A la gente le parece curioso que les cuente que tengo una maestría en Criminología y Victimología. Sin embargo, si les contara cuánto me gustaba leer las novelas de Agatha Christie me entenderían mejor. Desde pequeño viví rodeado de libros y aprendí a devorarme con gusto cuanta novela policíaca me encontraba… Por medio de la licenciatura en filosofía y letras encontré el equilibrio entre la filosofía y la literatura, mis otras dos pasiones. A punta de revisar textos a otros compañeros empecé a pulirme en diversos aspectos del lenguaje y ahora puedo contar dieciocho años de experiencia en enseñanza del español, primero en colegios y luego en universidades. Pienso que hoy las dinámicas y didácticas en cuanto a herramientas ya están dadas. El reto es demostrar a los estudiantes que escribir y leer bien les va a servir en todas las dinámicas de su vida académica, formal e informal. Lograr esto es un reto y todos los días busco caminos para superarlo.