo Zapata

fray-leccion

En días pasados se hizo en este blog la reseña de uno de los incunables de la Biblioteca Antigua, con los Comentarios del Seudotomás de Aquino a la Consolación de la Filosofía, de Boecio. Este libro perteneció a fray Cristóbal de Torres, arzobispo de Santafé (1635-54) y fundador de este Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en 1653. Este libro es uno más de los que, por donación suya, constituyeron la base de esta Biblioteca.

Encabezado de la obra del Pesudo Tomas de Aquino con nota de Fray Cristobal en el margen derecho
Encabezado de la obra del Seudotomás de Aquino con nota de fray Cristóbal en el margen derecho.

Como en muchos de sus libros, hay marcas de propiedad y anotaciones, unas de manos anónimas y otras que se le pueden atribuir con absoluta seguridad. En los primeros folios impresos, que corresponden al Proemio, encontramos una de sus marcas de propiedad más frecuentes (“Arçobispo de Sta. Fe”) y varias notas marginales, entre las que llama la atención la primera de todas. Con una grafía confusa el arzobispo, lector acucioso, se detiene para indicar que esto es importante y que hay que tenerlo en cuenta (¿“Nota totum”? o ¿“Nota istud”?). La nota marginal, la glosa, son –antes que nada– reflexiones que el lector se hace a sí mismo, para destacar partes importantes que no se pueden pasar por alto y que deben retomarse en una nueva lectura… Detenernos a analizar qué impactó al lector puede mostrar algunos rasgos de la finura y sensibilidad de su espíritu. Y transmitirnos –¿por qué no?– una lección muy personal y suya.

Detalle de la anotación de Fray Cristobal de Torres, resaltando la importancia del texto donde se lee: “Nota istud” o ”Notandus”
Detalle de la anotación de fray Cristóbal de Torres, resaltando la importancia del texto donde se lee: Nota totum o Nota istud.

Este Proemio y los Comentarios a la obra de Boecio son obra de fray Thomas Walleys, dominico inglés al que se conoció como Thomas de Anglia o como el Seudotomás de Aquino. Su lectura, por la abundancia de las abreviaturas y convenciones, se hizo difícil y compleja, razón por la cual recurrimos a otras copias de la misma obra. Entre ellas destaca la hermosa edición de Anton Koberger: De consolatione philosophiae, cum comentario Pseudo-Thomae de Aquino. Nüremberg, Antonius Koberger, 2 de mayo de 14831. También se verificó con algunas transcripciones modernas del mismo texto2.

En esta reflexión, nos limitaremos a los aspectos de fondo que se encuentran en esta Introducción.

¿Qué llamó la atención del arzobispo Torres? ¿Qué le pareció importante? ¿Qué es lo que hay que “tener en cuenta”?

Philosophiae servias oportet ut tibi contingat vera libertas”, comienza el autor, citando a Séneca3.

  • De entrada, sorprende la profundidad de lo afirmado: no se habla de “saber”, ni de “estudiar”, ni de “aprender” filosofía. Por el contrario, se subraya el valor de la filosofía como actitud vital de reflexión y acción.

  • El verbo servire tiene una connotación de dependencia, de servidumbre, de sujeción, que es la que aquí subraya el autor: Conviene que te entregues a la Filosofía para que se dé en ti la libertad verdadera. Algunas traducciones llegan a decir: “conviene que te hagas esclavo4.

  • La libertad no se considera como un objeto que se pueda adquirir o como algo que se tiene; el ser humano no es libre de la misma forma que es mamífero. La libertad es un bien que puede hacerse realidad en nosotros; que nos puede (y nos debe) pasar si lo sabemos ganar. Ese es el significado del subjuntivo contingat.

  • En la libertad hay matices. Si existe una libertad verdadera (vera libertas), es porque hay otras “libertades” que no son tales.

Séneca, en la misma Carta 8, un poco más adelante, afirma que la libertad consiste precisamente en esa actitud de sumisión y servicio: “Hoc enim ipsum philosophiae servire libertas est” (En este servicio a la Filosofía radica la libertad).

Escena de la "consolación" de la Filosofía. Se ve a Bohecio encarcelado y la Filosofía consolándolo. (tomado de ciencia-arte.blogspot.com)
Escena de la "consolación" de la Filosofía. Se ve a Boecio encarcelado y la Filosofía consolándolo (tomado de ciencia-arte.blogspot.com).

No se puede perder de vista que el contexto de esta obra es el libro donde Boecio cuenta cómo la Filosofía va a visitarlo a su celda de condenado a muerte, para consolarlo con la Verdad y cómo él, más allá de su natural rebeldía por la injusticia de su prisión y de su condena, acepta y hace suya la Consolación que ella le ofrece.

Pero ¿quién es la Filosofía para rendirle tal sumisión? ¿Quién es ella para creer que me puede hacer libre, a pesar de los barrotes de una cárcel? Responderemos a estas preguntas con las mismas palabras del autor del Proemio: el dominico Thomas Walleys (Thomas Vallensis). Y nos tomamos la libertad de sugerir que es un ejemplo más de la calidad y variedad de muchos conocimientos medievales. La acusación de edad oscura que pesa sobre la época como una lápida, no se compagina con el conocimiento que se hace evidente en este Proemio.

¿Por qué hacerse servidor de la Filosofía? En primer lugar, “porque es correcto llamar a la Filosofía ciencia de la verdad”, como dice Aristóteles en su Metafísica5. Su rigor es tal que nos ofrece “satisfacciones admirables por su solidez y transparencia”, tal como afirma el mismo Aristóteles en el libro X de la Ética6. El autor cita, además, un escrito medieval de origen árabe, que se atribuyó en Occidente a Aristóteles: el tratado De pomo et morte7. En él se nos dice que la filosofía “da lucidez al espíritu y permite que este se deleite, aun en este mundo, tanto cuando las cosas van bien, como en la persecución”. Ese conocimiento de la verdad, precisamente por ir a las razones últimas de las cosas, está más allá de las circunstancias: sirve a todos, en cualquier situación.

Fray Cristobal de Torres. Arzobispo de Santa Fé y fundador del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario
Fray Cristóbal de Torres. Arzobispo de Santafé y fundador del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario.

A continuación ofrece otras razones para este “servicio” y “dedicación”: “Es conveniente servir a aquello que perfecciona el espíritu, organiza la vida, dirige las acciones, muestra lo que ha de hacerse y lo que debe evitarse y sin lo cual nadie está seguro. Y eso sucede con la filosofía”. Afirmación en la que hace una evidente cita de Séneca8. Pero también, porque la Filosofía aporta un notable incremento respecto al conocimiento del último fin y eso significa un enorme crecimiento, como enseña el libro I de la Ética9.

Solo la Filosofía enseña sobre el fin último de los seres humanos, que es la felicidad: “La felicidad es el fin último de la vida humana; y su conocimiento nos lo da la filosofía”. En el libro III de la Consolación, prosa segunda, afirma que la felicidad es un estado perfecto por la sumatoria de todos los bienes10. A lo largo de ese mismo libro III, Boecio muestra cómo en la filosofía está la verdadera felicidad y cómo se llega a ella. El autor del Proemio da otro argumento a favor de ese servicio a la Filosofía. Debemos cumplirlo porque solo la filosofía nos eleva de plano, identificando al ser humano con la divinidad. “Conviene servir a aquello que hace al hombre semejante a Dios”. Y lo ratifica citando nuevamente a Séneca11. La ratificación final afirma: “Debe servirse a quien sea maestra de todas las ciencias, nodriza de todas las virtudes, consuelo de los espíritus caídos, que es el premio de la verdadera luz y cuya enseñanza es correcta de por sí, con una dignísima autoridad. Así procede la filosofía”. Así lo enseña la obra de Boecio que se comenta. La filosofía es “maestra de todas las virtudes12, es “la nodriza de todas las virtudes13, “gran consoladora de los espíritus que desfallecen14y “anunciadora de la luz verdadera15.

Y como siempre han existido los que dudan y recelan de la Filosofía, o quienes dudan de su utilidad real, el autor del Proemio los enfrenta, con los mismos argumentos de Séneca: Pero dirás:¿De qué me sirve la filosofía si existe la fatalidad? ¿De qué me sirve si Dios lo rige todo? ¿Qué utilidad tiene para mí si la casualidad impera?16 Y contesta: “Aunque los hados nos opriman con ley inexorable, aunque dios –moderador del universo– todo lo disponga, y si la casualidad mezcla las acciones humanas sin orden alguno, debemos afianzarnos en la filosofía”.

Bohecio encarcelado, dentro de una "A" capital. (Tomado de www.catecismo.com.ar)
Boecio encarcelado, dentro de una "A" capital. (Tomado de www.catecismo.com.ar).

El autor del Proemio hace, enseguida, una nueva reflexión que cuestiona e interpela al lector, con matices éticos y de responsabilidad moral. Es verdad, como dijo Aristóteles, que “todos los seres humanos, por su misma naturaleza, desean el conocimiento17; pero desafortunadamente son pocos los que se empeñan en ese camino. Y la causa de ello estriba en que “muchos, menospreciando los deleites del espíritu, se encierran en los deleites materiales. El autor del Proemio conoce la obra de Boecio, y está aludiendo ahora al tratado De summo bono sive de vita philosophi18:

Cum enim omnes homines naturaliter scire desiderant, paucissimi tamen hominum, de quo dolor est, studio sapientiae vacant inordinata concupiscentia eos a tanto bono impediente. Videmus enim quosdam pigritiam vitae sequi, quosdam autem voluptates sensibiles detestabiles et quosdam desiderium bonorum fortunae. Et ita omnes homines hodie impedit inordinata concupiscentia a suo summo bono exceptis paucissimis honorandis viris; quos voco honorandos, quia contemnunt desiderium sensus et sequuntur delectationem et desiderium intellectus insudantes cognitioni veritatis rerum. [Aunque todos los seres humanos, por naturaleza, desean el conocimiento, lamentablemente son muy pocos los que se dedican con celo al saber, pues deseos sin control los alejan de tan gran bien. Vemos que se dejan llevar: unos, de la desidia; otros, de placeres sensibles censurables; otros, del deseo de riquezas. El deseo desordenado aleja hoy a todos los hombres del bien supremo, exceptuados unos pocos, dignos de todo honor. Y digo que estos son dignos de honra pues dan poca importancia al deseo del sentido y se orientan al deleite y apetencia del intelecto, esforzándose por conocer la verdad de las cosas.]

Ese cuestionamiento es indispensable para que el lector se replantee algunos aspectos de su escala de valores. “Dan pena los que se enredan en los deleites sensibles y hacen a un lado el bien interior”19. En el libro de La Consolación (libro IV, Prosa 4), Boecio compara a estas personas con los murciélagos o con algunas aves nocturnas: diciendo que “sus ojos, habituados a la oscuridad no pueden dirigirse a la luz resplandeciente de la verdad; pues se parecen a aquellas aves que ilumina la oscuridad y enceguece la luz”20.

En ese mismo plano de confrontación personal, el autor del Proemio desbarata los argumentos de quienes aplazan y difieren la decisión de “entregarse” a la filosofía, alegando su actual pobreza y escasez de medios: “Me dirás: no puedo filosofar pues soy pobre; cuando tenga riquezas me dedicaré a la filosofía21. Y podría parecer razonable ya que la naturaleza, por sí sola, no es suficiente para especular y porque es necesario atender a la comida, la bebida y todo lo demás”.

Lucio Anneo Seneca, filósofo Hispano-Romano muy citado por el Pseudo-Tomás de Aquino (Tomado de: riquezayfuturo.blogspot.com)
Lucio Anneo Séneca, filósofo hispano-romano muy citado por el Seudotomás de Aquino (Tomado de: riquezayfuturo.blogspot.com).

Pero inmediatamente responde: “Tal pretexto, basado en la pobreza, no es válido. Oye a Séneca cuando, en la epístola XVII a Lucilio, dice: ha de sufrirse hasta el hambre, como la que padecieron algunos durante los asedios. ¿Y qué otra cosa era la recompensa de semejante empeño sino la de no sucumbir en poder del vencedor?¡Cuánto mayor es esta que se nos promete: la libertad perpetua, ningún temor ni a un hombre ni a un dios?22 Para muchos, las riquezas fueron un obstáculo para filosofar. Si quieres consagrarte a tu alma, es necesario que seas o pobre o semejante al pobre. Este empeño no puede resultar provechoso sin la práctica de la frugalidad23; mas la frugalidad es una pobreza voluntaria…”. Cuando los seres humanos estamos llenos de cosas, no hay espacio para recibir ningún don…

EN RESUMEN:

  • La Filosofía no se “sabe”, ni se “aprende”, ni se “estudia”. La filosofía no se hace “a ratos”; es una actitud constante de vida que, precisamente por ser crítica e ir al fondo de las cosas, libera.

  • La Filosofía pide una dedicación vital, existencial; que el autor del Proemio denomina dedicación servidumbre. Por eso, la verdadera filosofía humaniza.

  • La libertad es un bien que puede hacerse realidad en nosotros; que nos puede (y nos debe) pasar si lo sabemos ganar.

  • La filosofía, aunque es saber de causas últimas, no es fin. Es un medio para irnos haciendo libres en las más diversas circunstancias de la vida, por adversas que puedan parecernos.

  • En un medio como el actual, dominado por cosas, por el tener, por el ganar, la Filosofía –y, por tanto, la libertad– requiere un esfuerzo adicional para no dejarnos enredar por lo secundario y accesorio: “Este empeño no puede resultar provechoso sin la práctica de la frugalidad”.

Por todas estas razones, fray Cristóbal de Torres escribe al margen de estos textos: “¡tenlos en cuenta!” “¡no olvides estas palabras!”
Toda una lección…

metricus
Al margen: metricus, antiquior / prosaicus modernus (el estilo métrico es más antiguo; el prosaico, moderno). El texto pone: Nota asimismo que Boecio principia su libro con metro (y no con) prosa; ya que la manera métrica fue más usada por los antiguos que la prosaica, ora porque el metro el más grato que la prosa, etc.

Notas:

1 http://bvpb.mcu.es/es/consulta/registro.cmd?id=468938

2 http://www.corpusthomisticum.org/xbc0.html

3 SENECA. Epistles 1-65. Cambridge, Mass. Loeb Classical Library, n° 75. Harvard University Press, 1917, pág, 40: “… adhuc Epicurum complicamus, cuius hanc vocem hodierno die legi: Philosophiae servias oportet ut tibi contingat vera libertas. (Epistola VIII).

4 SÉNECA. Epístolas morales a Lucilio (Libros I-IX). Bogotá, Planeta-De Agostino, 1995, pág. 36 (Libro I, epístola 8,7): “…estoy compilando todavía a Epicuro, de quien en el día de hoy he leído este aforismo: para que alcances la verdadera libertad conviene que te hagas esclavo de la filosofía”.

5 ARISTOTLE. Metaphysics Books 1-9. Cambridge, Mass. Loeb Classical Library, n° 271. Harvard University Press, 1933, pág. 87: “Moreover, philosophy is rightly called a knowledge of truth” (epistemen tes aletheias)(Libro II, capítulo 2). “Con mucha razón se llama a la filosofía la ciencia teórica de la verdad” (Azcárate).

6 ARISTOTLE. Nicomachean Ethics. Cambridge, Mass. Loeb Classical Library, n° 73, pág. 613: “… all events it is held that philosophy or the pursuit of wisdom contains pleasures of mervellous purity and permanence” (Libro X, capítulo 7, 3) “…la actividad de la sabiduría se acepta como la más placentera de las actividades virtuosas: de todos modos se considera que su ejercicio ofrece maravillosos placeres, debido a su pureza y firmeza” (Francisco Gallach). O: “Ciertamente se considera que la filosofía posee placeres admirables en pureza y en firmeza” ARISTÓTELES. Ética Nicomáquea. Bogotá, Planeta-De Agostino, 1995, pág 278 (Libro X, capítulo 7, 3, 25).

7 Es un tratado neoplatónico de origen árabe, que en la Edad Media europea se llamó Tractatus de pomo et morte incliti principi philosophorum Aristotelis.

8 SENECA. Epistles 1-65. Op. Cit., pág, 104: “Animum format et fabricat, vitam disponit, actiones regit, agenda et omittenda demonstrat, sedet ad gubernaculum et per ancipitia fluctuantium derigit cursum”. Carta XVI, 3. SÉNECA. Epístolas morales a Lucilio (Libros I-IX).Op. cit., pág.76: “configura y modela el espíritu, ordena la vida, rige las acciones, muestra lo que se debe hacer y lo que se debe omitir”.

9 ARISTOTLE. Nicomachean Ethics. Op. Cit., pág. 5: “Will not then a knowledge of this Supreme Good be also of great practical importance for the conduct of life? (I, ii, 2)ARISTÓTELES. Ética Nicomáquea. Bogotá, Planeta-De Agostino, 1995, pág. 12 (Libro I, 2,): “¿No es verdad, entonces, que el conocimiento de este bien tendrá un gran peso en nuestra vida…?”

10 BOETHIUS. Theological Tractates. The Consolation of Philosophy. Cambridge, Mass. Loeb Classical Library, n° 74, pág. 232: “Id autem est bonum quo quis adepto nihil ulterius desiderare quaeat. Quod quidem est omnium summum bonorum cunctaque intra se bona continens”. BOECIO. La Consolación de la Filosofía. Madrid. Alianza Editorial, 2008, pág. 87: “Es la suma de todos los bienes y los encierra todos”.

11 El número de la carta que cita el autor del Proemio (49) no corresponde con las ediciones actuales. El texto aludido corresponde a la Carta XLVIII, 11. Ver: SENECA Epistles 1-65.Op. Cit., pág. 320: “Hoc enim est, quod mihi philosophia promittit, ut parem deo faciat”. SÉNECA. Epístolas morales a Lucilio (Libros I-IX).Op. cit., pág. 202: “Porque es ésta la promesa que me hace la filosofía: hacerme igual a Dios” (Carta 48, 11).

12 BOETHIUS. Theological Tractates. The Consolation of Philosophy. Op. cit. pág. 140: “tu in has exilii nostril solitudines o omnium magistra virtutum supero cardine delapsa venisti” (Libro I, Prosa 3). BOECIO. La Consolación de la Filosofía. Op. cit., pág. 39: “… ¿Cómo es que tú…, maestra de todas las virtudes, has caído del alto cielo para venir a la soledad de mi destierro?”.

13 BOETHIUS. Theological Tractates. The Consolation of Philosophy. Op. cit. pág. 190: “o virtutum omnium nutrix” (Libro II, Prosa 4). BOECIO. La Consolación de la Filosofía. Op. cit., pág. 65: “Todo lo que dices es cierto, oh madre verdadera de todas las virtudes”.

14 BOETHIUS. Theological Tractates. The Consolation of Philosophy. Op. cit. pág. 228: “summum lassorum solamen animorum quam tu me vel sententiarum pondere vel canendi etiam iucunditate refovisti”. BOECIO. La Consolación de la Filosofía. Op. cit., pág. 85: “…tú, el mayor consuelo de los espíritus abatidos”

15 BOETHIUS. Theological Tractates. The Consolation of Philosophy. Op. cit. pág. 312: “O…veri praevia luminis quae husque adhuc tua fudit oratio…”. BOECIO. La Consolación de la Filosofía. Op. cit., pág. 127: “…pregonera de la luz verdadera”.

16 Dicet aliquis, 'quid mihi prodest philosophia, si fatum est? quid prodest, si deus rector est? quid prodest, si casus imperat? Nam et mutari certa non possunt et nihil praeparari potest adversus incerta, sed aut consilium meum occupavit deus decrevitque quid facerem, aut consilio meo nihil fortuna permittit.' [5] Quidquid est ex his, Lucili, vel si omnia haec sunt, philosophandum est; sive nos inexorabili lege fata constringunt, sive arbiter deus universi cuncta disposuit, sive casus res humanas sine ordine impellit et iactat, philosophia nos tueri debet nos tueri” El párrafo en bastardilla cita textualmente a Séneca. Ver: SÉNECA. Epístolas morales a Lucilio (Libros I-IX). Op. cit., pág. 77, en la Carta XVI. 4-5).

17 ARISTOTLE Metaphysics Books 1-9. Op. cit., pág.3: “All men naturally desire knowledge”.

18 http://hiphi.ubbcluj.ro/fam/texte/boetii_daci/de_summo_bono.htm

19 “Et ideo dolere debent homines qui tantum delectationis sensibilibus detinentur quod bona intellectualia ommitunt, quia suum sumum bonum numquam attingunt; tantum enim sunt dediti sensibus, quod non quaerunt quod est bonum ipsius intellectus”.

20 BOETHIUS. Theological Tractates. The Consolation of Philosophy. Op. cit. pág. 346: “Nequeunt enim oculos tenebris assuetos ad lucem perspicuae veritatis atollere, similesque avibus sunt quarum intuitum nox inluminat dies caecat” (Libro IV, Prosa 4).

21 SÉNECA. Epístolas morales a Lucilio (Libros I-IX). Op. cit., pág. 80: el texto en bastardilla está trascrito literalmente de aquí: Libro II, Carta XVII, 5: “Fuera por tanto esas excusas: aún no poseo cuanto es suficiente; cuando llegue a poseer ese caudal, entonces me dedicaré por completo a filosofar”.(Tolle itaque istas excusationes: nondum habeo quantum sat est; si ad illam summam pervenero, tunc me totum philosophiae dabo.

22 SÉNECA. Epístolas morales a Lucilio (Libros I-IX). Op. cit., pág. 81, 6:Non est quod nos paupertas a philosophia revocet, ne egestas quidem. Toleranda est enim ad hoc properantibus vel fames; quam toleravere quidam in obsidionibus, et quod aliud erat illius patientiae praemium quam in arbitrium non cadere victoris? Quanto hoc maius est quod promittitur: perpetua libertas, nullius nec hominis nec dei timor:

23 No se entiende muy bien ni corresponde con el contexto la lectura “fragilitas” de otras transcripciones del Proemio.