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Funeral siniestro: 40 años de la ópera prima de Jairo Pinilla y del terror en el cine Colombiano

Norman Felipe Sarmiento Salcedo

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El terror como género siempre ha formado parte de la historia del llamado séptimo arte. Desde sus mismos orígenes se han filmado historias espeluznantes, monstruos alucinantes, psicópatas indeseables, en fin, una serie de mórbidos momentos que provocan en los espectadores sensaciones de horror o de miedo. Películas clásicas como Una noche terrible (Une nuit terrible) (1896) y La mansión del diablo (Le manoir du diable) (1896) dirigidas por Georges Méliès, son consideradas los orígenes del cine de terror, razón de más para darle su merecida posición histórica a este género, pues vale recordar que la patente del cinematógrafo, realizada por los hermanos Lumière, data de 1895.

En el caso colombiano, la primera proyección del cinematógrafo fue en tierras panameñas (entonces pertenecientes a nuestro país) en el año 1897[1]. Para 1922 se realiza el primer largometraje de ficción nacional: María, dirigida por Máximo Calvo y Alfredo del Diestro y basado en la obra homónima de Jorge Isaacs[2]. A pesar de lo anterior, pasaron varios años, diversos directores, un sinnúmero de experimentos para que el cine colombiano empezara a encontrar su sello propio, hecho que se gestó desde los años 50 con películas como La langosta azul (1954) dirigida por Álvaro Cepeda Samudio, Nereo López y Luis Vincens; las realizaciones del director español José María Arzuaga durante la década de los 60 y los 70; la visión documental de Marta Rodríguez y Jorge Silva con Chircales (1964-1971); el cine producido por el Grupo de Cali en los años 70, principalmente por parte de Carlos Mayolo y Luis Ospina; en fin, diversos hechos y personajes que podríamos seguir nombrando, pero, para nuestro caso, deberiamos dirigir la mirada hacía la película Funeral siniestro (1977), realizada por el también caleño Jairo Pinilla Téllez pues, tanto la película en mención como su director, son dos momentos fundamentales en el cine colombiano y más exactamente, en el cine de terror.

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En palabras del propio Pinilla Téllez, haciendo un recuento histórico de su vida:

En 1944, el 21 de agosto, siendo las 11 de la mañana en la ciudad de Cali, nació Jairo Pinilla Téllez, de la unión matrimonial de Manuel José Pinilla y Leonilde Téllez. Era el tercero de los hijos después de Manuel Enrique Pinilla y Clara Inés Pinilla. Jairo experimentó desde muy pequeño una inclinación por la música clásica o música de cámara; los amigos o conocidos de la familia le decían con cariño que había nacido viejo; pero a Jairo le parecía al escuchar algunas obras de Beethoven, Mozart o su autor preferido que es Rossini, estar viviendo una gran película dentro de su imaginación [3].

Para los que no conocen el trabajo de este ingeniero eléctrico, podemos recordar que su producción cinematográfica asciende a más de medio centenar de rodajes entre cortometrajes, largometrajes y documentales, lo que nos lleva a considerarlo uno de los directores más prolíficos del cine colombiano. Entre sus obras más recordadas están 27 horas con la muerte (1981); Triángulo de oro - La isla fantasma (1983), que en sus propias palabras es uno de sus mejores trabajos[4]; Área maldita (1979); y, por supuesto, Funeral siniestro (1977), primer largometraje de ficción[5] realizado por él y el cual es considerado la primera película de terror hecha en el cine nacional, pues como nos recuerda Pinilla:

A mí me encantaban las películas mexicanas de Pedro Fernández, María Félix y Jorge Negrete. Pero tengo un lema desde hace muchos años: a mí no me gusta caminar para adelante porque camino igual que los demás, a mí me gusta hacer cosas que no hace nadie y ponerles mi propia marca. Si es lo más difícil, ¡allá meto la cabeza! También analicé qué era lo que más le gustaba a la gente y me di cuenta de que a todos nos llaman la atención el suspenso y el miedo. Como aquí nadie lo hacía, ¡qué verraquera, iba a ser el primero![6].

Durante la década de los años 70, el cine colombiano toma fuerza en el campo de la comedia, se presentan algunas películas como Esposos en vacaciones (1977), El taxista millonario (1979) o El inmigrante latino (1980), las cuales tuvieron importantes ganancias en taquilla, todas fueron dirigidas por Gustavo Nieto Roa y todas fueron protagonizadas por Carlos “El gordo” Benjumea. Pareciera que Nieto dio con la fórmula del éxito para llegarle al espectador colombiano. Frente a este hecho, nos dice Pinilla en el año 1982:

Aquí en Colombia el 90 por ciento de los productores de cine están haciendo reir. Casi todo el mundo trabaja con cine cómico. En fin de cuentas, no sé qué sea más fácil si hacer reír o hacer gritar. No sé qué digan los que hacen reír, yo encuentro más fácil hacer gritar (...) La verdad es que yo quiero salirme de ese género cómico que se acostumbra en Colombia. Aquí no hay quién haga terror.

Así pues, las palabras e iniciativas de este caleño nos acercan al porqué, dentro de este contexto, nace una película como Funeral siniestro.

Funeral siniestro, como hemos visto, es el primer largometraje de ficción realizado por este director, data de 1977 y su estreno se realizó en octubre de 1978. Fue protagonizado por Constanza Rincón, Gustavo de la Hoz y Derly Díaz, aunque también aparece Pinilla actuando. Su locación fue el municipio de Chocontá (Cundinamarca), ubicado a 75 km de la capital colombiana y la película inició con un presupuesto de seiscientos mil pesos de la época. Fueron diversos los rechazos para el patrocinio económico, entre estos el del Fondo Cinematográfico del Ministerio de Comunicaciones, pues según afirmaron en su momento el argumento de la película no era viable, ya que “...no era costumbre que una niña se quedara sola con un cadáver en una finca”[7], a lo que Pinilla respondió: “qué tal que se me hubiera ocurrido realizar la película Superman, si aquí en Colombia no es costumbre ver a los hombres volar con una capa roja”[8]. Así pues, entre contratiempos y tropiezos, y gracias a la ayuda de un amigo del director de nombre Carlos Rodríguez, “...se reunió el dinero, se compró el material virgen en la Kodak y se alquiló la cámara de Ritner Bedoya, quien la iba a manejar. Jairo logró un contacto en Laboratorios Caribe de Venezuela y a pesar de que no lo conocían le dieron un crédito de más de un millón de pesos”[9]. De nuevo, nadie es profeta en su tierra.

Una vez realizado el lanzamiento en las salas de cine del país, Funeral siniestro compitió, principalmente, con El patrullero 777 (1978) dirigida por Miguel Delgado y protagonizada por el inolvidable Mario Moreno “Cantinflas”. Aunque en sus inicios no fueron muchas las personas que asistieron a verla, con el paso de los días y apoyada sobre todo en el voz a voz más que en la publicidad, terminó siendo un récord en taquilla, ya que con más de 800.000 espectadores[10] y manteniéndose por tres meses en cartelera[11], constituyó un gran logro dado el contexto del que estamos hablando y, de la misma forma, propició el camino para que directores como Carlos Mayolo con Carne de tu carne (1983) y Luis Ospina con Pura sangre (1983) siguieran explorando y adaptando elementos del terror dentro de la producción colombiana[12].

Como vemos entonces, se conmemoran cuarenta años de la ópera prima de Jairo Pinilla Téllez[13], cuarenta años de una película histórica pues marca el nacimiento de la producción nacional cinematográfica alrededor del terror. Ahora, ya entrado el siglo XXI, vemos que la industria y el género han ido mejorando en cuanto tecnología, promoción comercial, inversión, entre otros, por ejemplo en películas como El páramo (2011) dirigida por Jaime Osorio o Saudó: laberinto de almas (2016) dirigida por Jhonny Hendrix Hinestroza, las cuales nos demuestran que este género se sigue trabajando y se sigue mejorando, pero que no por esto ya están solucionados del todo problemas antiguos y tradicionales conocidos muy bien por Pinilla: el patrocinio y apoyo nacional tanto estatal como privado.

Como ejemplo de lo dicho, en Colombia se están dando diferentes iniciativas que se ven obligadas a recurrir al apoyo internacional y que están siendo generadas por productores y directores para lograr el financiamiento necesario. De nuevo aquí está el caso de nuestro director en mención, pues la revista colombiana Semana publicó un artículo[14] en julio del año 2016 donde se indica cómo el Crowdfunding[15] se está convirtiendo en la forma de llevar a cabo producciones cinematográficas en nuestro país.

La historia dice que Pinilla, en los años ochenta, no logró pagar un préstamo a la desaparecida Focine y esta le embargó los equipos y varias cintas. Tuvo que dejar de rodar. Y es por eso que el director caleño decidió que El espíritu de la muerte 3D -la que será la última película de su carrera- se financie a través de crowdfunding.

De lograrse lo anterior, a pesar de las vicisitudes económicas, sería algo innovador en el cine colombiano y hasta latinoamericano, como parecer ser el efecto de muchas de las películas de Jairo Pinilla Téllez, pues, en palabras de él:

En Latinoamérica nadie ha hecho una película en 3D que no sea animada[16]. Llevo como seis años trabajando en eso, desde que fui a Estados Unidos y vi cómo lo hacían allá. Entonces llegué acá a aprender. Pero ser pionero es difícil. Lo mismo me pasó hace muchos años cuando hice la primera película digital en Colombia[17].

[1] Ministerio de Cultura de Colombia (2015). Colombia de película. Nuestro cine para todos. Recuperado de:

"http://www.mincultura.gov.co/areas/cinematografia/publicaciones/Documents/Cartilla%20Historia%20del%20Cine%20Colombiano%202015.pdf

[2] Obra que para este año cumple siglo y medio de existencia, pues fue publicada en 1867. Por esto, el Ministerio de Cultura de Colombia declaró el 2017 como el año Jorge Isaacs.Véase:

http://www.mincultura.gov.co/areas/artes/literatura/jorge-isaacs/Paginas/jorge-isaacs.aspx

[3] Pinilla Téllez, J. (1982). Recuento histórico de Jairo Pinilla Téllez. Cuadernos de cine colombiano. No. 8. Recuperado de: http://www.cinematecadistrital.gov.co/sites/default/files/mediateca/No.%208%20-%20Jairo%20Pinilla%20T%C3%A9llez.pdf

[4] Bleeding Noise Fanzine (2012). ¿Será Jairo Pinilla El Ed Wood Colombiano? (Entrevista inédita). [Entrada de blog]. Recuperado de: http://bnfanzine.blogspot.com.co/2012/08/sera-jairo-pinilla-el-ed-wood.html

[5] En el año 1974 Pinilla realiza su primer largometraje, dentro del género documental, titulado Funerales de Gustavo Rojas Pinilla; para el año 1976 realiza otro dentro del mismo género titulado Actividad del grupo indígena en Colombia. Es por esto que, Funeral Siniestro, su tercer largometraje, pero el primero de ficción, es considerado su ópera prima.

[6] Marca Colombia (2015). En Colombia también se hace cine de terror. Recuperado de: http://www.colombia.co/esta-es-colombia/cultura/en-colombia-tambien-se-hace-cine-de-terror/

[7] Pinilla Téllez, J. (1982). Recuento histórico de Jairo Pinilla Téllez. Cuadernos de cine colombiano. No. 8. Recuperado de: http://www.cinematecadistrital.gov.co/sites/default/files/mediateca/No.%208%20-%20Jairo%20Pinilla%20T%C3%A9llez.pdf

[8] Ibid.

[9] Ibid.

[10] Gallo, I. (2016). Jairo Pinilla: el padre del terror colombiano. Recuperado de: https://www.las2orillas.co/jairo-pinilla-peor-director-del-cine-colombiano/

[11] Señal Colombia. (2017). Una conversación de terror colombiano. Recuperado de: http://www.senalcolombia.tv/cine/noticias/una-conversacion-de-terror-colombiano

[12] Ospina y Mayolo con estas películas entran dentro del género que se ha denominado el “gótico tropical”, en el cual también podemos encontrar catalogada la novela de Álvaro Mutis La mansión de Araucaíma. El “gótico tropical” trata, de manera muy rápida, en la mezcla de los elementos de la novela gótica pero desarrollada en un ambiente tropical, de tierra caliente. Véase: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-30822016000200035

[13] Cabe resaltar el homenaje hecho a este director durante la edición 46 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya SITGES. Véase: http://www.proimagenescolombia.com/secciones/pantalla_colombia/breves_plantilla.php?id_noticia=5222

[14] Revista Semana. (2016). El cine colombiano hace vaca. Recuperado de: http://www.semana.com/cultura/articulo/cine-colombiano-se-financia-con-donaciones-y-crowfunding/482957

[15] Básicamente, se saca un proyecto adelante gracias a la colaboración financiera, principalmente donaciones, brindada por un número indefinido de personas interesadas, más no involucradas directamente en el mismo. Se están generando estas iniciativas por medio de plataformas de internet que exponen el proyecto, indican la meta económica establecida, permiten que cualquier persona desde cualquier parte del mundo haga su donación y, muchas veces, se ofrecen ciertos beneficios u obsequios dependiendo del monto donado.

[16] Cabe mencionar que el director Raúl García (Kalibre 35), y según lo que aparece en la página de internet de Proimágenes Colombia, ya finalizó hace varios años el rodaje de la película El circo fantasía, la cual es una coproducción colombo-venezolana y que fue grabada en 3D. A pesar de esto, no es mucha la información que se puede encontrar sobre algún estreno de la película y, como veíamos, en la página de Proimágenes Colombia la etapa de esta aparece “por estrenar”. Véase: http://www.proimagenescolombia.com/secciones/cine_colombiano/peliculas_colombianas/pelicula_plantilla.php?id_pelicula=2028 y http://www.proimagenescolombia.com/secciones/pantalla_colombia/breves_plantilla.php?id_noticia=2494

[17] Toro, J. (2016). ¿Terror colombiano en 3D?. Recuperado de: https://www.vice.com/es_co/article/terror-colombiano-en-3d