Pasar al contenido principal

¿Metrópolis sin agua? alerta para la vida y la supervivencia

Ricardo Andrés Roa-Castellanos

portada

De la misma manera que el devastador terremoto de 2010, en Haití, supuso una alerta[1] (p: 3) para los modelos de economía extractivista (que extraen de la naturaleza materias primas, sin una proporcional reposición de elementos); la sonada situación para inicios de 2018, en lo referente a Ciudad del Cabo (Cape Town), Sudáfrica, indicaba que esta metrópoli se quedará sin agua para Abril del presente año.

Eso debe bastar para permitirnos aprender, rectificar, (y prevenir) de la experiencia ajena, con urgencia.
El constante bombardeo informativo que presenciamos cada hora por diversas vías, en especial de temas menos “vitales”, nos lleva a sacar conclusiones falsas y descuidar lo más importante.
La supervivencia sin agua no es factible, ni para hombres, ni para animales o plantas.
 
Ecos y alertas terrestres
Como en el caso haitiano, que sigue sufriendo las consecuencias sociales y sanitarias del terremoto mencionado, años después de tal desastre telúrico[2], Puerto Rico -tras cinco meses de los huracanes Irma y María-, continúa al momento de escribir este artículo con sectores desprovistos de electricidad[3].

También, en otra esfera, la raíz llamada “yuca” o “casabe”, se convirtió en la reposición gastronómica de su dieta, pues al desarrollarse bajo tierra fue el ingrediente de cocina boricua superviviente disponible, ya que los fuertes vientos húmedos de los huracanes arrasaron con todos los platanales de dicha nación en perjuicio de su dieta habitual y seguridad alimentaria[4].

¿Qué tanto de todo lo enunciado es una advertencia para las demás naciones? Mucho, al ser también Colombia una nación caribeña, o notar como los violentos vientos cargados de agua, han incrementado su frecuencia inclusive en otras latitudes a manera de borrascas, vendavales, violentas nevadas, eufemísticos “temporales” o explosiones ciclónicas o anti-ciclónicas.

La inusitada humedad detrás de los vientos intensifica la violencia meteorológica.

Por fortuna, al ser humano no le es necesario lanzarse de pisos altos para saber que esta es una acción peligrosa y no recomendable si se pretende seguir con vida.

Tampoco tiene porque quemarse con cada fuego, o envenenarse con cada tóxico para cuidar su integridad y su vida. Aunque poco se valore, el ser humano, proclive a la inteligencia, tiene una fuerte tendencia a la racionalidad cuando se le explican razones y escucha, o ve, buenos ejemplos. Hay que prestar atención a la experiencia ajena.

El desequilibrio climático, producto del manejo negligente de la naturaleza, de forma manifiesta afecta las distintas esferas de la vida. No lo hace a futuro. Ya lo está haciendo.
 
El paradójico caso “ciudad del cabo”
Cape Town es la segunda ciudad sudafricana más importante, tras Johannesburgo. La mayor parte de su abastecimiento hídrico es debida a suministro por medio de hidroeléctricas (Vg. Embalses, pantanos o represas). Minoritariamente, la ciudad emplea agua proveniente de acuíferos profundos.

Es decir, geografías globales disimiles como Colombia o España, presentan semejanzas estructurales con dicho ejemplo en lo relativo no sólo a abastecimiento de agua potable sino de fuentes energéticas, desvanecidas por los extremos climáticos sudafricanos.

El progresivo incremento de temperaturas que ha venido padeciendo esta zona, recuerda lo obvio: A mayor temperatura, mayor evaporación.

Los embalses se han venido secando. El aspecto paradójico radica en que Ciudad del Cabo, pese a quedar desprovista de agua dulce en el futuro próximo, dentro del contexto africano, se ha considerado en grave riesgo prospectivo de quedar inundada a consecuencia del incremento en el nivel del mar por el Cambio Climático[5].

Figura 1. Aumento en metros del nivel del mar de acuerdo con el incremento proyectado de temperatura. Fuente: https://www.theatlas.com/charts/HJ0bOl0Cb

Figura 1. Aumento en metros del nivel del mar de acuerdo con el incremento proyectado de temperatura. Fuente: https://www.theatlas.com/charts/HJ0bOl0Cb
 
Como en el caso del sur de la Florida[6], los algoritmos de un incremento del nivel del mar pueden afectar inmediatamente el acceso al agua potable y ecosistemas enteros como los “everglades” o tipo de humedal único para estas regiones que pueden ser salinizados[7].
 
Las otras “metrópolis”
La devastación de la vegetación terrestre, que cubre y mantiene las fuentes de agua, se ha configurado en un motor de la merma de agua dulce a nivel mundial[8]. La capacidad de filtración y reabastecimiento de acuíferos profundos es disminuida en zonas sin vegetación y/o en zonas endurecidas[9].

Pero la gente, impertérrita aunque asustada y “consciente”, es incapaz de reaccionar y sembrar árboles.
Si bien hemos gravitado en la situación surafricana, es cierto que no es la única capital en riesgo inminente de esta clase de tragedia globalizada ante nuestra profunda estupidez centrada en el inmediatismo, la negligencia, y el confort.

Las 11 ciudades con un pronóstico negativo en el abastecimiento de agua son:

  1. Sao Paulo (Brasil)
  2. Bangalore (India)
  3. Pekín (China)
  4. El Cairo (Egipto)
  5. Yakarta (Indonesia)
  6. Moscú (Rusia)
  7. Estambul (Turquía)
  8. Ciudad de México (México)
  9. Londres (Inglaterra)
  10. Tokio (Japón)
  11. Miami (USA)[10].

Ejemplos como los racionamientos de Ibagué, la capital del Tolima, inducidos por sequías[11] e inundaciones[12] en los años precedentes, muestran que no son estos problemas exclusivos de las grandes urbes.

Reacción práctica como solución
Es momento de reaccionar con nuevas plantaciones de árboles en terrenos públicos, baldíos, de cuencas y cauces de ríos, irrigados para zonas marítimas con circuitos costeros de plantas desalinizadoras.
Las nuevas reforestaciones eco-replicativas, es decir, con múltiples especies biológicas vocacionales para cada medio, e intercaladas en su distribución, pueden ser ejercidas por funcionarios y la sociedad civil en actividades que son inmensamente más económicas que el oneroso daño engendrado en la pereza o el pesimismo inherente de la inacción y la desesperanza frente al tema.

 

 


[1] URL: http://unperiodico.unal.edu.co/fileadmin/user_upload/UNPeriodico130.pdf

[2] URL: http://www.eldiario.es/desalambre/Haiti-Despues-anos-terremoto-principio_0_472803042.html

[3] URL: http://eldia.com.do/puerto-rico-restablece-electricidad-tras-apagon-por-huracan-maria/

[4] URL: http://www.periodicolaperla.com/reina-la-yuca-tras-el-paso-de-los-huracanes/

[5] URL: https://www.news24.com/Green/News/rising-seas-from-warming-climate-threaten-major-cities-in-africa-20180119

[6] URL: https://www.npr.org/2016/05/25/477014085/rising-seas-push-too-much-salt-into-the-florida-everglades

[7] URL: http://www.ces.fau.edu/arctic-florida/pdfs/meagan-weisner.pdf

[8] URL: http://www.bbc.com/mundo/vert-fut-39699793

[9] URL: https://pubs.usgs.gov/circ/circ1186/html/gen_facts.html

[10] URL: http://www.bbc.com/mundo/noticias-42975307

[11] URL: https://www.elespectador.com/noticias/nacional/ibague-no-descartan-eventual-racionamiento-de-agua-sequ-articulo-584432

[12] URL: http://www.alaluzpublica.com/ibague-tendra-racionamiento-de-agua-durante-todo-abril/