¡Ponle lógica!
En nuestra vida cotidiana, la aplicación de un sencillo mecanismo lógico podría marcar toda la diferencia entre lo pertinente y lo desatinado, e, incluso, entre la vida y la muerte. Así, por ejemplo, aunque algunas personas no prestan atención a las instrucciones de un manual que advierte sobre el uso correcto de cualquier objeto o hacen caso omiso de los avisos que nos ofrecen las señales de tránsito sobre la vía que recorremos, lo cierto es que leer con atención todo este tipo de mensajes es un acto decisivo. Por eso, la próxima vez que la falta de tiempo, la pereza o cualquier otro pretexto te impida leer, recuerda que desarrollar tus habilidades en ese ámbito de tu vida puede ser fundamental. Medítalo. ¡Ponle lógica! ¡Lee!