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Los restos de fray Cristóbal de Torres, de la Catedral a la Bordadita

portada

Siglo y medio tardó en cumplirse la última voluntad del arzobispo fray Cristóbal de Torres. La traslación de sus restos, de la Catedral a la Bordadita, no se verificó hasta el 3 de noviembre de 1793. La ceremonia se realizó con toda la solemnidad del caso, de lo cual han quedado una crónica y una oración, encargada al responsable del proceso, el rector Fernando Caicedo y Flórez.
La publicación de estos documentos, en la Revista del Rosario (n. 49, octubre 10 de 1909), coincide con el más visible homenaje de los rosaristas al Fundador del Colegio Mayor, la erección de la estatua en el patio del Claustro.

Se cumplió la última voluntad del Fundador, levantándole un monumento funerario en la capilla.



Detalle del mausoleo: casi tres siglos van de una escultura a la otra.