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Tiempos duros: la disciplina en los colegios mayores

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Promediando el siglo diecinueve, todavía se usaba el castigo de azotes para corregir la conducta de los estudiantes. Con la amenidad de siempre, José María Cordovez Moure (1835-1918) nos cuenta que las "faltas mayores contra la moral o las buenas costumbres" se pagaban con penas de tres a doce azotes. Que el único remedio era aplicarse "el consabido cabo de vela de sebo, envuelto en cebolla colorada", frotándoselo "en las partes que iban a quedar expuestas a los golpes del enemigo"*.



Antiguos colegiales de San Bartolomé y el Rosario.
Dibujo de Ramón Torres Méndez. Colección Museo Nacional de Colombia.

Finalizando el siglo dieciocho, el penitenciado con la azotaina fue el joven José María del Castillo, por "leve y frívolo" motivo. El hecho dio para que los colegiales filósofos elevaran queja al virrey José de Ezpeleta, habida cuenta de que el rector Santiago Gregorio de Burgos desatendía con dicho castigo las disposiciones del virrey Manuel Antonio Flórez**. Hecho notable, por cuanto el año anterior (1790) el rector Alarcón remitía a Ezpeleta las disposiciones de Flórez en que prohibía las azotainas y fijaba los castigos para los colegiales***.

Este fin de siglo y este virrey Flórez significan el primer cuestionamiento a la severa corrección disciplinaria. En 22 de abril de 1778, el funcionario y vicepatrono del Rosario le sugería al rector Guzmán y Franqui que, siendo los azotes un castigo propio de ánimos serviles, empleara otra corrección para la conducta de los colegiales Caicedo y Coronel. En el Reglamento de Flórez, en vez de la azotaina podía recurrirse a "poner en poste" al reo, someterlo a ayuno o privarlo de la salida ordinaria; en casos graves, conducirlo al cepo o cárcel o, en últimas, privarlo de la beca. El virrey somete su propuesta al dictamen de la Corona, quien decide que se forme una junta para determinar lo pertinente. La Junta se declara impedida, pero comisiona a uno de sus vocales para el encargo, siguiendo el pensamiento del virrey. Antonio Isabella, rector que fuera de San Bartolomé, presenta su propuesta, a mediados de 1779. El 14 de septiembre la Junta lo aprueba con carácter de obligatorio para los dos colegios.

 

La real cédula de Carlos III sobre constitución de la junta y el consiguiente decreto

de prohibición de la "vengativa" pena pueden leerse en nuestro repositorio.

La prohibición de los azotes estuvo vigente, como lo prueba el dicho del citado rector Alarcón, cuando remitió al virrey Ezpeleta el Reglamento, señalando "que es el que en la actualidad rige en este Colegio las penas y castigos que se aplican a los colegiales según la calidad de su delito". No obstante, figura en contrario el caso citado de José María del Castillo y luego, ya en 1825, el rector Juan Fernández de Sotomayor confiesa que "siempre he visto con horror este género de corrección". Vale la pena citar parte de sus razones, pues compendian las ideas ilustradas de sus antecesores:

A los jóvenes deben inspirarse los [sentimientos] que sean capaces de evitar el mal no por el castigo sino por lo que es en sí mismo. Un niño que se ve sujeto al vergonzoso acto de desnudarse para ser castigado, comienza a perder la estimación de sí mismo y a ser indiferente a otras impresiones. Él pierde, igualmente, la de sus compañeros, y a pesar de lo que han dicho nuestros antiguos maestros, él no podrá jamás recordar con satisfacción los azotes con que le señalaron [f.113v.], se avergonzará de un recuerdo, o la venganza le escoltará hasta la vejez. El castigo de los malhechores, la pena de los esclavos, debe proscribirse perpetuamente de las casas de educación****.

 

El decreto de prohibición. Se apela al uso de la Corte y a considerar que el castigo

"los embilese, y deslustra, avatiendo su animo para en lo subcesivo".

Fuentes:

*Reminiscencias de Santafé y Bogotá.
**8 de febrero de 1791. Los colegiales filósofos del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario al virrey, José de Ezpeleta, contra el rector interino Santiago Gregorio de Burgos (...). AGN Colonia, Milicias y Marina, t. 127, fs. 787-789.
***Enero de 1790. AGN Archivo Anexo, Instrucción Pública, t. 3 f. 69. Abril de 1778-79. Reglamento sobre castigos elaborados por el virrey Manuel Antonio Flórez. Aprobación. AGN Colecciones, Enrique Ortega Ricaurte, serie Colegios, caja 12 carpeta 46, ff. 43-65.
****Todos los documentos fueron reunidos por Mónica Patricia Martini, "Un expediente sobre la abolición del castigo de azotes en los colegios mayores de Santafé (1778-1779)".