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Análisis y Reacciones frente al Covid-19

Juan Andrés Rodríguez Gelacio

alegoria

Desde un punto de vista económico como el del presente escrito, la labor que habrá de hacer el gobierno colombiano después de lograr superar la pandemia del “Covid-19” será de gran complejidad. 

Tendrá la tarea de no solo lograr la estabilización y reactivación de la economía, sino también de generar condiciones óptimas y de mejora para todos aquellos afectados por el curso de esta pandemia.
 
Actualmente la sociedad colombiana se encuentra inmersa en un estado de evidente incertidumbre, el cual se encuentra reflejado en la economía. Entre tanto, se desea la pronta y satisfactoria terminación de esta crisis. Sin embargo, con fecha cierta no se sabe el momento en el que llegará ese estado de superación de la incertidumbre psicológica e inestable de los mercados.
 
Por tal razón, necesario y casi que podría calificar de primordial, que desde ahora se generen planes, proyectos y ayudas enfocadas en un corto, mediano y largo plazo, con el propósito de mitigar los efectos económicos y sociales a causa de la actual pandemia mundial.
 
Uno de los desafíos para las administraciones en todos los órdenes es reducir los efectos médicos del “Covid-19” sin causar con dichas medidas una crisis económica. No obstante, la creación e imposición de soluciones no es tarea fácil ya que se debe pensar en aquellas que provoquen la disminución y control total de la pandemia, pero a su vez, sin dejar a un lado los efectos económicos a causa de las mismas.
 
La actual directora del Fondo Monetario Internacional declaró en días pasados la entrada de la economía mundial a un estado de recesión, en el que se muestra la necesidad de dineros y ayudas para todos los países, pero en especial para las naciones que se encuentran en desarrollo y es por tal razón que en Colombia ya se han establecido medidas como los subsidios o el esquema de créditos y auxilios para las pequeñas, medianas y grandes empresas.

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Buscando opacar los altos índices de propagación de la pandemia, se estableció también el aislamiento preventivo obligatorio, socialmente conocido como la “cuarentena”, mal llamada así, en razón a que no se presuponen cuarenta días de aislamiento; sin embargo, dicha medida y su implementación deben ser analizadas de forma minuciosa ya que con una incorrecta implementación o enfoque diferentes sectores de la economía y del sector empresarial se verían notoriamente afectados al alejar a aquel consumidor de bienes y servicios.
 
Es evidente que esta pandemia afecta el curso normal y a todos los integrantes de la cadena económica; desde la persona que desarrolla sus actividades e ingresos en las calles, hasta aquel empresario dueño de locales, tiendas u hoteles. Se produce así la necesidad de una gran implementación de servicios y ayudas no solo en la actual etapa, sino también después de la crisis. 
 
Es casi que notorio que si desde ahora no se generan e implementan los planes correctos para evitar los efectos económicos y sociales del “Covid-19” y se continúe con unos periodos de aislamiento que se van alargando a medida que se acerca su terminación, para el momento en que médicamente se haya controlado o a lo mejor superado la pandemia, la economía se encuentrá en un evidente estado de necesidad y auxilio, donde será necesaria una inyección de dineros en la economía y a su vez, una reforma tributaria con grandes alzas e imposición de impuestos.
 
Para evitar llegar a dicha situación y más bien lograr el desarrollo y reorganización económica en una etapa post-pandemia, el gobierno deberá generar medidas que logren generar la reactivación de la economía para cada uno de los sectores de la población, para lo cual se deberán proporcionar ayudas, planes de financiación, apoyos tributarios, auxilios económicos e incentivos a la inversión. 
 
Cabe aclarar que dicha reactivación económica para nuestro infortunio y a mi modo de ver según los diversos análisis y estudios económicos, sociales, políticos y culturales (por ejemplo, en los demás países de América Latina y del mundo tales como la República Popular China y la república italiana), se va a ir dando de forma lenta y pausada y dependerá evidentemente de las medidas que desde hoy se proporcionen, los planes de implementación, mitigación y así mismo los efectos de estas en la ciudadanía y economía nacional. 

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Adicionalmente, tales disposiciones se deben proyectarse dependiendo de las diferentes zonas y regiones colombianas sobre su infraestructura y desarrollo socioeconómico para que de esta manera, se logre una correcta y debida implementación de las medidas y lograr poder controlar de forma uniforme la pandemia y los efectos económicos y sociales de la misma.
 
En conclusión, el panorama colombiano posterior a la pandemia del “Covid-19” es totalmente incierto, depende de las medidas, la implementación de estas y la proyección a corto, mediano y largo plazo que se haga; sin embargo, es notorio que dicha reactivación económica tan aclamada por estos días se dará en lentamente y bajo unos presupuestos de coordinación, apoyo y estructuración nacional.

Finalmente, es menester destacar que esos apoyos desde su nacer, deben ir proyectados hacia la mejoría y ayuda de cada uno de los sujetos pertenecientes e intervinientes dentro de la cadena económica colombiana para así generar los efectos positivos de forma generalizada y estructurada; eso sí, sin dejar a un lado el serial de medidas de salubridad a tomar para evitar mayores efectos negativos sobre la población que se traducirían y se marcarían en la economía y mercado nacional.