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Non tangar inulta, latín y heráldica de monseñor Carrasquilla

portada

Los trabajos del Taller de restauración del Museo de la Universidad del Rosario no dejan de sorprendernos. En esta ocasión, el cuadro restaurado fue el de monseñor Rafael María Carrasquilla, uno de los más notorios del Aula Máxima. Pues bien, la sorpresa consiste en que los trabajos han permitido recuperar un escudo heráldico y una cartela que, por la acción del tiempo, estaban velados. A propósito de escudos, es notorio que los retratos del Fundador carecen de este elemento, usual en las obras coloniales.
 

El escudo.

El texto de la cartela es como sigue: Rafael María Carrasquilla, bogotano, catedrático de Filosofía, colegial y rector de este Colegio Mayor. Doctor en sagrada Teología, canónigo de la Catedral de Bogotá, examinador sinodal y censor del Arzobispado. Ministro que fue de Instrucción Pública; consiliario y catedrático de Teología moral del Seminario. Individuo correspondiente de la Real Academia Española.

En el escudo, se adivinan yelmo y cimera; una división en cuatro cuarteles y una divisa latina: non tangar inulta.

Nadie me tocará impune.

 

La divisa se explica por el apellido materno de monseñor, Ortega. En sus Discursos históricos, Francisco de Cascales pone lo siguiente sobre la frase latina:

 

Es la hortiga symbolo de la Religion vengada. Un hombre docto dio a este pensamiento esta letra: Non tangar inulta, que vale: Nadie me la haze, que no me la pague. Quiere dios nuestro Señor que la Religion, los santos, sus Reliquias, i los justos que viven en el mundo sean respectados, i á los quebrantadores desta voluntad divina, les ha cargado bravamente su mano.

 

A continuación, trae los ejemplos de los castigados por su impiedad, como Nebrot y sus compañeros de la Torre de Babel. Y cierra así: “Digo pues en conclusion, que como nadie llega a la hortiga que no quede della lastimado, assi nadie offende, ò desprende la religion, que no tenga castigo riguroso de la divina mano”. El escudo relaciona la palabra “Ortega” con “ortiga”. En efecto, Juan Flórez de Ocáriz, trazando la genealogía de los Ortegas, dice:
 

Y por su primera deriuacion traen por armas cinco Flores de Lis de oro en campo azul, orlado de ocho armiños negros sobre oro; y despues se han aumentado, como se dize; y el apellido es alusion de la yerva ortiga, por el señorio de Ortigosa, y representando hazañas de valor, correspondiente a la propiedad que tiene la ortiga de punçar, dexando escozor: y lo denota el blason: Non tangar inulta. (...) Es la ortiga yerva medicinal, y simbolo de la Religion ofendida no vengada.

 

Así pues, la frase elegida por monseñor Carrasquilla, defensor de la religión, le iba como anillo al dedo. Ahora bien, la frase non tangar inulta queda mejor traducida libremente, como la vertió Cascales, o con menos libertad, como la trasladamos aquí: nadie me tocará impune. La versión literal es durísima en español: no seré tocada (habla la ortiga) impune.