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Rompiendo Moldes: Por qué STEM demanda acciones afirmativas

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Columna de opinión: Rafael Alberto Méndez Romero - Decano de la Escuela de Ingeniería, Ciencia y Tecnología. Universidad del Rosario

¿Por qué constituye un problema la brecha de género en STEM?

La brecha de género en la ciencia representa un problema significativo por varias razones que impactan tanto en el plano ético como en el pragmático. La existencia de esta disparidad refleja una profunda desigualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, contradiciendo los principios básicos de igualdad y limitando la participación femenina en campos especialmente necesitados de diversidad, como son las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). La diversidad de género enriquece la investigación científica al traer consigo una variedad de perspectivas, experiencias y enfoques que son cruciales para la innovación y la resolución creativa de problemas. La falta de inclusión femenina no solo resulta en sesgos en la investigación y el desarrollo de tecnologías, sino que también impide el aprovechamiento del potencial completo de la sociedad al no utilizar las habilidades y talentos de toda su población.

Además, la escasez de mujeres en ciertos roles científicos perpetúa un ciclo de exclusión al faltar modelos a seguir para las generaciones más jóvenes, limitando así su interés y participación futura en estos campos. Desde una perspectiva socioeconómica, la equidad de género en la ciencia no solo favorece la justicia social, sino que también impulsa el crecimiento económico al promover un entorno laboral diverso y más innovador.

Impulsando una sociedad más justa a través de acciones afirmativas

Frente al problema históricamente normalizado, las acciones afirmativas son fundamentales para corregir esos errores. Estas son políticas diseñadas para fomentar la inclusión y asegurar la igualdad de oportunidades para grupos que han sido históricamente marginados o discriminados, como las mujeres en el campo de la ciencia y la tecnología. Estas medidas buscan abordar y corregir los desequilibrios existentes ofreciendo, por ejemplo, programas de reclutamiento específicos, becas dedicadas, y prácticas laborales que promueven la equidad. Al hacerlo, no solo se reconocen y tratan de compensar las desventajas históricas que estos grupos han enfrentado, sino que también se enriquece el ámbito científico con una diversidad de perspectivas y enfoques, esenciales para la innovación y la solución de problemas complejos.

Implementar acciones afirmativas contribuye a garantizar que la igualdad de oportunidades prevalezca, permitiendo que todos los individuos, sin importar su género u otras características, puedan acceder y progresar en campos tradicionalmente dominados por ciertos grupos. Esta inclusión no solo descubre y desarrolla talentos que de otro modo podrían permanecer ocultos, sino que también promueve una sociedad más justa y equitativa, donde el mérito y la capacidad determinan el acceso a la educación y el empleo, no las circunstancias del nacimiento o las características personales.

Además, la diversidad fomentada por las acciones afirmativas tiene un impacto económico positivo, impulsando la productividad y la creatividad al presentar soluciones y enfoques innovadores. Es clave, sin embargo, aplicar estas políticas de manera cuidadosa para evitar la creación de nuevas formas de discriminación y asegurar que realmente promuevan la igualdad de oportunidades. Esto implica un esfuerzo continuo para adaptar las acciones afirmativas a los contextos específicos y a los cambios en las dinámicas sociales, manteniendo siempre el objetivo de construir un entorno científico y tecnológico más inclusivo y equitativo.

Específicamente en las universidades, las acciones afirmativas son requeridas urgentemente. Al fomentar un entorno académico diverso, estas políticas no solo enriquecen la experiencia educativa al exponer a los estudiantes a una amplia gama de perspectivas, sino que también nivelan el campo de juego para aquellos que han enfrentado barreras debido a su raza, género, etnia o situación socioeconómica. La diversidad dentro de las aulas estimula el pensamiento crítico, la creatividad y la solución de problemas, desafiando suposiciones preexistentes y promoviendo la innovación en la investigación y la enseñanza. Además, la implementación de acciones afirmativas es un paso hacia la construcción de una sociedad más justa y equitativa, contribuyendo significativamente a la movilidad social y la reducción de las brechas económicas y sociales. Preparar a los futuros líderes y lideresas con una comprensión profunda de las complejidades de una sociedad global diversa es esencial para promover la tolerancia y el respeto mutuo. Las universidades, al reflejar y promover valores de equidad, inclusión y diversidad a través de estas políticas, no solo mejoran su entorno educativo, sino que también envían un mensaje poderoso sobre la importancia de estos valores en la sociedad.

Avanzando hacia la Equidad: Acciones Concretas contra las Brechas de Género en Colombia

Reconocer el problema de las brechas de género y su impacto negativo en el desarrollo de una sociedad justa para todas las personas constituye el primer paso esencial. Reconstruir el ecosistema para rectificar las acciones y actitudes que contradicen un espíritu de equidad, a través de medidas como las acciones afirmativas, representa una estrategia eficaz para superar estas injusticias.

En Colombia, aunque los casos de intolerancia, exclusión y desprecio hacia las mujeres son frecuentes, es crucial reconocer también el desarrollo de acciones significativas y robustas destinadas a erradicar estas injusticias.

Por ejemplo, el gobierno ha implementado el programa "Mujeres TIC para el cambio", coordinado por el Viceministerio de Transformación Digital del MinTIC y dirigido por Sidney Bernal, una destacada profesora y experta en tecnología educativa. Este programa tiene como objetivo fomentar el liderazgo femenino a través de procesos de formación gratuita enfocados en la productividad. Incluye el desarrollo de habilidades esenciales mediante cursos sobre herramientas empresariales básicas y creación de contenidos, con la finalidad de mejorar la empleabilidad, competitividad y capacidad emprendedora de las mujeres, contribuyendo de esta manera al avance de sus comunidades. Paralelamente, el concurso "Mujeres Jóvenes Talento" en Medellín destaca las variadas formas de participación y expresión de las mujeres jóvenes, de 14 a 28 años, tanto en zonas urbanas como rurales de la ciudad, que lideran iniciativas en áreas como ambientalismo, ciencia, cultura, arte, deporte, y los sectores social y político. Adicionalmente, es importante mencionar las convocatorias específicas en Ciencia y Tecnología para Mujeres realizadas por MinCiencias, orientadas a proyectos de investigación liderados por mujeres, como estrategia para incrementar su presencia en los campos científicos y tecnológicos.

La urgencia de implementar acciones afirmativas en las universidades

Las universidades presentan múltiples ejemplos de programas diseñados para disminuir las brechas de género, evidenciados en la implementación de acciones afirmativas a nivel institucional. Un caso destacado es el de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, donde la decana Verónica Botero, una académica y líder educativa que admiro profundamente, impulsa la estrategia de equidad de género y reconocimiento de las diversidades, que reconoce a las mujeres —estudiantes, egresadas, docentes, directivas, administrativas y personal de servicio— como piezas clave para el crecimiento y desarrollo de la institución. Destaca la importancia de visibilizar tanto sus contribuciones como los desafíos específicos que enfrentan dentro de la universidad.

Por otro lado, la Universidad del Rosario ha creado un entorno favorable para cerrar las brechas de injusticia, ejemplificado en la creación y aplicación del Protocolo de Violencias Basadas en Género y Discriminación, un documento que considero modelo y que guía a la institución hacia un entorno seguro y sin discriminación. Además, el centro Plurales, dirigido por la antropóloga Flora Rodríguez (a quien también admiro y considero una fuente de inspiración), se enfoca en promover el respeto por la diversidad, la equidad y la inclusión dentro de la comunidad universitaria. Al reconocer los logros y retos de la comunidad Rosarista, Plurales intenta visibilizar los avances, unificar esfuerzos y contribuir a la misión educativa de la universidad, promoviendo una cultura adaptada a los tiempos actuales. Plurales adopta un enfoque interseccional para abordar temas como la violencia y discriminación basada en género, orientación sexual, identidad de género, raza, etnia, discapacidad y clase social, entre otros, valorando la diversidad de su comunidad.

Finalmente, desde nuestra Escuela de Ingeniería, Ciencia y Tecnología, nos esforzamos por asegurar que las mujeres sean reconocidas y que se corrijan las injusticias históricas en su contra. Nos dedicamos a mantener este espacio académico como un lugar seguro, promoviendo el surgimiento y fortalecimiento de las capacidades sin barreras y fomentando el flujo de conocimiento a través del trabajo colaborativo. Esto incluye la promoción de figuras inspiradoras, la disponibilidad de becas con enfoque de género y una agenda de actividades semestrales para reforzar el empoderamiento positivo, entre otras iniciativas.

El camino devela grandes desafíos

El principal desafío de las acciones afirmativas en la reducción de brechas de género reside en desarrollar e implementar políticas que equilibren eficazmente la promoción de la equidad de género con los principios de mérito y competencia. Este equilibrio debe lograrse en un contexto donde las normas sociales y los estereotipos de género arraigados a menudo limitan las oportunidades para mujeres y niñas, especialmente en campos tradicionalmente dominados por hombres, como las STEM. La tarea implica no solo diseñar acciones afirmativas que sean efectivas y sostenibles, sino también garantizar que estas políticas sean percibidas como justas y legítimas, lo cual requiere esfuerzos significativos de sensibilización y educación para cambiar percepciones y actitudes que perpetúan la desigualdad.

Además, enfrentar la interseccionalidad de la discriminación y garantizar que las políticas se adapten a las necesidades específicas de los diversos grupos de mujeres presenta un reto complejo. Las acciones afirmativas deben diseñarse para abordar no solo el género, sino también cómo este se cruza con otras formas de discriminación, como raza, clase y orientación sexual. La resistencia institucional y social a estas políticas, junto con la necesidad de asegurar que tengan un impacto real y no solo simbólico, subraya la importancia de mecanismos de seguimiento y evaluación efectivos. Esto implica un compromiso continuo para ajustar las políticas basándose en la retroalimentación y los resultados, con el objetivo último de lograr una igualdad de género genuina y sostenible.