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La renovación de la política exterior en Egipto

Natalia Jiménez Esguerra

La renovación de la política exterior en Egipto

Aproximación al Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto

La diplomacia egipcia data de la época de los faraones, quienes iniciaron contacto con sus vecinos mediante expediciones e intercambio comercial, como se puede apreciar en los grabados de los templos de la tercera dinastía del Imperio antiguo de Egipto. No obstante, se puede decir que las raíces de la escuela moderna de la diplomacia egipcia se remontan a 1258 a. C., cuando se firmó el primer tratado de paz oficial en la historia de la humanidad, entre el faraón egipcio Ramsés II y Hattusili III, rey de los hititas. Una réplica de este tratado se encuentra en la sede principal de la ONU en Nueva York, como evidencia de la experiencia y trayectoria de Egipto en la diplomacia, que aún se mantiene y defiende activamente los intereses de la nación y de los ciudadanos[1].

Ahora bien, el Ministerio de Relaciones Exteriores se creó durante la primera mitad del siglo XIX, durante el mandato de Mohammed Alí, quien intento modernizar a Egipto, adoptando la división administrativa del Estado francés. En ese entonces, al ministerio se le denominó Consejo de Autoridad en Asuntos Exteriores, y se instauró con el fin de organizar los asuntos internos y externos del Estado, principalmente sobre los asuntos comerciales y de los ciudadanos. Luego, aunque se mantuvo la misma estructura, cambió su nombre por Consejo de Autoridad para la Política Exterior, uno de los cuatro consejos principales del Estado, y se ocupaba de la abolición de la esclavitud y del seguimiento de los tratados internacionales[2].

Abdel Khalek Tharwat fue el primer ministro de Relaciones Exteriores, con quien se inició la renovación del Ministerio, creando cuatro direcciones principales: a) Despacho del Ministro, b) Dirección de Asuntos Políticos y Comerciales, c) Dirección de Asuntos Consulares, y d) Dirección de Asuntos Administrativos. Asimismo, el nivel de representación de las misiones extranjeras en El Cairo mejoró progresivamente, teniendo en cuenta que hasta 1914 estuvo limitada a Cónsul General, después de 1922 a Ministro Plenipotenciario y, solo en 1936 con el Acuerdo entre Egipto y Gran Bretaña que puso fin a la ocupación militar británica, se le permitió a Egipto ingresar a la Liga de las Naciones y ascendió el nivel de representación diplomática a Embajador[3].

Ahora bien, la revolución de 1952 dio paso a una restructuración del Ministerio, para adaptarse a los cambios de la comunidad internacional y establecer las bases de la práctica diplomática egipcia. Asimismo, se definió el rol del Ministerio dejando a su cargo la política exterior de Egipto, promoviendo las relaciones con gobiernos de los demás Estados y las organizaciones internacionales, sin desproteger los intereses de la nación egipcia, así como también emitiendo pasaportes diplomáticos y siguiendo temas relacionados con los privilegios e inmunidades diplomáticos[4].

Desde 1979, se dio una reorganización de esta entidad para responder a las nuevas dinámicas propuestas por el Tratado de Paz con Israel, y mejorar el Instituto de Estudios Diplomáticos. De igual manera, con el ascenso de Hosni Mubarak al poder, se dieron algunas modificaciones en concordancia con las dos Convenciones de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas y Consulares (1961 y 1963). Ya en los años 90, gracias al fin de la Guerra Fría, la revolución tecnológica y de la información, la nueva configuración del sistema internacional, el nuevo protagonismo de las organizaciones no gubernamentales y la globalización económica, se dio un cambio en la práctica de la diplomacia egipcia para mejorar el proceso de toma de decisiones en la política exterior, así como fortalecer y desarrollar las habilidades de los diplomáticos[5].

En razón de esta nueva realidad, se establecieron y desarrollaron nuevos departamentos para orientar los asuntos de gran importancia en la comunidad internacional, como la carrera armamentista, la cooperación para el desarrollo, los derechos humanos, el medio ambiente, el Movimiento de los No Alineados y otros temas en cabeza de la ONU. También se crearon secciones dirigidas por ministros asistentes, responsables del trabajo referente a regiones geográficas específicas, que permitieran un acercamiento o seguimiento a los países emergentes en el panorama internacional. Asimismo, se le dio prioridad a la cooperación con las demás autoridades estatales e instituciones para trabajar dentro de un marco de práctica y conocimiento académico; se fortaleció el Instituto Diplomático para preparar a los diplomáticos en sus labores y los distintos retos que se venían presentando para la comunidad internacional[6].

De acuerdo con el Embajador Tarek Elkouny[7], para los diplomáticos egipcios es un orgullo ser parte de la Cancillería y de una carrera diplomática de alto nivel y tradición internacional, si se tiene en cuenta que, en el ámbito multilateral, las delegaciones egipcias han sido esenciales en todos los procesos de negociación, por su rol activo y propositivo. Esto se puede evidenciar en diferentes iniciativas que han sido promovidas por Egipto, entre ellas la Liga Árabe, la Iniciativa de la Cuenca del Nilo y las negociaciones que dieron fin a la crisis en Gaza, en noviembre de 2012.
En ese sentido, el proyecto del gobierno egipcio de materializar el deseo de crear unidad entre los países árabes terminó con el establecimiento de la Liga Árabe, el 11 de mayo de 1945, como un organismo que protege los intereses de la nación árabe y promueve la cooperación en ámbitos políticos, económicos, culturales y sociales. Otro ejemplo del liderazgo de Egipto es la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, un programa que, si bien busca proteger y garantizar el recurso del agua para Egipto, teniendo en cuenta que es la principal fuente hídrica de este país, también pretende institucionalizar en alguna medida el apoyo y cooperación que ha brindado, desde 1925, a los demás países de la Cuenca, como se vio en la construcción de las Reservas Blue Nile en Sudán y Owen Falls en Uganda; la generadora eléctrica en Khartoum y el Centro de Investigación sobre el Agua en Tanzania. Por lo tanto, esta incitativa busca crear una visión común sobre cómo sacar beneficio del Nilo y de esta asociación de países, mediante proyectos de carácter ambiental, sobre la agricultura, el comercio regional y el desarrollo socio-económico, entre otros[8].

Por último, es importante mencionar el rol de mediador que jugó el gobierno egipcio entre Hamas e Israel para la resolución de la crisis en Gaza, en noviembre de 2012, que dejó ver nuevamente el nivel y experiencia de la diplomacia y el liderazgo regional de Egipto, teniendo en cuenta que el gobierno del expresidente Morsi permitió el acercamiento entre el gobierno israelí y el grupo Hamas, para terminar con la crisis de ocho días que dejó 173 muertos, de los cuales 167 fueron palestinos y 6 israelíes[9].

La política exterior de Egipto

La política exterior de Egipto tiene como objetivos principales proteger la seguridad nacional, los intereses de la nación y promover el desarrollo sostenible del país. En ese sentido, Egipto se rige por los principios del fomento para la paz, el respeto mutuo entre las naciones, el apoyo al rol de las organizaciones internacionales, la solidaridad internacional, la promoción del aspecto económico en las relaciones internacionales y priorizar en la política exterior los lazos árabes, islámicos y africanos[10].

Por lo tanto, las relaciones exteriores de Egipto están determinadas, en términos de con quién y cómo interactúa, por factores culturales, geográficos, geoestratégicos e históricos. Esto se evidencia en los círculos de interés a los que presta mayor atención, que en orden de prioridad son: primero, los países de la región de Oriente Medio y el norte de África y los vecinos de la cuenca del Nilo; seguidos por las grandes potencias, tanto regionales como mundiales, que tienen cierta influencia sobre la política egipcia; y por último, todos aquellos países que, aunque no tienen mayor injerencia en la región, sí tienen una relación de mutuo beneficio, en términos de cooperación[11]. Asimismo, desde junio de 2013, Egipto ha orientado sus esfuerzos a enfrentar la amenaza global del terrorismo y del fundamentalismo islámico[12], en tanto que estos fenómenos, en alguna medida, han desafiado la seguridad del pueblo egipcio, que ha sido una de sus grandes víctimas, durante los últimos dos años.

Teniendo en cuenta el interés fundamental de Egipto en mantener el orden y estabilidad regional, se ha permitido desarrollar su habilidad para liderar el Oriente Medio y orientar sus esfuerzos hacia la consecución de sus objetivos. Ello también ha sido consecuencia de la conjunción de varios factores: el demográfico, su ubicación geopolítica, su capacidad militar, como también su rol histórico y contemporáneo, como corazón de la innovación cultural e intelectual en el mundo árabe[13].

La ubicación geográfica de Egipto ha definido su política exterior en tanto que, al encontrarse en una región inestable, sus esfuerzos se han encaminado hacia la promoción de la paz y estabilidad regional. El Oriente Medio ha sido una de sus prioridades, pues cualquier suceso en la zona afecta directamente la economía y estabilidad del país, como se ha visto con las diferentes crisis del petróleo y del Golfo, desde el 2011 con las diferentes revueltas en la región y, ahora mismo, con la amenaza de los grupos fundamentalistas islámicos.

Pero esta misma amenaza latente ha permitido que, a través de los años, hayan ganado experiencia y autoridad en la comunidad internacional, especialmente para que se les tenga en cuenta cuando se trata de resolver problemas o crisis regionales. Cada decisión que toma Egipto en relación con su política exterior es resultado de un cálculo estratégico. Desde la expulsión de consejeros soviéticos en 1975, durante el gobierno de Anwar Sadat, que desencadenó la competencia entre Estados Unidos y la URSS por el Oriente Medio árabe y mejoró las relaciones en la región; de igual manera, el Tratado de Paz con Israel fue una estrategia para terminar con la inestabilidad política generada por las guerras con Israel. Asimismo, el apoyo a Irak en la guerra contra Irán, desde 1980; y luego en los 90, el apoyo a la intervención militar de Occidente cuando Saddam Hussein se convirtió en una amenaza para la estabilidad regional[14].

En este sentido, bajo el poder de Hosni Mubarak, la política exterior estuvo principalmente orientada a las potencias de Occidente, como consecuencia del Tratado de Paz con Israel en 1979. Desde entonces, la relación con Estados Unidos y Europa era más una alianza estratégica de mutuo beneficio que permitía mantener, en alguna medida, en equilibrio a la región del Oriente Medio y el liderazgo regional de Egipto.

Sin embargo, el 25 de enero de 2011 puede considerarse como punto de referencia del momento en que se dio una reorientación y nuevo enfoque a la política exterior egipcia, que desde entonces se ha caracterizado por el equilibrio y apertura, en tanto que si bien se han mantenido las buenas relaciones con sus antiguos aliados, también ha buscado diversificar sus países socios y amigos.

Un ejemplo claro es el protagonismo que se le ha dado a Rusia, que incluso desde el gobierno de Mohamed Morsi inició su acercamiento y ha seguido fortaleciéndose, lo que se ve reflejado en el apoyo brindado hasta ahora, en el ámbito de seguridad y defensa, como los entrenamientos navales conjuntos en el Mediterráneo, celebrados por primera vez el pasado 10 de junio. De igual manera, el apoyo en temas primordiales como el abastecimiento de trigo para la seguridad alimentaria de Egipto y la lucha contra el terrorismo, además de los trabajos que se están llevando a cabo para la construcción de la primera planta de energía nuclear egipcia.

Por otro lado, América Latina ha tomado relevancia en la agenda egipcia, si se tiene en cuenta que este año, en el mes de abril, ya se realizó una gira que incluyó a Colombia, Cuba, Guatemala, México y Panamá, por parte del ministro Asistente para Asuntos de las Américas y la Organización de los Estados Americanos, el embajador Mohamed Farid Mounib, para fortalecer los lazos bilaterales en cuestiones de cooperación, educación, cultura, turismo y comercio. Durante esta visita se firmaron varios acuerdos, lo que reafirma el fortalecimiento de las relaciones de Egipto con América Latina, entre ellos dos acuerdos con Colombia, uno sobre exención de visas para pasaportes diplomáticos, oficiales y de servicio; y otro sobre cooperación en temas de turismo. Asimismo, en México se firmó un memorando de entendimiento para el fortalecimiento de la cooperación internacional para el desarrollo, y se acordó trabajar en pro del comercio bilateral, creando condiciones que faciliten y aumenten el intercambio comercial y la inversión entre los dos países. Con Guatemala se firmó un acuerdo de exención de visas y también un documento para la protección y restitución de bienes culturales robados o ilícitamente transferidos.

Por otro lado, en julio se firmó entre Panamá y Egipto un acuerdo de cooperación en el desarrollo de la agricultura, y en agosto se reactivó el acuerdo entre las cámaras de Comercio de Egipto y Honduras. Todo esto deja ver el interés de Egipto en el fortalecimiento de la relaciones con los países de América Latina, teniendo en cuenta que en las relaciones bilaterales con los países de esta región no se ve la desigualdad o dependencia de uno con otro, sino más bien una paridad entre los Estados.

Con respecto a China, su relación económica ha sido mucho más activa desde 2013, le ha otorgado $120 millones de dólares para programas de desarrollo y $ 304,5 millones de dólares en préstamos a Egipto. En puntos de seguridad y defensa, también se han firmado acuerdos para abastecimiento y fabricación de armas y equipamiento militar. Por último, en junio de este año se firmó un preacuerdo de $ 10 billones de dólares para financiar proyectos en los sectores de electricidad y transporte, incluyendo nuevas vías férreas y modernización de las vías existentes.

Es importante señalar también que la elección de Egipto como uno de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, el pasado mes de octubre, le otorga un rol activo en la lucha contra el terrorismo, teniendo en cuenta que este país ha sido una de las mayores víctimas de este fenómeno proveniente de los grupos fundamentalistas como ISIS, el cual hoy se considera una amenaza global.

Con la revuelta de 2011, se puede evidenciar que si bien la política externa es autónoma con respeto a la interna, las dos se encuentran íntimamente ligadas y lo que sucede a nivel doméstico tendrá repercusión en la manera como el Estado se relaciona con la comunidad internacional, y viceversa.

Teniendo en cuenta que vivimos en un mundo globalizado, las relaciones con los demás Estados son de gran importancia para el desarrollo de una nación. Por esto, es vital el papel de los diplomáticos en el establecimiento y fortalecimiento de las relaciones bilaterales y multilaterales, especialmente en los momentos de transición de los Estados, en tanto que la cooperación que puede brindar la comunidad internacional, en general, se convierte en un tema esencial para culminar con éxito esa etapa.

Igualmente, es importante la diversificación de los países aliados, lo que permite disminuir la dependencia de una gran potencia y tener más alternativas en temas de cooperación, así como mayor influencia internacional.
Por tanto, se puede concluir que el proceso que ha seguido de Egipto desde el 25 de enero de 2011, en términos de política exterior, ha sido buscar nuevos grandes aliados, fortalecer y sacar mayor provecho de las relaciones que ya se mantenían, pero que no se habían explotado de manera adecuada.

 

[1] Arab Republic of Egypt Ministry of Foreign Affairs. “History of the Ministry of Foreign Affairs”. Consulta realizada el 15 de junio de 2015 Ver aquí

[2]Ibíd.

[3] Hourani, Albert. “Intentos de Acuerdos Políticos”. La Historia de los Árabes. Traducción Aníbal Leal, 1.ra edición octubre 2013. Consulta realizada el 30 junio de 2015.  Ver aquí

[4] Arab Republic of Egypt Ministry of Foreign Affairs. “History of the Ministry of Foreign Affairs”.

[5] Ibíd.

[6] Ibíd

[7] Ministro Asistente y delegado permanente ante la Liga Árabe, exembajador de Egipto en Colombia.

[8] State Information Service, “Egypt and Nile Basin Countries”. Consulta realizada el 9 de agosto de 2015 Ver aquí

[9] BBC NEWS, “Gaza crisis: Toll of operations in Gaza”. Consulta realizada el 6 de agosto de 2015. Disponible en la página web Ver aquí

[10]State Information Service, “Principles, Goals and Circles of Interest”. Consulta realizada el 6 de julio de 2015. Disponible en la página web:  Ver aquí

[11]Nabil Fahmy, "Egypt in the World”. Cairo Review 6/ 2012, 92. Consulta realizada en julio 30 de 2015. Ver aquí

[12]State Information Service, “Principles, Goals and Circles of Interest”.

[13]Fahmy, ”Egypt in the World”, 95.

[14] Fahmy,”Egypt in the World”. 94.