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En las guardas de un libro tomístico: un borrador notarial

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No nos cansamos de repetir que los libros antiguos son fuente de toda clase de sorpresas. Puestos a investigar sobre las opiniones por la polémica entre filosofía escolástica y moderna, nos topamos con una nota manuscrita, más propia de nuestra colección documental. Se trata de una obra de fray Juan de Santo Tomás, De incarnatione [Sobre la encarnación. Madrid: Imprenta Real, 1656]

¿Probando la pluma?

También habíamos visto que las guardas de los libros eran espacio para calibrar la pluma, luego de tajarla. Unas planas sin mayor sentido son las pruebas de dicha práctica.

Esta es la transcripción del texto:

Antemi d[o]n Juan de montoya alcalde de lasuidad de Mari / quita siendo Presidente D[o]n Gil de cabrera y daualos y s[eño]r Ar / souispo D[o]n Ygnacio de Vruina aviendovisto lopresente

D[octo]r D[o]n Geronimo Escorcha

Ahora, presentamos la edición del texto:

Ante mí, don Juan de Montoya, alcalde de la ciudad de Mariquita, siendo presidente don Gil de Cabrera y Dávalos y señor arzobispo, don Ignacio de Urbina. Habiendo visto lo presente

Doctor don Jerónimo Escorcha.

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La ausencia de separación de palabras seguro refleja el habla real, libre de convenciones textuales.

Del primero de los mencionados, no se encuentra más información. Hay un Juan de la Peña Montoya, que efectivamente tuvo relación con la ciudad de Mariquita, pero no se indica que fuera alcalde. Además, vivió un siglo antes de los demás mencionados en la nota. Podría ser, sin embargo, un descendiente.

Gil de Cabrera y Dávalos, nacido en Lima en 1646, donde fue alcalde ordinario. Presidente de la Audiencia de Nueva Granada, en 1686. De dicho funcionario, existen en el Archivo Histórico documentos de varios asuntos: una consulta sobre una persona esclavizada involucrada en un homicidio, un acuerdo sobre las honras fúnebres de Carlos II, quien había muerto en Madrid, el 1 de noviembre de 1700, entre otros.

Ignacio de Urbina, por su parte, había nacido en Burgos (España) en 1632. Ingresado en la Orden de San Jerónimo, fue preconizado arzobispo de Santafé, donde se posesionó en 1690. No gozaba de buena salud, por lo que no pudo recorrer su diócesis, ni trasladarse a la Nueva España, a donde se le había promovido, en 1700. Falleció en Santafé, en 1703. En el Archivo Histórico, aparece mencionado en concesiones de beca y un pleito de privilegios con San Bartolomé.

Gerónimo Fernández de Escorcha figura como consiliario en unas informaciones de ingreso al Rosario, en 1690. Aparece mencionado en la historia del Seminario Mayor de Santa Rosa de Lima (Caracas), relación que estableceremos después.

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Iconografía de santo Tomás de Aquino, en un grabado de página entera. La frase es de san Mateo: “Ecce plus quam Salomon hic” [he aquí que este es más (sabio) que Salomón].

El párrafo que comentamos podría ser un borrador de la validación, espacio donde se nombra los testigos. El escribano firma, luego de la fórmula “Ante mí”. En el caso presente, sin embargo, es el alcalde. La “validación”, a su vez, es parte del “escatocolo”, parte final del documento, junto con la despedida y la datación[1].

 

[1] Carrillero, R. (1997). Paleografía y diplomática albacetenses: iniciación al conocimiento de los fondos documentales del Archivo Histórico Provincial de Albacete (siglos XIII al XVII). Instituto de Estudios Albacetenses Don Juan Manuel.