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Jaime Jaramillo Uribe in memoriam

Luis Enrique Nieto

Jaime Jaramillo Uribe in memoriam

Alguna cultura africana dice: cuando muere un viejo arde una biblioteca. Afortunadamente el inmenso saber que acumuló y divulgó el Profesor Jaime Jaramillo Uribe, a lo largo de su vida  ejemplar, se conserva gracias a sus discípulos y a pesar, diría yo, de sus editores que, en verdad no fueron muy acertados al momento de publicar sus obras.

De todas maneras no hay duda alguna de que Jaime Jaramillo Uribe es el historiador más importante de la nación que, hace varios siglos, intenta ser esta esquina de Sur América que hoy llamamos Colombia.

El título de “padre de la nueva historia en Colombia”  se lo ganó el Profesor Jaramillo literalmente contra viento y marea. Por cierto la navegación  en los embalses de la Sabana de Bogotá constituyó la afición predilecta de este ser excepcional, fallecido en Bogotá el pasado 25 de octubre de 2015.

Fundador del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia y del Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, fue  el director científico del irremplazable Manual de Historia de Colombia (Colcultura 1978-1980) y fue distinguido por las universidades Nacional y de los Andes como doctor Honoris Causa en reconocimiento a su incansable labor docente.

Jaime Jaramillo Uribe cursó la licenciatura en ciencias sociales en la Escuela Normal Superior  a la cual ingresó aconsejado por su director el médico José Francisco Socarrás, bachiller del Colegio del Rosario, formado bajo la égida del rector Rafael María Carrasquilla. Luego de estudiar derecho en la Universidad Libre vivió en Francia entre 1946-1948 años en los cuales estudió sociología e historia en la Universidad de Paris.

A su regreso al país Jaime Jaramillo Uribe padeció el oscurantismo y la reacción de la época, que consideraba a los egresados de la Escuela Normal Superior poco menos que terroristas.

Profesor visitante de la Universidad de Hamburgo, presentó allí su libro “El pensamiento colombiano en el siglo XIX” que, en la parte correspondiente a la educación, hace un ponderado análisis de las enseñanzas y de la influencia de Monseñor Carrasquilla, durante su rectoría de 40 años en el Rosario.

La Universidad Nacional y la Universidad de los Andes fueron los centros desde los cuales irradió su pensamiento. En esta última creó en 1965 el departamento de historia, desde donde formó el primer grupo de historiadores profesionales del país entre quienes se destaca el Colegial y Abogado Rosarista Germán Colmenares, del cual nuestro Fondo Editorial acaba de publicar su tesis de grado en jurisprudencia “Esquema para una Historia de las Ideas Políticas en Colombia durante el siglo XIX y otros textos la cual permanecía hasta ahora inédita.

Al igual que Germán Colmenares fueron discípulos aventajados del Profesor Jaramillo: Jorge Orlando Melo, Hermes Tovar Pinzón, Margarita González, Víctor Álvarez, Jorge Palacios Preciado y tantos otros que conformaron el grupo de la "nueva historia".

La labor magistral de Jaime Jaramillo Uribe, de manera rigurosa y objetiva, inició el proceso de construir una memoria, alejada de la visión escolar y hagiográfica, ingenua y en ocasiones equivocada o mal intencionada, que reflejada por  la academia oficial y por el inefable texto de Henao y Arrubla.

Durante muchos años, y desde la infancia, varias generaciones de colombianos nos educamos dentro del mito de este rico país, bañado por dos mares y cuya bandera tricolor simbolizaba todas las riquezas prodigadas en nuestra patria por voluntad divina. Fue preciso el luminoso ensayo de Jaime Jaramillo Uribe "La personalidad histórica de Colombia" para desmontar ese mito de la jauja suramericana, esa dañina mentira que, como alguien acertadamente señaló, equivale a concientizar a un infante de que, gracias a la riqueza de su familia, no debe preocuparse por el futuro, pues todo le es debido gracias a la providencia.

La nueva historia impulsada por el Profesor Jaramillo Uribe nos sacudió de ese marasmo esterilizante y nos ha permitido comprender al país en su exacta dimensión: "Colombia mi dulce y tremenda tierra" como la nombra Jorge Zalamea.

Hoy,cercanos a finalizar un conflicto casi eterno para iniciar la construcción de la paz, las lecciones del Profesor Jaime Jaramillo Uribe son un instrumento fundamental para emprender la nueva etapa de un país en verdad democrático, igualitario y justo. De una Colombia, en fin, que abandone el áurea medíocritas en que nos ha tocado vivir y en la cual no seamos -otra vez la voz del poeta en el Sueño de Las Escalinatas-: "hijos putativos de una despótica familia de próceres".