A su regreso al país en 1988 ingresó a la Fundación Santa Fe de Bogotá (FSFB), donde ocupó varios cargos. Fue jefe del servicio de trasplantes de dicha institución entre 1988 y 2006. Fue el primero en realizar un trasplante de hígado en Bogotá y de iniciar la era de los trasplantes hepáticos pediátricos en Colombia. Fundó el servicio de microbiología quirúrgica, y ha sido investigador, consultor y conferencista nacional e internacional destacado en temas de infección quirúrgica. Fundador de la Surgical Infection Society Latin America, donde se desempeñó como Director Ejecutivo. Se ha destacado en el campo de la educación médica habiendo sido Director de la División de Educación de la FSFB, desde donde contribuyó a la creación de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes.
Ha sido pionero de la educación virtual en salud. Trabajó en el centro de Gestión Hospitalaria (Organización para la Excelencia en Salud-OES), y desde 2008 se desempeña como profesor titular de carrera en la Universidad del Rosario donde ha tenido a su cargo la organización de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, la reforma curricular del programa de medicina y el manejo de la relación de la Escuela con la Red Hospitalaria Universitaria Méderi. Desde el 14 de enero de 2015 ocupa el cargo de Decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.
Es Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, pertenece a diferentes sociedades científicas nacionales e internacionales, ha publicado varios libros, capítulos en libros y artículos en revistas científicas. Ha recibido varias distinciones y reconocimiento nacionales e internacionales por sus contribuciones científicas en las áreas del conocimiento de su competencia.
Desde el Informe Flexner a hoy
Abraham Flexner, en su famoso informe de 1910, propuso el modelo de educación médica que prevaleció durante la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, 15 años después de su informe, Flexner mismo reconoció que ese nuevo plan de estudios médicos le daba prioridad a los aspectos científicos de la medicina a expensas de lo social y humanístico. Desde entonces estos aspectos han sido tema de debate en educación médica. El núcleo de la discusión gira en torno a la importancia del conocimiento científico y de la comprensión biológica de la medicina a expensas de los valores sociales y las características humanistas. Con la globalización y la idea de implementar estrategias para promover la salud mundial, un número de escuelas de medicina han asumido el reto de modificar sus planes de estudio con el fin de educar a los médicos para que sean capaces de responder a las tendencias actuales y futuras derivadas de mantenimiento de la salud de la población y por consiguiente ejercer en dicho contexto. Estos cambios tienen por objeto garantizar la integración entre las ciencias básicas y biomédicas con las ciencias clínicas y reducir el conocimiento innecesario y la sobrecarga conceptual, a través de un nuevo plan de estudios para la medicina. Este enfoque sigue basándose en una perspectiva biologista del proceso salud-enfermedad y no despeja la necesidad de incorporar, de manera integral, lo socio-humanista y las ciencias de la salud de poblaciones. En los pocos casos en que esto ha ocurrido, la incorporación se ha limitado a la introducción de asignaturas aisladas, sin una conexión orgánica con el plan general de estudios, o en otros casos, tan solo como elementos auxiliares de las ciencias de la salud o como factores de riesgo de la medicina preventiva. El conocimiento y las habilidades científicas todavía mantienen su supremacía sobre profundizar en las dimensiones del ser humano, y el necesario desarrollo de competencias socio-humanísticas tan necesarias para devolverle la majestad a la medicina.