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La Mutisia y el nombre inmortal de Mutis

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En carta personal a Mutis sin fecha, Carlos Linneo le comunicaba que su padre, el gran botánico homónimo, había muerto el diez de enero de 1778. Años antes, en carta de 20-5-1774, Linneo padre le agradecía a Mutis sus cartas llenas de tesoros de plantas y aves: “Gratulor tibi nomen immortale, quod nulla aetas unquam delebit” [Te felicito por tu nombre inmortal, que ninguna época borrará]. Unos renglones más abajo, de la planta número 21, afirma:

Mutisiam dicam. Numquam vidi magis singularem plantam. Herba Clematidis; flos Syngenesiae[1] [La llamaré Mutisia. Nunca he visto planta más singular: la yerba es de clemátide; la flor, de singenesia].

 

Linneo padre hizo el homenaje epistolar, que su hijo dio a la imprenta en el Supplementum, página 57.


La mutisia es conocida en el mundo científico desde que apareció descrita, en 1781, en el Supplemetum plantarum, de Linneo hijo. Allí, luego de la descripción científica, pone el siguiente párrafo honorífico: In memoriam Josephi Cœlestini Mutis, Americes summi Botanici, qui Historiam plantarum, imprimis Palmarum, pulcherrimam parat & plurima nova huic Opusculo communicavit[2] [En recuerdo de José Celestino Mutis, el mejor botánico de América, quien redacta una bella Historia de las plantas, principalmente palmas, y ha comunicado muchas novedades a este opúsculo]. Se trata de un género de plantas exclusivo de Suramérica, de caracteres aparentemente ambiguos (lo que sorprendió a Linneo), conformado por unas sesenta especies, principalmente andinas. En Colombia, existen seis especies, caracterizadas por las hojas pinnadas (forma de aleta). Lo que se conoce con el nombre binominal científico de Mutisia clematis, en nombre vernáculo es “clavellino”[3].

 

La abreviatura L. fil. está por Linnaeus filius, Linneo hijo. Flora de la Real Expedición.

Por esta época, Mutis había hecho un descubrimiento trascendental, que no tenía mucho que ver con el clavellino: el árbol de la quina, en cercanías de Santafé, de cuya corteza se extraía un potente febrífugo. El hecho tuvo importantes consecuencias científicas y económicas, así como para la reputación de Mutis y punto culminante de su obra como botánico[4].


Desde 2020, el color de la mutisia es parte de la imagen institucional de la Universidad del Rosario.
[1] La carta íntegra, cuyo original existe en el Jardín Botánico de Madrid, está publicada en ALVIN Platform for digital collections and digitized cultural heritage.

[2] Linné, C. (1781). Supplementum plantarum systematis vegetabilium editionis decimae tertiae, Generum plantarum editionis sextae, et Specierum plantarum editionis secunda. Brunsvigae: Impensis Orphanotrophei.

[3] Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reyno de Granada (1783-1816). Tomo L. Madrid. Ediciones Cultura Hispánica.

[4] Pérez, Á. (1997). Mutis o la trampa de la Mutisia Clematis. Boletín Cultural y Bibliográfico, 34(46), 28-59. En el bello ensayo de Pérez, la mutisia es la naturaleza, que “había enredado a Mutis atrapándolo para siempre”.