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Vestigios de la influencia europea en el folclor latinoamericano: las décimas

Sofía Perez

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La música es una de las manifestaciones más importantes de la identidad cultural de una comunidad. Esta recoge experiencias, técnicas corporales, herramientas e historias de una comunidad específica y su cultura. Según José María Peñalver:

La palabra cultura, etimológicamente procede del verbo latino colere (cultivar) y en sentido metafórico, puede referirse al cultivo del espíritu humano. Hace referencia a los modos de vida, tradiciones y costumbres, así como a los conocimientos y al grado de desarrollo artístico, científico y tecnológico de una sociedad. La música es cultura puesto que constituye desde el principio de la humanidad una de las manifestaciones más importantes dentro del contexto cultural de cualquier época o civilización. (s.f, pág. 2)

El presente texto comparte la idea de Peñalver de que la música comprende una de las manifestaciones culturales más importantes para la humanidad. En ese sentido, resulta interesante preguntarse por las pistas que arroja la música de lugares específicos como América Latina. En este caso, es posible afirmar que la música latinoamericana es ejemplo de la fuerte influencia europea en la evolución de la cultura latinoamericana, especialmente tras el periodo de la Colonia española.

Lo anterior se debe a que la estructura musical de muchos de los ritmos típicos de varios países latinoamericanos sigue reglas fabricadas en Europa y transmitidas al continente a través de las rutas comerciales del Imperio Español como la regla de la décima espinela. Según el cantautor Jorge Drexler, la décima espinela está presente en los diferentes ritmos y canciones que componen la música latinoamericana y puede identificarse pues estas estrofas “Son diez versos, ocho sílabas cada uno. El primero rima con el cuarto y con el quinto. El segundo, con el tercero. El sexto con el séptimo y con el décimo y el octavo, con el noveno” (2017). Para demostrar lo anteriormente mencionado, es necesario hacer un breve resumen sobre la historia de la décima para luego demostrar su influencia en la música latinoamericana, así como la importancia de esta música como manifestación cultural.

A saber, la décima espinela es un tipo de composición literaria y musical en la que las frases riman entre sí de una manera particular. Esta estructura fue inventada por Vicente Espinel, de quien, según Maximiano Trapero:

Hoy, cualquier decimista español, portugués o hispanoamericano, incluso los que improvisan en metros distintos a la décima, saben y repiten continuamente que la décima la creó Vicente Espinel y que por eso se llama espinela, que Espinel nació en Ronda, que Ronda pertenece a la provincia de Málaga y que ésta es una provincia andaluza. Además, algunos otros decimistas precisan el día y el mes del nacimiento de Espinel y hasta alguna otra circunstancia menuda de su vida, que más parece basarse en la imaginación que en la historia. Todos saben y repiten, a su vez, que la décima pasó a América y que allí se «aplatanó», se «acriolló». (2000, pág. 2)

Espinel creó la décima que lleva su nombre a comienzos del siglo XVI, periodo en el que empezo el flujo de materias y saberes entre América y España, por lo que la llegada de las décimas a América durante la época es un resultado de obvias causas. Sin embargo, lo que resulta interesante es que, aún en las prácticas que se denominan autóctonas de las regiones, permanece la presencia de la décima espinela.

Para demostrar que este fenómeno es transversal a la región, a continuación se muestra un análisis de diferentes canciones y ritmos considerados típicos en varias regiones del subcontinente. En primer lugar, se encuentra un ejemplo del son jarocho mexicano. A saber, este ritmo es típico del Estado de Veracruz en México y, hoy en día, es considerado parte del folclor y el patrimonio del país. Según Ishtar Cardona “El son Jarocho, la música originaria del centro-sur del Estado de Veracruz en México, también llamada música del Sotavento, ha sido considerado durante largo tiempo como uno de los componentes constitutivos de la herencia cultural nacional (2008, pág. 1).

En el siguiente son Jarocho tradicional, puede evidenciarse la estructura descrita por Drexler y, por ende, la influencia de la tradición española en la música mexicana:
 

Suena el fandango sureño
en el llano amanecido,
y todo lo acontecido
queda guardado en el sueño.
El tiempo no tiene dueño
y el son no tiene final.
Es como el cañaveral
que al cortarlo se renueva.
Agua que nace en la cueva
de un eterno manantial.

 

Lo mismo ocurre con fenómenos como el repentismo cubano y las décimas panameñas. Estos dos fenómenos se caracterizan por permitir el enfrentamiento entre dos artistas, que deben improvisar una canción sobre un tema específico frente al público. La única regla que deben seguir es el uso de la estructura de la décima espinela. En el texto escrito por Rosa Virginia Sánchez a un repentista cubano llamado Emiliano, se puede admirar la siguiente conversación:

-Emiliano, antes que nada, ¿podrías hablarnos en términos generales de lo que es el repentismo?
-Bueno, el repentismo, como lo dice, es la creación repentina, y en muchas partes del mundo se practica, en gran parte del mundo se practica el repentismo en diferentes formas estróficas. En Cuba, específicamente, (…) la rima tiene que ser consonante perfecta.
-¿Qué significa esto de la consonancia perfecta?
Que hay palabras que son parecidas, pero no riman exactamente igual, o sea, que tiene que ser estrictamente una rima con la otra, y no se permite ni siquiera que las palabras se parezcan porque son asonancia, ni rimar singular con plural. Y es que el repentismo ya tiene que tener una técnica muy alta, unas reglas muy estrictas. (s.f, pág. 5)


El fenómeno de la consonancia perfecta es muy común en ritmos típicos de los llanos colombianos y venezolanos, especialmente en el joropo y el galerón llanero. A continuación se muestran ejemplos tanto de las décimas panameñas (primero), como de una canción llanera que cumple con las características ya mencionadas.
 

1. Una ancianita vivía,
en el campo retirada
en diciembre visitada
por cuatro hijos que tenía
Josefo, Arturo y María,
pero Ernesto, el mayorcito
convertido en acolito
también fue y la visitó
sin dinero y no compró,
a su vieja un regalito.
2. Llanero sí soy llanero
Y el que quiera comprobarlo
Que vaya pal Casanare
Y pregunte en la costa el pauto
Como aprendí desde niño
A dominar un potranco
A ponerle el rejo a un toro
Cogé un novillo po´el tallo
A patronea´ una curiara
Por las crecientes de mayo.

 

Algo que es aún más interesante es que aun en ritmos modernos se hace evidente la influencia de la tradición española en la música, pues autores como Carlos Vives, cantautor colombiano, han compuesto sus letras siguiendo esta estructura del siglo XVI. Esto evidencia que el folclor y la cultura latinoamericanas, aun cuando se reinventan, vuelven a los principios relativos a la tradición española. Esto se evidencia en varias canciones, como la canción Décimas del parecido del autor ya mencionado.

Se parece el mango al jobo
Papayuela y fruta bomba
La guama a la cañandonga
Tamarindo y algarrobo
La pitaya al torombolo
Y el melón a la patilla
La uvita a la pimientilla
Cocombro y calabacín
Y la ciudad de New Orleans
Se parece a Barranquilla.

En conclusión, es evidente que en la música latinoamericana, que es expresión de la cultura de las comunidades que habitan en los territorios que comprenden esta región, existe aún hoy en día una gran influencia de la colonia española. Resulta interesante preguntarse, entonces, por las incoherencias que existen en algunos casos, en los que se hacen críticas al imperialismo y a la colonia europea utilizando este tipo de estructura de composición.

Bibliografía

Candela, P. (2013). Pa dos hijos que tenía [Grabado por P. Candela].

Cardona, I. (2008). Fandangos de cruce: La reapropiación del son jarocho como patrimonio cultural. Obtenido de https://es.scribd.com/document/338608110/El-son-jarocho-como-patrimonio-I-pdf

Drexler, J. (2017). Poetry, music and identity. Obtenido de https://www.youtube.com/watch?v=C2p42GASnUo&t=616s

Peñalver, J. (s.f). La cultura y sus espejos. La música como reflejo del fenómeno sociocultural. Castellón: Universidad Jaime I de Castellón. Sánchez, R. (s.f). La voz de un repentista cubano.

Trapero, M. (2000). Vicente Espinel, la décima espinela y lo que de ellos dicen los decimistas. Las Palmas de Gran Canaria: Universidad de La Palmas.

Valderrama, C. (1997). Llanero, sí soy llanero [Grabado por C. Valderrama].

Vives, C. (2001). Décimas del parecido [Grabado por C. Vives]. Colombia.