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Probono, la responsabilidad social de los abogados

Mónica Andrea Redondo Aguillón

Probono, la responsabilidad social de los abogados

 

Probono es una palabra cuyo significado es desconocido para muchas personas; incluso muchos abogados la desconocen. Por esta razón es tan importante fortalecer la práctica Probono en la prestación de servicios legales.
 
El trabajo Probono tiene como objetivo contribuir a mejorar el acceso a la administración de justicia, a personas y a grupos de la sociedad que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y que, por su misma condición, no pueden acudir a un profesional del derecho para resolver sus necesidades legales.
 
En Latinoamérica, la Red Probono está constituida por más de 12 países, que coordinan su labor con abogados voluntarios, trabajando en diferentes áreas de proyección regional.
 
Como estudiante de derecho, he podido observar muchas injusticias contra los derechos de las personas; sobre todo porque los inescrupulosos sacan provecho de la falta de conocimiento jurídico de la sociedad.

Nosotros, estudiantes de una prestigiosa universidad, al estar en una situación privilegiada, debemos tomar conciencia de la importancia de poder acceder al conocimiento y de cómo debemos compartirlo con los más vulnerables.
 
Esta responsabilidad debe inculcarse desde la formación académica, estableciendo unos valores y principios que guíen el ejercicio del abogado, definan además su interconexión con los demás actores de la comunidad legal y su responsabilidad en defensa del interés público, la transformación de nuestra sociedad y la exploración de mecanismos que permitan una acceso real y efectivo a la justicia, en todos los sectores de la sociedad.
 
Desde épocas remotas, el ejercicio de la profesión de abogado significó un alto estatus social y una importante influencia en la comunidad, por la institucionalidad que implementaron en torno al ejercicio de la profesión, además de su funcionalidad dentro del mercado de servicios que requiere una sociedad organizada.
 
Otro de los rasgos importantes que ha distinguido a los abogados es el compromiso profesional, librando en el derecho duras y largas batallas en aras de promover los derechos civiles y políticos de los ciudadanos.
 
El servicio Probono es especial, ya que quienes van a prestar la ayuda legal son profesionales del derecho que donan su tiempo. Su motivación es ayudar a alguien que lo necesita, actuando con la claridad de quien ha entendido la responsabilidad social de su profesión . El propósito del Probono es lograr la igualdad e inclusión social, mediante la resolución de las contingencias que a las personas se les presentan.
 
Tales aspectos distinguen esta labor de los servicios ofrecidos por los consultorios jurídicos, donde quienes se hacen cargo de los casos son estudiantes de último año de derecho, cuya motivación es cumplir con sus requisitos de grado. A decir verdad, muchos de estos servicios se prestan de manera deficiente, dejando a los usuarios en condición de desamparo y, lo más grave, sin resolver su problema legal.
 
En Colombia, aproximadamente el 30% de los municipios no cuenta con jueces, de lo cual resulta que no opera el estado social de derecho. A los implicados por delitos, que se logran atrapar, la probabilidad de que se les condene no supera el 20% y, en el caso de homicidios, no supera el 3%. Nuestro sistema judicial es altamente ineficiente, ocupando el sexto lugar como la justicia más lenta del mundo y la tercera más lenta de Latinoamérica, con promedio de 1346 días de duración de un proceso. Se estima que podrían pasar más de 10 años, antes de que el sistema judicial de Colombia pueda ponerse al día.
 
Todos los profesionales del derecho tenemos una importante responsabilidad y obligación de conseguir que la justicia llegue a todos los ciudadanos, que sea un derecho público, contribuyendo a que se formule una justicia más justa y eficiente.
 
Muchos de nuestros sociólogos contemporáneos y variados sectores de nuestra sociedad consideran que el problema más grave es la falta de justicia, porque el derecho se genera sobre la vida social misma, alimentándose de la vida cotidiana, apoyándose en las experiencias vividas, siendo su base y su razón. La forma en que se desarrolla el derecho es reflejo de las obras y acciones del hombre.
 
Como abogados, no podemos tener una actitud indiferente ante tantas injusticias cometidas a diario. Nuestra posición debe ser diáfana e indubitable en la defensa de la justicia.

Hay miles de historias en que seres anónimos de nuestra sociedad, a veces de manera gratuita, a veces como víctimas o victimarios, deben acercarse a los servicios de la justicia, comenzando un cruel y desgastante martirio . Situaciones que muchas veces se ven afectadas gravemente por el quehacer del abogado de turno, su negligencia o la falta de habilidad para actuar de tal forma que no se perjudique a su cliente.
 
Este artículo pretende conmover las fibras más íntimas de nuestro ser, nuestra conciencia, haciéndonos pensar en los demás, analizando la catastrófica situación de la justicia en nuestro país.
 
Los derechos de los niños, los ancianos, las personas con algún tipo de discapacidad, las mujeres, los enfermos, los pobres, etc., ellos también deben ser nuestra población objetivo, de trabajo de vida laboral. Cuarenta horas mensuales dedicadas al trabajo voluntario, de ayuda mutua, de solidaridad, nos reencuentran con la esencia misma de nosotros como seres humanos y, por ende, con la esencia del derecho.