Además de haber estado preparada con un ecosistema vigoroso de investigación, María Martínez considera que la Universidad del Rosario demostró que otras áreas también estaban listas para un momento de emergencia como el actual. Esto debido a que cada proceso que se ha tenido que realizar durante 2020 para dar respuesta a los impactos de la pandemia ha requerido del conocimiento y compromiso de equipos diferentes al científico. Por ejemplo, solo la firma de un convenio con el Gobierno nacional requiere de la articulación de múltiples actores internos: unidades académicas, Oficina Jurídica, Dirección Financiera, Dirección de Investigación, compras y otros, que si no hubieran tenido varios años de práctica en realizar y mejorar procesos y protocolos no habrían podido responder a tiempo.
“Todo esto muestra un capital humano muy comprometido y una institución robusta que lo respalda para que pueda hacerse el trabajo. Los momentos de crisis siempre son estratégicos para evidenciar las fortalezas y estas han brillado”, asegura.
El decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, Gustavo A. Quintero Hernández, agrega que la actual emergencia también evidencia lo bien que están preparados para pensar “fuera de la caja”. Eso les ha permitido dar respuestas prontas a los retos que a diario se les presentan a los diferentes equipos, pues no solo desde el área de la salud se está trabajando para satisfacer las demandas de la actual situación.
Precisamente, para Martínez el tener una dimensión más amplia de la pandemia es otro claro ejemplo del compromiso institucional de URosario. A diferencia de la opinión pública, que ha concentrado su interés en los tratamientos y la vacuna contra el virus, los investigadores de la universidad han enfilado baterías en diferentes frentes para atender los asuntos inmediatos, pero también los que están por llegar.
“Los profesionales de la salud de la Facultad de Ciencias y de la Escuela de Medicina, así como de los hospitales con los que tenemos convenio, como Méderi (una de las instituciones hospitalarias de Colombia con el mayor número de camas de cuidado intensivo), han estado de manera directa atendiendo todos los problemas de salud, pero al ser un asunto de la población humana, se dan otras situaciones que requieren la intervención de profesores de Economía, Ciencias Humanas y otros campos que se están haciendo preguntas de investigación”, explica.
Efectivamente, investigadores de distintas facultades de la Universidad del Rosario han ideado proyectos, se han sumado a otros, les han dado un giro a los que venían realizando o los han anticipado para atender situaciones distintas a las netamente relacionadas con el tratamiento de la COVID-19 o la búsqueda de la vacuna.
Es el caso de la metodología de laboratorio que se lleva a cabo en la Facultad de Ciencias Humanas y que desde abril está destinada a resolver inquietudes que se están dando por la pandemia en el sector cultural. O el proyecto Generaciones que Conectan, también de la Facultad de Ciencias Humanas, que busca desarrollar habilidades digitales en los adultos mayores para que no queden aislados y se sientan útiles.