Los estratos sociales en el país deben desaparecer. El sistema, aunque fue útil, se quedó corto: no permite focalizar adecuadamente los subsidios. Así lo afirmó Juan Miguel Gallego, profesor de la Universidad del Rosario, quien acaba de ganar el Premio Juan Luis Londoño de la Cuesta, que conceden la fundación del mismo nombre y Fedesarrollo, y que reconoce la labor de los economistas por su contribución al desarrollo y aplicación de políticas sociales que mejoren el bienestar de los colombianos.
Para Gallego, los actuales estratos sociales son inflexibles a los choques positivos y negativos de las personas. “Si usted tiene una casa muy bonita en el barrio Teusaquillo de Bogotá, pero por distintas razones le pega un choque de pobreza, la estratificación no tiene cómo demostrarle al sistema que usted es pobre y no tiene cómo vivir. O en caso contrario no identifica los aumentos en ingresos de personas que habitan en estratos bajos y quienes no necesitarían de subsidios”.
“Por eso creemos que la mejor forma es una focalización más flexible que permita recuperar la capacidad de pago. Esto permitiría que quienes tienen ingresos bajos reciban los distintos subsidios que ofrece el Estado. Por ejemplo, hay personas que tienen altos ingresos y viven en estrato 3, para el caso de la capital, y se benefician de los subsidios. Ellos no están haciendo nada ilegal, porque el sistema lo permite. Esto es lo que se llama mala focalización de la estratificación. La estratificación mal focalizada, da más subsidios de los que se necesitan. En Bogotá el 80% de hogares es subsidiado o no contribuye”, explica el galardonado.
Catastro, Sisbén y Declaración de Renta Universal
Gallego, quien participó en la investigación “Los límites de la estratificación, en busca de alternativas” de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, señala que los subsidios hay que focalizarlos de una manera más eficiente. “El estudio plantea que lo ideal es tener una Declaración de Renta Universal, que permita establecer qué población es pobre y debe recibir subsidios y cuál es rica para que contribuya al sistema”.
La investigación también plantea para el tema de los subsidios utilizar la información de catastro, que está relacionada con la capacidad de pago de los hogares, dijo el ganador del Premio de la Fundación Juan Luis Londoño y Fedesarrollo.
“Los subsidios en servicios públicos domiciliarios representan alrededor del 10% del ingreso de una familia de cuatro miembros que ganan por debajo del salario mínimo. Pero de ahí en adelante cuando la gente va subiendo en ingresos, ya los subsidios no importan mucho. Estamos hablando del 0,5% para familias de estrato 3. Y la contribución actual para los ricos tampoco importa, es menos del 1%”, señala Gallego.
Otra alternativa que considera el investigador es fortalecer el Sisbén, que debe ser el mecanismo de focalización de los pobres. Para el docente, en ciudades grandes, o al menos en las cuatro principales del país, hay alternativas como la información catastral que permite acercar a la capacidad del pago de esas viviendas. Para el resto del país la información catastral requiere un proceso de actualización importante. “Proponemos que una forma más flexible es el nuevo sistema de focalización a través del Sisbén, plan que actualmente lidera el director del Departamento Nacional de Planeación”.
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