Pasar al contenido principal

Editorial: La equidad: es un camino en construcción

Cindy Jeanet Caro

Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo dominio publico

En la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague en 1910, se propuso el 8 de marzo como el día de la mujer trabajadora, en homenaje y reconocimiento a las obreras (en su mayoría migrantes y jóvenes) de la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York, que murieron a causa de un incendio en una de las manifestaciones que participaban

Dichas manifestaciones se originaron por las pésimas condiciones de trabajo y tenían como objeto conseguir salarios igualitarios, horarios de trabajo justos y garantías laborales. 

En 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidad -ONU- proclamó el 8 de marzo (8M) como el Día Internacional de la Mujer, cuyo objetivo es recordar el camino recorrido por las mujeres para el goce de derechos como la educación, el sufragio, el trabajo digno y de manera más recientemente, por la autodeterminación reproductiva y el derecho a vivir libre de violencias.

Es una forma de recordar los derechos de los cuales gozamos gran parte de las mujeres en el mundo (no todas), ha sido producto de la organización social y la movilización. Pero a pesar de los grandes logros, lo cierto es que para el 2022, la desigualdad se mantiene.

 
Panorama de equidad en Colombia

En el país, la investigación Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia, evidencia la crítica situación de inequidad.[1] Algunos de los hallazgos más importantes de este diagnóstico evidencian que se mantienen las brechas materiales y simbólicas que han impedido la equidad real.

En el ámbito educativo, por ejemplo, a pesar del acceso masivo de las mujeres a la educación básica, media y universitaria, se mantiene una segregación horizontal: es decir por áreas de conocimiento, en la cual las mujeres se ubican en profesiones del cuidado y los hombres en las áreas de ingenierías, ciencias y tecnologías; además de una segregación vertical: menor presencia de mujeres en los niveles más altos de los sistemas educativos, menor presencia en maestrías, doctorados y postdoctorados.

col1im3der Mapa del sufragio femenino en 1929 - Dominio públlico

En términos económicos la participación de las mujeres en los mercados laborales ha aumentado, sin embargo, sigue siendo marginal, ya que se concentra en el mercado informal, bajo condiciones precarias y perpetuando la segregación ocupacional: gran parte de las mujeres se concentran en áreas de servicios o cuidados, indispensables para el funcionamiento de la sociedad, pero que en términos económico no cuenta con un reconocimiento monetario acorde con su impacto en la sociedad.

Los confinamientos generados por la pandemia, hicieron que se cerrara de manera particular las áreas de servicios como el turismo, el comercio y el trabajo doméstico, espacios en los cuales la presencia laboral de las mujeres es mayoritaria, lo que generó la feminización de desempleo, según las cifras del DANE en agosto de 2021 la tasa de desempleo femenino se ubicó en 16,4% mientras que la de los hombres está en 9,4%, cifras que muestran en general lo critico de la desocupación en el país, y la agudización de esta problemática para las mujeres.

 
Otra dificultad que viven las mujeres en Colombia y que aumentó en el marco de la pandemia, es la sobre carga en el trabajo doméstico y del cuidado. Las mujeres dedican en promedio 3 horas más que los hombres a las tareas del hogar, esta brecha genera lo que algunas académicas feministas han denominado pobreza de tiempo, que es la menor cantidad de tiempo disponible para poder dedicarse a actividades de autocuidado, formación académica, entre otras.[2]

La pobreza de tiempo se presenta como una barrera para el ejercicio de cualquier tipo de participación, educativa y/o política.  Es justamente sobre este último aspecto: la participación política, que el diagnóstico (Onumujeres, DANE & CEPEM 2020) indica que existen grandes brechas para las mujeres en los procesos de elección popular, ya que no hay paridad en las candidaturas y mucho menos en las personas que resultan electas, por ejemplo, a pesar del aumento de la participación de las mujeres en el congreso: en 2010 representaban el 14,2% y para el 2020 eran el 19,7% , esta cifra está sigue por debajo de lo dictaminado en la normativa nacional  ( ley 581 de 2000) en la cual se establece el mínimo del 30%. 

 
Caminos inconclusos y nuevos retos.

A pesar de lo indicado hasta ahora en los ámbitos de educación, trabajo y política, y las grandes brechas que aún se mantienen, lo cierto es que las mujeres, ya estamos en estos ámbitos y el deber que tenemos es mantenernos en ellos y buscar mayor participación. Pero además de estas búsquedas de representatividad, en los últimos años se han sumado las luchas por el respeto a la vida digna y la autodeterminación reproductiva.

La violencia hacia las mujeres, el maltrato en el marco de las relaciones de pareja, y el uso del cuerpo de las mujeres como territorio de guerra, ha sido un tema que a tomado espacio en la agenda del país.  El panorama de violencia contra las mujeres es alarmante, según las cifras del Sistema integrado de Información sobe Violencias de Género -SIVIGE-   el número de casos reportados de violencia contra las mujeres pasó de 72.380 en 2015 a 119.288 en 2020, es decir hubo un aumento de más de 46mil casos. En relación con la cercanía de la víctima con su agresor se encontró que en el 39.9% de los casos el agresor es un familiar, en el 36,36% es la pareja o expareja y en el 24,4% no es familiar. Lo que implica comprender que la violencia contra las mujeres tiene una particularidad: el maltrato es generado por el alguien íntimo.

col1im3der Poster del día de la mujer de 1914 - dominio público

Hacer visible las violencias contra las mujeres, se ha realizado en gran medida por colectivos feministas de mujeres de todas las edades y particularmente de jóvenes universitarias, quienes han logrado que se generen acciones para la erradicación de las violencias basadas en género, exigiendo de manera especial que los espacios educativos estén libres de cualquier forma de violencia. Estas demandas han promovido que instituciones como el Ministerio de Educación Nacional cree la obligatoriedad de acciones sobre este problema, hecho que ha incidido en la creación de protocolos y políticas por parte de las Instituciones de Educación Superior. Entre ellas se destaca el Protocolo de la Universidad del Rosario, que incluyó en sus lineamientos la atención con enfoque de género y creo un comité disciplinar particular con enfoque de género para la sanción de estos casos, comprendido la necesidad de reconocer las particularidades que implican las violencias contra las mujeres, al estar mediadas por relaciones de poder y confianza.

 
Otra gran temática que ha estado en el centro de la agenda nacional ha sido la autodeterminación reproductiva, el diagnóstico de equidad de género (Onumujeres, DANE & CEPEM 2020) mostró que la violencia sexual ha generado el aumento de la mortalidad materna, el aumento abortos inseguros y riesgos de infecciones de transmisión sexual.

La interrupción voluntaria del embarazo de manera, legal, gratuita y segura, se ha convertido en un tema de la agenda de los colectivos feministas que demandan la autonomía y la no criminalización. En este marco el movimiento la Causa Justa, promovió que la Corte Constitucional se pronunciara sobre la legislación que en país indicaba el aborto como delito, hecho que generaba barreras para el cumplimiento de la sentencia C-355 de 2006 que despenalizaba el aborto en tres causales, la Corte Constitucional, luego de varias disertaciones el pasado 21 de febrero decretó que la "Conducta del aborto solo será punible cuando se realice después de la vigésimo cuarta (24) semana de gestación y, en todo caso, este límite temporal no será aplicable a los tres supuestos fijados en la Sentencia C-355 de 2006". Este pronunciamiento es una apuesta normativa de vanguardia que pone el acento en reconocimiento de los derechos reproductivos de las mujeres.

La equidad de género es un camino en construcción, que aún mantiene grandes barreras de acceso y equidad pero que cada día cuenta con grandes logros normativos como los lineamientos de atención en casos de violencias con enfoque de género o la apertura a la autodeterminación reproductiva.

La equidad de género sigue en construcción.

 
Referencias
 
DANE (2021), Boletín Técnico Encuesta Nacional de Uso del Tiempo. Consultado en https://img.lalr.co/cms/2021/11/18163828/Bolet%C3%ADn-ENUT.pdf
 
ONU Mujeres, DANE & CEPEM (2020) mujeres y hombres: brechas de género en Colombia en https://colombia.unwomen.org/es/biblioteca/publicaciones/2020/11/mujeres-y-hombres-brechas-de-genero-en-colombia

 
[1] Realizada por ONU Mujeres, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE- y a la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer -CEPM- (2020) denominado
[2] De acuerdo con los datos del Boletín Técnico Encuesta Nacional de Uso del Tiempo del DANE (2021), entre septiembre de 2021 y agosto de 2021, a nivel nacional, las mujeres dedicaron en promedio 7 horas y 46 minutos al día en actividades de trabajo no remunerado y los hombres 3 horas y 6 minutos.