Pasar al contenido principal

Felipe de Vergara y la Vindicación de santo Tomás

portada

Hablábamos en este blog, hace poco, de la polémica por el nombre de un obispoFelipe de Vergara y Caicedo, siendo rector del Colegio Mayor (1811-12), decidió mover un cuadro que existía en el Aula de Filosofía [que debe de ser la actual Aula Máxima] a la capilla de La Bordadita. En el principio del manuscrito de su Vindicación, explica los motivos del traslado. Por la importancia del texto, lo transcribimos a continuación:
 

Vindicación del Angelico, y Eucaristico

 

Doctor Sto. Tomas de Aquino en el asun-

 

to de la Inmaculada Concepción de

 

María Sma. Nra. Señora
 

 

In nomine Domini Nostri Iesu Christi[1]
 

 

Introducción

 

Estando yo de Rector del Colegio Mayor de Nra. 

 

Sra. del Rosario, hallé en la Aula de Filosofía un 

 

qüadro semejante a otro, que está en la Iglesia de

 

Sta. Clara[2] de la pte. de abajo del Arco toral[3], frente 

 

de la Puerta Escusada[4]. En él está representado 

 

un Obispo postrado de rodillas, estudiando en la

 

Obra de Sto. Tomás. En la parte superior del qüa

 

dro está la imagen de María Sma. en su Concep 

 

ción Purísima, y al otro lado el Ang.co Doctor Sto. 

 

Tomás en acción de explicar. De sus sagrados

 

labios salen estas palabras: “Maria sine pec 

 

cato originali Concepta”[5].

 

Desde mi adolecencia tenía yo noti 

 

cia de la historia de este qüadroEs una apari 

 

ción del Angel Maestro Sto. Tomás a un Obpo a ex 

 

ponerle lo q.e en sus obras havía escrito en 

 

orden â la Concepción de María Sma. Y aún 

 

[Folio 1 verso] desde entonces tuve yo la curiosidad de ir de 

 

proposito a Sta. Clara â ver el qüadro. Con este 

 

motivo al golpe de vista entendí la significa

 

ción del deel[6] Colegio: y me pareció digno de me 

 

jor colocación.

 

Por de contado[7] pensé trasladarlo â la 

 

Capilla Publica[8]. Pero como p.ª esto era necesa 

 

rio instruirme de las circunst.as del caso, con 

 

más puntualidad, que lo que yo lo estaba, apuré 

 

mis indagaciones; y hallé lo que buscaba en Men 

 

do de jure Academico, el que escribe lo sig.te:

 

“Faustinus Episcopus Paduensis Anno 

 

1400, cum aliquas quaestiones in 3ª Parte Sancti 

 

Thomae legeret, censuit, Praeceptorem Angelicum 

 

docuisse opinionem minus piam. Mirabatur id 

 

vehementer Antistes; cum ecce ipsi Divus Tho 

 

mas apparuit, et dixit: “Scias, Domine Episcope,

 

quod quando talem opinionem possui, solum ha 

 

bui respectum ad Divinum Statutum, quo Beata 

 

Virgo peccatum originale contrahere debuerat 

 

nisi per Filium suum fuisset praeservata; sed 

 

Dei Filius Matrem suam ab originali macula 

 

reservavit”. Hanc revelationem aperuit Epis 

 

copus suo Vicario Nicolao de Padua, et jussit 

 

illico, in sua Dioecesi celebrari Festum Concep 

 

tionis ritu solemni”. Haec apud Mendo de Iure

 

Academ. in Append. § 8 num. 94[9]

 

[Folio 2 recto] Con este hallazgo me resolvi a colocar 

 

el qüadro en la Capilla del Colegio; y alli se ofre 

 

ció un lugar mui apropositoen el Presbiterio, 

 

frente al Panteón de nro. insigne Fundador, el 

 

Señor Torres. Se le puso su adorno de estuco, 

 

y se le inscribió todo el texto de Mendo, q.e que 

 

da referido. Pero al pie de la inscripción, le 

 

añadí, de mio, las palabras sig.tes: “Sed quid 

 

mortui miramur Sententiam; cum eam 

 

habuerimus viventis? In I Sent., distinct. 

 

44. art. 3, ad 3”[10] Esto p.r q.e nadie pensara q.e  

 

q.e (sic) Sto. Tomás havía ido âel Cielo, â saber, q.e Ma 

 

ría Sma. havia sido concebida sin pecado ori 

 

ginal. Lo escribió en la tierra, aun mejor q.e 

 

lo q.e consta en la revelación, la qüal ha podi 

 

do padecer alguna alteración.

 

§ Unico

 

La colocación de este qüadro avivó en 

 

mi los deseos, q.e yo havia tenido spre de Vindi 

 

car a Sto. Tomás de la nota, q.e se le imponía de 

 

haver sido de opinión contraria â la Inmacu 

 

lada Concepción de María Sma. Jamás pude 

 

yo persuadirme, q.e constituido Sto. Tomás en 

 

una materia opinable, tomara otro partido, 

 

q.e el q.e era honorifico â la Beatisima Virgen (...).




Aquí el autor pasa a la biografía de Tomás de Aquino y otras cuestiones ya de materia teológica. La Vindicación está firmada en Santafé y once de noviembre de 1813. De ñapa, el autor decidió explicar el mismo tema en unas conclusiones públicas, a nombre del Colegio del Rosario y bajo la dirección del propio santo Tomás, con argumentos del provincial de Santo Domingo, fray Francisco Ley[11]. El certamen académico tuvo lugar el dieciocho de julio de 1814.

 

 

Cartela del cuadro de Santa Clara. Fuente: Google Arts.

Este es el asunto de la obra de arte; veamos ahora algo sobre las cartelas. La de Santa Clara explica la escena del cuadro y la exhortación a celebrar el misterio; la del Rosario hace lo mismo, pero remitiéndose a la autoridad de Mendo, añadiendo la frase Sed quid mortui etc. Ahora bien, ¿tenía el de Santa Clara la leyenda “Maria sine peccato originali concepta” o es una confusión de Vergara?

 

Cartela del cuadro de la Universidad del Rosario.


El asunto de la Inmaculada no termina aquí, con la Vindicación de Vergara. Apenas a mediados de siglo habrá un pronunciamiento oficial. En 1855, un oficio de la Arquidiócesis de Bogotá comunica al rector del Rosario que el nuncio apostólico le había notificado, a su vez, que el “dia 8 del ultimo diciembre”, el Sumo Pontífice declaró “misterio de fe la Immaculada Concepcion de Maria Nra. S.a”. Para celebrar la “plausible noticia”, debía darse un repique general y cantarse un Te Deum con la oración pro gratiarum actione (de acción de gracias). En el Rosario, se notificaron de la noticia a las dos y media del 20 de febrero de 1855. Hubo, efectivamente, “repique largo en la torre de la capilla del colegio” y Te Deum el domingo siguiente [caja 39 ff.315r-v].

[1] “En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo”.
[2] Se refiere al cuadro Santo Tomás y el obispo Fantino de Padua, (200 x 133 cms.) atribuido a Baltasar de Figueroa. Obra del siglo XVII, que se encuentra en la Iglesia museo de Santa Clara, en Bogotá, catalogado con el n° 32. Mincultura. Museo Colonial. Catálogo del Museo de Santa Clara. Bogotá. Imprenta Nacional. 2014, págs. 42 y 59.
[3] “Cada uno de los cuatro arcos que sostienen la elevación sobre el cruc. FATÁS, Guillermo – BORRÁS, Gonzalo. Diccionario de términos de arte y elementos de arqueología, heráldica y numismática. Madrid, Aliana Editorial, 1991, pag. 27.
[4] La que no está en la fachada principal y conduce a algún espacio reservado.  
[5] “María, concebida sin pecado original”.
[6] Es difícil saber cómo pronunciaba el autor las dos contracciones seguidas de preposición y artículo (de + el). Es curioso que la Academia hoy aconseje la solución inversa “de el del”.
[7] “Por de contado: loc. adv. Por supuesto, de seguro”. DLE, RAE.
[8] Por lo que dirá más adelante, la Capilla del Colegio Mayor del Rosario.
[9] “Faustino, obispo de Padua en el año 1400, al leer algunas Cuestiones de la Parte Tercera de Santo Tomás, se planteaba si el Maestro Angélico había enseñado alguna tesis poco piadosa. Estaba fuertemente sorprendido el obispo, cuando el mismo Santo Tomás se apareció y le dijo: Has de saber, señor obispo, que cuando sostuve esa opinión solamente atendía a ese decreto divino según el cual la Santa Virgen estaría contaminada por el pecado original, a no ser que la preservara su mismo Hijo. Pero sabemos que el Hijo de Dios preservó a su madre de la mancha original. El obispo contó esta revelación a su Vicario, Nicolás de Padua y ordenó que, de ahí en adelante, se celebrara en su diócesis, con solemne rito, la Festividad de la Concepción”. MENDO, Andrés S.J. De iure academico selectae questiones theologicae morales, iuridicae, historicae et politicae de academiis, magistratibus, candidatis et scholasticis. Cum Appendice de academiarum ac studiosorum iuramento defendendi Immaculatam Conceptionem Deiparae. Salamanca. Imprenta de José Gómez de los Cubos, 1655. Apéndice VIII, N° 94, pág. 415. Dicho Apéndice se titula: “Deiparae Immaculata Conceptio Roboratur revelationibus, & miraculis” (La Inmaculada Concepción de la Madre de Dios se refuerza con revelaciones y milagros). El P. Mendo parece ser el responsable de la deformación del nombre de uno de los protagonistas del cuadro: Fantino Dandolo, que fuera obispo de Padua de 1448 a 1459. Tergiversación que vino a completarse por la “canonización” de autores posteriores y por la autoría que, sin pruebas concluyentes, se atribuye a Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos. PINILLA MONROY, Germán.  Guía de la Capilla de la Bordadita, págs.49-56, en: RCMNSR, Vol. LXXI, septiembre-octubre 1972, n°492, pág. 50.  GIL TOVAR, F. Historia y Arte en el Colegio Mayor del Rosario. Bogotá. Ediciones Rosaristas, 1982, pág. 149. Tesoros del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 350 años. Bogotá. Villegas Editores, 2003, págs. 108-109. COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO. Un libro abierto para Colombia y el mundo (360 años). Bogotá, Ediciones de la Universidad del Rosario, 2013, pág. 62. PINILLA MONROY, Germán. Historia de la cátedra de teología del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. 1653 -1850. Bogotá. Editorial Universidad del Rosario, 2008. Frontispicio antes de portada y págs. 38-39. LONDOÑO VÉLEZ, Santiago. Pintura en América hispana. Tomo I. Siglos XVI al XVIII. Bogotá, Universidad del Rosario – Luna Libros, 2012, pág. 145 (solo menciona ejemplar de Santa Clara). Todos hablan impropiamente de “San Faustino”.  El único obispo de Padua llamado Faustino y, además, santo, fue de los primeros siglos de la Iglesia y no tuvo nada que ver ni con Sto. Tomás de Aquino ni con las discusiones sobre la Inmaculada.
[10] “¿Por qué nos sorprende la opinión de un muerto si también la conocimos cuando estaba vivo?”. El autor completa su aporte, añadiendo una referencia de santo Tomás, que no tiene nada que ver con las palabras que añadió por iniciativa propia.
[11] Francisco de Paula Ley, además de provincial, fue rector de la Universidad de Santo Tomás (1804-9).