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Casanare avanza con paso firme en el Índice Departamental de Competitividad

By: Jaime E. Dueñas M. | Diciembre 2020

A largo plazo el departamento no puede depender exclusivamente de recursos no renovables como el petróleo. Por eso no solo es necesario pensar en las actividades tradicionales...

A largo plazo el departamento no puede depender exclusivamente de recursos no renovables como el petróleo. Por eso no solo es necesario pensar en las actividades tradicionales, sino incluir en los planes algunas otras –como el turismo y los servicios– que tienen un amplio potencial.

 

 

A comienzos de la década de 1990, el descubrimiento de los campos de Cusiana y Cupiaga fue el punto de partida para que el departamento del Casanare se convirtiera en el mayor exportador de petróleo de Colombia. Y si bien la explotación de crudo tomó el lugar ocupado por la tradicional actividad agrícola y ganadera de la zona, su influencia, de hecho, ha sido positiva para estos sectores, que de alguna manera se ven beneficiados por las regalías que se reciben gracias al ‘oro negro’.

Lo anterior se ve reflejado en el hecho de que Casanare se encuentre en la posición número 11 del Índice Departamental de Competitividad (IDC) 2019, una clasificación de los 32 departamentos del país según –por supuesto– su nivel de competitividad en 13 pilares específicos (ver recuadro).

Este Índice (así como el Índice de Competitividad de Ciudades) es realizado cada año, desde 2013, por el Consejo Privado de Competitividad y el Centro para el Estudio de la Competitividad Regional (Score) de la Universidad del Rosario.

El IDC –explica la profesora Clara Inés Pardo Martínez, investigadora de la Escuela de Administración de la Universidad– es una herramienta que sirve, entre otras cosas, para que los tomadores de decisiones del sector público puedan establecer prioridades y diseñar estrategias en los Planes de Desarrollo de sus regiones. De hecho, añade, en los últimos planes que se trabajaron, el 70% de las ciudades y departamentos utilizó alguno de los Índices mencionados, y algunos de ellos tienen como objetivo mejorar en la clasificación.

En el caso del departamento de los Llanos y la Orinoquía, mejor clasificado en el Índice Departamental, el potencial para trabajar es amplio: "Casanare tiene la ventaja de que recibe más regalías que los otros departamentos por concepto de petróleo, pero la ganadería y la agricultura son actividades paralelas que venían de toda la vida, que se han potencializado y tecnificado, y también le aportan a la economía del departamento; pero eso se logra porque se tienen recursos de las regalías. La ventaja es que se mueve toda la cadena productiva y al hacerlo se puede tener diversificación”, explica Clara Inés Pardo.

Esta diversificación es fundamental para Casanare, pues a largo plazo el departamento no puede depender (como tampoco puede hacerlo ningún otro) exclusivamente de recursos no renovables como el petróleo. Por eso no solo es necesario pensar en las actividades tradicionales, sino incluir en los planes algunas otras –como el turismo y los servicios– que tienen un amplio potencial.

En ese orden de ideas, si bien el IDC destaca las áreas en las que cada departamento tiene más fortalezas, también es primordial que los tomadores de decisiones tengan en cuenta las áreas con más potencial de mejora para desarrollar sus planes.

Casanare, por ejemplo, está bien calificado en Educación Básica y Media (8,15 sobre 10), Mercado Laboral (7,10), Entorno para los Negocios (6,80); pero tiene mucho espacio de mejora en Innovación y Dinámica Empresarial (1,57), Educación Superior y Formación para el Trabajo (2,47) y Sofisticación y Diversificación (2,87).

 

Más allá de los fríos números

Sin embargo, incluso en los pilares mejor calificados, Clara Inés Pardo señala que el análisis no se puede hacer solamente a partir de las cifras en crudo, sino que es necesario entrar en el detalle de cada una de las áreas.

Por ejemplo, en el indicador de Sostenibilidad Ambiental, Casanare tiene un buen puntaje general (el quinto del país) apoyado en variables como Disposición adecuada de residuos sólidos (10 puntos) y Empresas certificadas ISO 14001 (también 10 puntos); el problema es que estas variables arrastran otras como Proporción de superficie cubierta por bosque (1,15) y Proporción de áreas protegidas (0,71), por lo que si bien la calificación general es positiva, hay factores que se encuentran en lo más bajo de la tabla. En ambos casos –tanto los mejor calificados como aquellos con las notas más bajas– el petróleo juega un papel fundamental.

Daniel Torralba, coordinador del equipo de Score, señala un fenómeno similar en el pilar de Adopción TIC, en el que Casanare tiene un buen puntaje jalonado por los Hogares que tienen teléfono celular, pero no es ajeno a los problemas generales de las regiones del país en materia de conectividad: “Ahí se evidencia una serie de oportunidades para lograr cerrar la brecha en términos de capacidades TIC, que debe ser uno de los retos del Gobierno Nacional. Se han logrado avances, pero todavía hay unos retos para mejorar indicadores relacionados con la cobertura y la penetración de Internet”.

Cruzar las cifras de los diferentes pilares también tiene un valor muy importante a la hora de mirar el Índice más allá de los números. Por ejemplo, si bien el Mercado laboral tiene una calificación positiva, el departamento tiene que recurrir a mano de obra de otras regiones para satisfacer sus necesidades: “El sector petrolero utiliza muchos técnicos, pero no se están formando en el departamento. Hay ofertas de trabajo, pero es posible que la gente del Casanare no tenga las competencias que se requieren para desempeñar los empleos y se debe recurrir a fuerza laboral externa”, señala la investigadora del Rosario.

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Clara Inés Pardo,
profesora Escuela Administración,
Universidad del Rosario

Torralba añade que es importante continuar con los esfuerzos que han adelantado Casanare y Yopal para proteger el tejido empresarial existente: “Yopal se caracteriza por tener unas bajas tasas de formalidad laboral y una alta concentración de su participación en la industria (cerca del 57%). Es decir que Casanare y Yopal son demasiado industriales, y sin embargo su formalidad está cada vez más en contracción.

 

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Daniel Torralba,
Coordinador Score,
Universidad del Rosario

Cuatro años no son suficientes

A la luz de las cifras, Clara Pardo destaca la necesidad de definir planes de acción para trabajar en el desarrollo de aquellos puntos que requieren atención por parte del gobierno departamental, pero que al final también redundan en beneficio de las empresas y los habitantes de la región. De la misma manera, es importante evitar lo que la investigadora señala como ‘llover sobre mojado’, que es tener a diferentes instituciones del sector público trabajando en programas similares, sin coordinación entre ellas.

"Lo más importante para un departamento como Casanare o cualquier otro es identificar dónde están sus brechas, dónde está el mayor potencial de mejora. Cuando se tiene eso claro, se debe mirar si esas variables se pueden mejorar al corto, mediano o lago plazo. Hay muchas variables del índice de competitividad que no las puede resolver un gobernador en cuatro años, sino que requieren programas de más largo plazo, pero que no llegue el siguiente y los cambie”.

En este contexto, los planes a corto plazo o las ‘victorias tempranas’ permiten motivar a la ciudadanía y mantener en evolución las dinámicas del departamento. Pero al final, los planes a mediano y largo plazo pueden influir de manera más significativa en el desarrollo y requieren más atención para que no se conviertan en iniciativas truncadas por cada cambio de gobierno.

“Esto es una concientización de los hacedores de política pública y de los gestores públicos, de que cuando yo quiero mejorar competitividad necesito estrategias a corto, mediano y largo plazo. Y eso es lo que se le recomienda al

 

IDC, una herramienta al alcance de todos

El Índice Departamental de Desarrollo y el Índice de Desarrollo de Ciudades se calculan usando las metodologías empleadas por el Foro Económico Mundial para elaborar el Índice Global de Competitividad. La medición del último año tiene en cuenta ajustes relacionados con las dinámicas propias de la Cuarta Revolución Industrial, como el hecho de que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) han adquirido una importancia que las establece como un pilar independiente, y no solo como una parte del área de Infraestructura. Se trata, entonces, de mediciones en evolución constante.

La participación de la Universidad del Rosario en este proceso garantiza que las mediciones tienen el respaldo técnico-científico necesario para un proyecto de estas características, y que se cuenta con el enfoque multidisciplinario que se requiere para interpretar los datos de manera que el insumo sea del mayor provecho posible para las ciudades y departamentos del país, destaca Clara Inés Pardo, investigadora de la institución.

Como ventaja adicional –señala Daniel Torralba, también de la Universidad del Rosario– se encuentra el hecho de que los datos recopilados, así como herramientas adicionales para su análisis e interpretación son de acceso público. De esta manera, cualquier ciudadano puede entrar al sitio score.urosario.edu.co, donde se encuentran resultados, indicadores, análisis de desempeño y simuladores, entre otras herramientas. Los interesados en usarlas pueden buscar el tutorial que aparece en el enlace mencionado.

Cabe anotar que una vez se publica el Índice, los tomadores de decisiones participan en una capacitación en la que aprenden a interpretar la información y a utilizar las herramientas que les permiten usarla de la forma que más le convenga al desarrollo de sus regiones.

El departamento del Casanare ocupa el puesto 11 en el Índice Departamental de Competitividad 2019, un puesto por encima del alcanzado en la medición de 2018.

 

 

 

Directivos

 

Rector: José Alejandro Cheyne
Vicerrector: Sergio Pulgarín Molina
Síndico: Miguel Diago
Secretaria General: Catalina Lleras
Director de Investigación e Innovación: Juan Miguel Gallego
Directora (E) de Comunicaciones y Reputación Institucional: Claudia Dulce

Equipo Editorial

 

Editora Estrategia ‘Universidad Ciencia y Desarrollo’: Mara Brugés Polo.
Periodistas: Amira Abultaif, Ximena Bedoya, Jaime E. Dueñas y Ximena Serrano.
Diseñador: Juan Carlos Ramírez.
Fotografía: Milagro Castro.

Equipo de Producción

 

Digital Project Manager: Ismael Iriarte
Editor de Contenido Virtual: Ricardo Castañeda Pasos
Diseñador Web: Alexander González Saavedra
Laura González: Community Manager

 


Grupo de Investigación Dirección y Gerencia

 

Clara Inés Pardo Martínez
Escuela de Administración
Centro de Estudios para la Competitividad Regional (Score)
Correo electrónico: clara.pardo@urosario.edu.co

Más información:
Pure URosario
Clara Inés Pardo M.

Daniel Ricardo Torralba Barreto
Centro de Estudios para la Competitividad Regional (Score)
Correo electrónico: daniel.torralba@urosario.edu.co

Más información:
Daniel Torralba B.
Score