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Expo Milán 2015 y el legado de las ferias universales

José David Quiñones V.

Expo Milán 2015

Desde mediados del siglo XIX, con la expansiva ola de la Revolución Industrial, la industria global comenzó a emerger como un bien público haciendo su aparición en las ferias mundiales. La primera exposición universal registrada en la historia tuvo lugar en la ciudad de Londres, en 1851.
 
También conocida como “The Great Exhibition of the Works of Industry of all Nations” esta primera feria mundial fue dirigida por el príncipe Alberto de Sajonia, mejor conocido como el Príncipe consorte, esposo de la reina Victoria del Reino Unido de Inglaterra e Irlanda y presidente de la sociedad de Arte de Londres, en la cual un gran número de artistas y científicos solían compartir su conocimiento e ideas sobre variados y diversos temas del paradigma enciclopédico.
 
Cabe destacar la participación de Spencer Cavendish, duque de Devonshire; Henry Cole, miembro de la Real Sociedad para el Fomento de las Artes, Manufacturas y Comercio (Royal Society for the Encouragement of Arts, Manufactures and Commerce); el arquitecto Charles Barry y el ministro de Finanzas William Gladstone, quienes sobresalen entre otros por su participación y promoción de esta primera exhibición universal.
 
Con el propósito de dar a conocer al mundo las contribuciones de la humanidad que hasta ese momento habían permanecido en el tiempo y el espacio, el príncipe Alberto quiso exaltar las virtudes del progreso en relación con los más altos preceptos morales de la paz y la prosperidad, centrando la exhibición en los avances prácticos y ornamentales alrededor del mundo. Fue la primera vez que los cinco continentes desplegaron una muestra de su conocimiento, ingenio y creatividad de forma abierta y ordenada.
 
La idea del príncipe era exhibir un poco del legado histórico y cultural de la humanidad y los nuevos avances que pudieran hacer del mundo un mejor lugar para vivir, en el cual la raza humana estaría unida por el arte y la ciencia. Su objetivo era crear un símbolo de progreso en el cual los nuevos descubrimientos y avances de la ciencia serían compartidos por más personas a lo largo y ancho del globo terráqueo.
 
Esta primera exhibición en Londres ha sido considerada como el primer intento por conectar al mundo. De hecho, a partir de ese momento, los avances tecnológicos y científicos expuestos allí dieron paso a la conexión del mundo por medio de ferrocarriles, automóviles y aviones; además de grandes buques y todo un sistema de comunicación que ha contribuido hasta nuestros días a hacer las cosas con mayor eficacia y eficiencia.
 
La exhibición se llevó a cabo en el famoso Palacio de Cristal, construido para el evento a pesar de muchas críticas debido a su estructura de gran tamaño, elaborada casi por completo en cristal, lo que permitía una increíble entrada de luz en todo el recinto. Se trataba de un espacio interior de aproximadamente unos 10 000 metros, dividido en 4 secciones, donde se desplegaron otros tantos paneles que contenían igual número de categorías en que estaba dividida la exhibición: Manufacturas, Maquinaria, Materias primas (principalmente traídos de la India y Norteamérica)  y un último panel dedicado a las bellas artes.
 
Su propósito de mostrar los avances de la industria de todas las naciones y países no solo estuvo respaldado por la idea de “Progreso”, sino que además fue el inicio de una serie de exhibiciones que, a partir de ese momento, fueron consideradas universales; a diferencia de las que ya se realizaban a nivel local en países como Estados Unidos y algunos países de Europa, con un carácter netamente comercial.
 
Esta gran exposición de Londres, en el palacio de Cristal, abrió las puertas a una serie de exposiciones mundiales que, desde 1931, ha coordinado la Oficina Internacional de Exposiciones (Bureau International des Expositions, BIE), con sede en París, y un total de 168 miembros. En la actualidad, el BIE ha tenido como principal objetivo el intercambio científico y cultural, haciendo del tema de las exposiciones una plataforma de intercambio de  conocimiento para hacer frente a los más arduos retos que presenta el futuro.
 
En 1855 se celebró, en el Campo de Marte de París, la primera Exposición Universal dedicada a los productos de la industria, la agricultura y las bellas artes conocida como “Exposition Universelle des produits de l'Agriculture, de l'Industrie et des Beaux-Arts de Paris 1855”. Tuvo un costo aproximado de 5 millones de dólares, alrededor de 21 000 expositores y una gran acogida por parte del público parisino.
 
En 1862 y 1867, se llevaron a cabo la tercera y cuarta exposición universal en Londres y París, respectivamente. Se dice que, desde ese momento, hubo una yuxtaposición entre tecnología y cultura, debido a las dos visiones antagónicas de Francia y Gran Bretaña, y que continuaría durante décadas haciendo de las exposiciones internacionales un escenario de debate científico, ideológico, cultural y tecnológico.
 
En 1873, la ciudad de Viena recibió cerca de 6,5 millones de visitantes para la Exposición Universal que tenía como tema “Cultura y Educación”. Hubo cerca de 26 000 expositores y una inversión aproximada de 11 millones de dólares. Para esta exposición, se construyó el edificio conocido como la Rotonda, en el famoso parque vienés Prater. Como el Palacio de Cristal de Londres, fueron devorados por las llamas en 1936 y 1937, respectivamente.
 
Así como este existen muchos otros ejemplos del legado cultural, artístico, científico y arquitectónico de las ferias mundiales. Resulta interesante ver que la creatividad e innovación de los individuos que han participado en este proceso global han ido creciendo y tomando lugar en las ciudades en forma de estructuras específicas y edificios que se han conservado como parte del patrimonio de la humanidad.
 
En 1878, durante la tercera Exposición Universal de París, la cara de la Estatua de la Libertad fue presentada en el Campo de Marte donde, más adelante, en 1889, se construiría la Torre Eiffel para la cuarta Exposición Universal de París. Muchas de las ideas y avances que conocemos en nuestros días han visto la luz gracias a estas exposiciones, que siguen fascinando al mundo por su creatividad y visión futurística.
 
En Filadelfia, en 1876, el escocés Alexander Graham Bell presentó el primer modelo de lo que más adelante se convertiría en el teléfono. El estadounidense Thomas Alva Edison patentó el fonógrafo en Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá; y lo presentó en la tercera Exposición Universal de París, en 1878.
 
Para la Exposición Internacional de las Artes y la Tecnología aplicadas la vida moderna, realizada en París en 1937, Pablo Picasso presentó el Guernica y Joan Miró El Segador (campesino catalán en rebeldía), para el pabellón de la República de España. El primero fue una crítica a la guerra y el segundo una protesta contra la violencia que vivió España luego de la guerra civil. Para esta exposición también fue construido el Museo del Hombre y el Palacio de Tokio, donde se encuentra el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París.
 
Las exposiciones universales han venido cambiando la arquitectura de las ciudades, a tiempo que han desarrollado una compleja red de conocimientos como parte de la plataforma cultural de las ciudades. Ha sido un espacio propicio donde se reúnen artistas, científicos e intelectuales de todas partes del mundo para intercambiar sus ideas y conocimientos acerca de los más sofisticados y variados temas. Además, es importante resaltar la participación del público en general, que contribuye al enriquecimiento de la experiencia humana y al despliegue de información de los avances del mundo, así como de los temas más complejos que enfrenta hoy el planeta.
 
En los últimos anos, el tema del desarrollo sostenible y la educación ha generado especial atención en las ferias mundiales. Los ejemplos de Shanghái 2010, Yeosu 2012 y Milán 2015 bastan para evidenciar cuáles son las necesidades del mundo de hoy y las posibles soluciones a temas como el desarrollo urbano sostenible, la preservación y el sostenimiento de los océanos y sus costas y, finalmente, el tema de la alimentación y el uso de los recursos naturales.

Precisamente, el pasado 31 de octubre se llevó a cabo la clausura de la Exposición Universal de Milán 2015, que tenía por tema “Alimentar al Planeta, energía para la vida”. Naturalmente, el presidente de la República italiana Sergio Mattarella expresó con orgullo el haber concluido con éxito este gran evento, que duró seis meses y atrajo alrededor de 21,5 millones de visitantes. El mensaje ha sido universal: la Exposición de Milán, además de enriquecer a los italianos y llenarlos de orgullo, es un punto de partida para repensar el mundo en función del desarrollo sostenible.
 

Finalmente, hay que reconocer que, a pesar de las muchas fallas logísticas, los problemas de corrupción que se dan en todas partes del mundo y la historia un poco compleja del progreso, el arte y la ciencia, las exposiciones universales han contribuido enormemente a generar espacios para el intercambio de conocimiento y la divulgación de avances científicos y artísticos. Además, las ferias han sido de gran ayuda para pensar y analizar las posibles soluciones a los más difíciles desafíos que presenta el futuro para el planeta Tierra.
 
Su legado es enorme y la historia ha sido escrita y dirigida desde allí. La idea de civilización y la gran familia humana se ha nutrido de estos magníficos eventos. En 2020 se llevará a cabo la próxima gran Exposición Universal en Dubái, del 20 de octubre al 10 de abril de 2021, cuyo tema será: “Conectando mentes, creando el futuro”, dejando la discusión del futuro de la comida para centrarse en la sostenibilidad, oportunidad y movilidad.

 

Bibliografía
 
Alexander C.T. Geppert, Jean Coffey and Tammy Lau, International Exhibitions, Expositions Universelles and World’s Fairs, 1851-2005: A Bibliography
 
Bureau International des Exhibitions
 
Linden Gordon, Creighton Paul W, The expo book, a guide to the planning, organization, design, and operation of world expositions, published by the expo book jrdv architects, 2014
 
Expo Milano 2015 has come to an end. Sergio Mattarella officially closed the event that “has embraced the whole world” Documento electrónico. http://www.expo2015.org/en/news/expo-milano-2015-has-come-to-an-end--se…--