“El profesor, a través de la práctica y comprobación de las ideas educativas evocadas en el currículo, se perfecciona, desarrolla competencias y puede relacionarlas con conceptos del conocimiento y del aprendizaje”
(Stenhouse 1985).
Un elemento crucial para el éxito de la internacionalización del currículo es la internacionalización del profesor porque es en la docencia y la pedagogía donde se pone en práctica las transformaciones necesarias para la internacionalización. Esta afirmación se sustenta en la estrecha relación que existe entre el currículo y el profesor. Es necesario que el profesor cambie sus paradigmas y se comprometa activamente en la internacionalización del currículo. El profesor, como mediador entre el conocimiento disciplinar y el aprendizaje del estudiante, debe cuestionar los paradigmas dominantes y emergentes sobre las cuales se construye un currículo, que son las propias disciplinas, las cuales no son estáticas o aisladas a su entorno y a la influencia de otras disciplinas (Leask et al., 2013). Así mismo, su compromiso con la internacionalización del currículo es esencial “porque son los impulsores y facilitadores para que los estudiantes comprendan como se genera, distribuye y utiliza el conocimiento en un mundo globalizado, ayudándoles a desarrollar una comprensión de los distintos procesos propios de la globalización” (Webb, 2005).