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Joaquín Urrutia y sus gestiones en la Corte, en 1784

firma-urrutia

Dos asuntos importaban al Rosario, finalizando el siglo XVIII: su estabilidad económica y el nombramiento de rectores. Un abogado rosarista estuvo encargado de dichos negocios: Joaquín Urrutia, cuya biografía empezamos a trazar.

El seis de diciembre de 1783, Joaquín Darechea [1] y Urrutia, “uno de sus mas cordatos [2] alumnos”, acusaba recibo de los poderes conferidos por el Colegio para representarlo ante las cortes de Madrid y Roma [AHUR, caja 92 ff. 573-4]. Los asuntos por tratar eran dos: la concesión de auxilio económico al Colegio y la dispensa de los curas para ejercer el rectorado de la institución.

Urrutia había sido colegial con beca de la ciudad de Remedios [3] , en 1769. Graduado bachiller en Cánones, en 1775 [4] ; se recibió de abogado de la Real Audiencia, en 1780 [5] . Fue nombrado catedrático de Filosofía, en virtud del Plan de estudios del fiscal Moreno y Escandón, en 1774. Al parecer, solo dictó un curso completo, pues en 1777 ya figura Eloy Valenzuela al frente de la cátedra.

Viajó a Madrid para participar en la oposición a las relatorías del Consejo de Indias. En 1789, solicitaba la plaza vacante de fiscal en la Audiencia de Charcas [6] . En 1794, actúa como apoderado de la ciudad de Santafé en el proceso de los pasquines sediciosos [7] . Este dato significa, ni más ni menos, que Urrutia perteneció al bando de los independentistas americanos, incluso relacionado con el Precursor Miranda [8] .

Aparte de su trabajo profesional, parece vinculado a los círculos culturales peninsulares, a juzgar por su suscripción al Diccionario de Alcedo [9] y a una traducción de la Iliada, por García Malo [10] . Su biografía es, como se ve, un trabajo por hacer: por un diario español, sabemos que murió en Madrid, “el año de 1804 ó principios de 1805” [11] .

Urrutia en curso de matematicas

Urrutia inició su curso con Matemáticas, enseñando “arismetica” desde el día de san Lucas (18 de octubre). AHUR, vol. 125: Libro primero de colegiales.

A continuación, transcribimos la primera parte de la carta de Urrutia al rector Alarcón [12] . Las partes referentes a fray Cristóbal de Torres y a la Biblioteca están publicadas en este blog [13] .

[Caja 92 f. 498r]              1784

Muy s[eñ]or mio. Con f[ec]ha de 25,, del anterior Agosto participé a v[uestra] m[erced]

mi llegada á esta Corte, ratificandole mi propension a su obsequio, y

mis vivos deseos á emprehender los asuntos de ese m[uy] y[lustre] Colegio.

A este fin hé empezado á hacer composicion de lugar [14] de los varios pun-

tos, q[u]e a su nombre se deben solicitar, los quales inseriré aqui porq[u]e

no se olvide, ó pierda la memoria q[u]e tengo hecha de ellos. Conosco, q[u]e

para agenciarlos todos, es necesario un teson constante p[o]r el amor

al Colegio: una mansion perenne en esta Corte, para aprobe-

char algunas intrigas; y preparar un gasto, q[u]e acaso p[o]r no examina-

do se creerá, a primera vista, no necessario, para la prosperidad del

Colegio. Quisiera verdaderam[en]te q[u]e nunca pudiese culparseme en lo

venidero de desatento al beneficio del Colegio, ni menos, q[u]e se me ca-

lumniase de malgastador. Por eso en la noche del dia 6,, de Diciem-

bre del año próx[im]o de 83,, escribi a v[uestra] m[erced] Io q[u]e en aquella angustia

me ocurrio, pidiendo la correspondiente instruccion, a q[u]e me debe-

ria arreglar en solicitud, y diligencia de los intereses del Colegio; y

v[uestra] m[erced] por la suya de 30,, de Enero de este año, me dice asi: ,,En este cor-

,,reo esperaba remitir a v[uestra] m[erced] los informes de la R[ea]l Aud[ienci]a y Virrey re-

,,lativos a la pretension de los 500,, ducados, q[u]e tiene pendiente este Co-

,,legio en el Cons[ej]o. Y aunq[u]e consegui el primero muy expresivo, y fa-

,,vorable, mas el de S[u] E[xcelencia] hasta la f[ech]a no se há evaquado. Instaré

,,hasta conseguirlo, ó desempeñarme de su inasequibilidad [15] , y entonces

,,escribiré a v[uestra] m[erced] en derechura a la Corte acompañando la instrucci-

,,on, q[u]e me pide, p[o]r dejar gustoso a v[uestra] m[erced], no obstante de q[u]e sabe mui

bi-

,,en las pretensiones, q[u]e nos son utiles, y el modo de intentarlas,,

,,Por lo respectivo a la de la pension, me parece mas conveniente, no

,,hacer narracion mui prolixa al Consejo, sino unicam[en]te arregla[da]

,,a los informes, para precaver algun decreto de emplasto. Basta q[u]e

,,d[ic]ho Supremo Tribunal quede enterado de ser el Colegio pobre, y de la

,,utilidad, q[u]e resulta al Publico de su subsistencia, para moverle a q[u]e

,,dispense la gracia, q[u]e se solicita.                    Para otros fines será mui

,,util, y gloriosa al Colegio la Historia, q[u]e v[uestra] m[erced] desea se forme desde

,,su fundación hasta lo presente; para Io qual remitiré las notici-

,,as q[u]e pudiere adquirir... ,,

Sin embargo de esto, yo q[u]e nada mas apetezco, sino acertar

con los medios de conseguir el fin, y obtenerlo con efecto, dudaré si-

empre de emprehender qualquiera instancia, si esta no se me

cronica-pobreza

La crónica pobreza del Colegio era el motivo para presentarse en la Corte, solicitando auxilio monetario: “Basta que dicho Supremo Tribunal quede enterado de ser el Colegio pobre, y de la utilidad, que resulta al público de su subsistencia”.

[Folio 498v]

instruyere particularm[en]te alumbrandome la intencion con las razones

de su d[e]r[ech]o, y documentos de su justificacion. Repito pues mi carta de 6,, de

Diciembre ultimo, q[u]e espero la pondrá v[uestra] m[erced] con esta en el Archivo, p[o]r

q[u]e se conserven estos documentos, q[u]e me indemnizen en Io venidero, si

se culpase mi procedim[ien]to, y porq[u]e s[iem]pre conste bajo mi puño mi modo

de pensar. Ojalá, q[u]e otras cartas, q[u]e escribí a v[uestra] m[erced] hallandome en Car-

tagena el año pas[ad]o de 1781, igualm[en]te se pusiesen en el Archivo, porq[u]e fue-

sen testimonio de mis ideas acia la prosperidad del Colegio, y por su

realidad de verdad.

Acabo de recivír el informe de la R[ea]l Aud[ienci]a sobre la solicitud de

los 500,, d[ucado]s y guiado de lo q[u]e v[uestra] m[erced] me avisa, hé solicitado el informe de

ese Arz[obis]po Virrey, y se me há respondido no haver llegado. Juzgo ne-

cessarissimo, q[u]e v[uestra] m[erced] oportune, et importune [16] procure q[u]e este Prelado Virrey [17]

haga sus informes acerca del Colegio, buenos, o malos, porq[u]e se echan

menos, y su falta atrasa la sequela. Al mismo tiempo deberá tratar-

se de q[u]e el mismo Virrey dé cuenta al Cons[ej]o de la Visita, q[u]e en virtud

de sus providencias há actuado el Oydor D[on] Juan Antonio Mon y

Velarde [18] , para q[u]e recahiga la R[ea]l aprobacion de esta reforma, y ella sir-

va de prueba probada de la miseria del Colegio: Pues con este docum[en]to

a la vista no es de esperar, q[u]e ese Prelado sea menos favorable, q[u]e lo

experimentado, porq[u]e incidira en las aguas de la contradiccion, sino

sigue los informes del visitador del Colegio, q[u]e convencen la necesidad

y pobreza extrema del Colegio. Si v[uestra] m[erced] me enviara una copia auten-

tica de d[ic]ha Visita, y de los informes del visitador al Virrey, yo pediría

de[re]cham[en]te al Cons[ej]o su aprobacion, porq[u]e creo importa mucho la R[ea]l con-

firmacion para el fin insinuado; y porq[u]e sin este requisito esencial

no tiene fuerza de pragmatica legal, sino de una providencia interina

cuya inobservancia no es transgresion de la R[ea]l Voluntad. Buena prue-

ba de ello es lo acaecido con la Visita del Oydor Arze el qual proce-

dio con comission dimanada immediatam[en]te [19] de la R[ea]l Persona, a quien

p[o]r la soberania, y p[o]r el Patronato del Colegio toca las reformas de seme-

jantes fundaciones, paraq[u]e sus reglamentos tengan plenarios efectos

con fuerza de privilegios rodados en favor de la mas sana interpre-

tacion de las ultimas voluntades, y de la utilidad publica. Con esto ten-

dria yo motivo de hacer traher a la vista los Autos de la fundacion del

Colegio, y aprobacion de sus Constituciones, para hacer ver p[o]r ellos al

Cons[ej]o la necesidad de justicia, en q[u]e se halla de dar pase a las pretensio-

nes a Roma, p[o]r ser punto decidido, y suplicado en d[ic]has Constituciones,

y p[o]r q[u]e estas fueron aprobadas en consequencia de un contrato de bene-

ficio de expediente.

De otra manera dudo mucho, q[u]e se conceda el permiso de

ocurrir á Roma a consultar la verdadera inteligencia del Triden-

tino en punto de ausencias temporales de los curas parrocos p[o]r la ur-

gente necesidad, y utilidad de q[u]e sean Rectores del Colegio, segun lo q[u]e

exige la Constit[ucion] 6,, del tit[ulo] 2,, de las de ese Colegio [20] . Porq[u]e yá esta rigorosam[en]te

en practica la providencia governativa, de q[u]e no se impetre indulto, ni

bula, ni dirija consulta á Roma, sino fuere p[o]r mano del Agente de

[Folio 499r]

este Negociado, q[u]e S[u] M[ajestad] há nombrado en esta Corte de Madrid, para

q[u]e encamine las pretensiones, despues de vistas, y examinadas en los

Consejos, p[o]r la via del Ministerio de Estado al Agente g[ene]ral de S[u] M[ajestad] en

Roma, y q[u]e p[o]r las mismas manos buelvan las concesiones, ó declara-

ciones Pontificias. Y como el punto de constante continua personal resi-

dencia de los parrocos en sus feligresados es de los q[u]e llaman de estricta

y vigorosa disciplina, entienden los ministros, q[u]e para nada mas tiene

arbitrio el Cons[ej]o q[u]e para expedir las providencias concernientes a la

rigorosa observancia de lo literal del Tridentino,por q[u]e este exhorta

a los Reyes, y Soberanos, lo favorescan, y sostengan: Propendiendo a lo

mas rigido, y seguro, para evitar las practicas, q[u]e se cohonesten, y pue-

dan ser principio de donde formar capciosos discursos en casos desigua-

les. Fortalecido de esta manera el dictamen de los Ministros, creen

q[u]e la mejor providencia, conq[u]e el Cons[ej]o puede auxiliar la verdadera

observancia del Tridentino, corno su mero egecutor, es negar re-

dondam[en]te el paso a las pretensiones, mirandolas, como impertinentes.

Y á esto se agrega la desestimacion en q[u]e se hallan los Colegios, y todo

Io concerniente a ellos, y otras muchas razones, q[u]e callo [21] .

Me parece sin duda q[u]e hoy concurriria á allanar estas difi-

cultades, y dicipar, confundiendolas algunas opiniones volantes sobre

los eventos de ese Reyno [22] , q[u]e tambien estorban al Colegio; y haria yo

grande merito, para conmover beneficam[en]te los animos de los Mi-

nistros, si pudiese hacerles ver, q[u]e se vanagloriaba el Colegio de te-

ner en su claustro una cathedra abierta de las Partidas, ó de D[e]r[ech]o

R[ea]l recopilado, y Publico: Porq[u]e esto suena hoy como el tañido mas

armonioso al Estado, y á esto se han dirigido algunos capitulos de

las Reformas de los Colegios mayores de Salamanca, y Alcala:

Y á esto se refiere el restablecim[ien]to de los R[eale]s Estudios de S[an] Isidro el

Real de esta Corte, y sus Academias: Y todo esto indican los nuevos

Planes de Estudios de toda la Europa. Con menos conocim[ien]to, q[u]e el q[u]e

hoy tengo, escribí a v[uestra] m[erced] desde Cartagena el año pas[ad]o de 1781, propo-

niendole con brevedad las razones, q[u]e me persuadian, era la oca-

sion mas oportuna de abrir una cathedra de Leyes de Partida;

cuya carta acaso la conservará v[uestra] m[erced] aun todavia, y me alegra-

ria de su existencia, porq[u]e v[uestra] m[erced] volviese á leer las razones, q[u]e por

entonces se me ofrecieron. Todavia hay t[iem]po de hacer la propues-

ta á ese Virrey, y pedirle, q[u]e dé cuenta a S[u] M[ajestad] p[ar]a su aprobacion.

No dude v[uestra] m[erced] del buen, ó mal exito, pues podra servir acaso de

invectiva novelera q[u]e llame toda la atencion favorablem[en]te

acia las pretensiones del Colegio; y en caso q[u]e no produzca es-

ta noveleria el deseado efecto, poco se aventura, y menos se

pierde; siendo p[o]r otra parte cierto, y buena politica, q[u]e es menes-

ter a los hombres cucarlos [23] con ademanes, y otros visages.

 

[Folio 499v]

17-octubre-1774

El 17 de octubre de 1774, notificaron a Urrutia del nombramiento de catedrático de Filosofía, en su propia casa.

A esto yo procuraría darle aqui todo el gran valor de la actu-

al estimacion, con poco trabajo, y seria una llave para mover cier-

tos puntos relativos a la universidad. Pues el Colegio tiene el inte-

rés de conservarse con sus cathedras, independiente de las de uni-

versidad, y debe procurarse cerrar todos los caminos, p[o]r donde lle-

ven a sus Colegiales diariam[en]te á la concurrencia de esta, como se

declaró p[o]r la R[ea]l Cedula de fundacion despues de acumulado el expe-

diente de la R[ea]l licencia a los Autos sobre Universidad con exclusion de

una, u otra, entre las Religiones de la Compañia de Jesus, y la de

S[an]to Domingo, y la adunacion [24] del Colegio con la existente Univer-

sidad de S[an]to Tomas, determinado aquel ruidoso, y envejecido pleyto [25] ,

cuyos autos pareceran a la vista.

 


 [1] Es llamativo este apellido Darechea (con una o dos erres), pues los apellidos que le correspondían eran Urrutia, paterno, y López, materno. En su solicitud de beca, firma Joachin de Urrutia y la portadilla del documento afirma: “nó aprobada por incompleta”. Sin embargo, el virrey Messía de la Zerda le confirió la beca “de los patrimoniales de la ciudad de los Remedios”, el trece de diciembre de 1769 [AHUR, caja 9 ff. 72-74]. Mientras estuvo en la Corte, usaba los apellidos Dareche y Urrutia.

[2] “Cordato. Del lat. Cordātus. adj. p. us. Juicioso, prudente”. RAE, DLE.

[3] Las becas que concedía el Rosario eran quince, repartidas entre todos los lugares del arzobispado. Remedios fue un lugar minero, en el nordeste de la Provincia de Antioquia.

[4] Filosofía, Derecho y Teología, según su relación de méritos. Archivo General de Indias, ESTADO, 76, N.17.

[5] Hernández, G. (1938). Crónica del muy ilustre Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé de Bogotá. Bogotá: Centro.

[6] Relación de méritos, citada.

[8] Es la opinión de Hernández de Alba, obra citada. Llama la atención que, en la bibliografía sobre Miranda, se le tuviera por peruano. Hernández, M. (2015). Francisco de Miranda y los jesuitas expulsos. Montalbán: Revista de Humanidades y Educación, 1(46), 311-21.

[10] García, I. (1788). La Iliada de Homero, traducida del griego en verso endecasílabo castellano . Madrid: Pantaleón Aznar.

[11] Diario de Madrid, 9-6-1822 .

[12] La carta íntegra fue publicada por Guillén, M. (2002). Gestiones del Colegio del Rosario ante la Corte española. La misión de don Joaquín Darrechea y Urrutia en Madrid, 1784. Boletín de Historia y Antigüedades, 89(817), 429-44. Hemos mejorado la lectura del texto en varios lugares.

[14] Hacer, o hacerse, alguien composición de lugar. Meditar todas las circunstancias de un negocio, y formar con este conocimiento el plan conducente a su más acertada dirección”. RAE, DLE.

[15] No aparece en la actual edición del Diccionario de la lengua española, pero sí en la de 1859: “Inasequibilidad. Imposibilidad de consecución”.

[16] Expresión latina, muy semejante a la de Timoteo II, 4.2: “prædica verbum, insta opportune, importune” [que prediques la palabra divina, que porfíes en tiempo y fuera de él]. Traducción del padre Isla, 1862. En inglés: “welcome or unwelcome”; Knox Translation, 2013: Westminster Diocese.

[17] Antonio Caballero y Góngora, arzobispo (1778-88) y virrey de Nueva Granada (1782-89).

[18] Juan Antonio Mon y Velarde (1747-90), bachiller en Leyes por la Universidad de Salamanca y en Cánones por la de Oviedo. 1781-85, oidor en Santafé, Nuevo Reino de Granada; visitador del Real Colegio del Rosario y director de las minas de sal de Zipaquirá. En 1785, visitador y gobernador interino para la provincia de Antioquia; promovido a Quito en 1788.

[19] ‘Comission’ e ‘immediatamente’ son formas que reflejan la ortografía latina.

[20] “Por cuanto puede ser que haya afuera del Colegio colegiales que lo hayan sido, a quien haya dotado Nuestro Señor de grandes prendas y serán de mucho provecho para el buen gobierno y aumento de este Colegio, queremos que puedan ser electos para rectores, como pueda ser dispensable de persona competente, que falte de sus ocupaciones, poniendo en ellas personas dignas, conforme al Real Patronazgo; esto es, con su beneplácito y colación, y no de otra manera, porque nuestro ánimo siempre será ajustarnos cuanto fuere posible con la voluntad de Su Majestad y de lo dispuesto por sus santas leyes. Mas, si la persona que fue colegial no tuviere oficio de asistencia precisa, lo podrán elegir como mejor les pareciere, siendo sujeto de las prendas ya dichas y dando las fianzas ya propuestas. Y atendemos en todo esto a las mayores honras de los colegiales, a las mayores seguridades de las haciendas, y a los mayores afectos de los colegiales en pretender el bien común y acrecentamientos del dicho Colegio, y quizás aumentar en él rentas para nuevos colegiales en la forma que diremos”. Torres, C. (1666). Constituciones del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Madrid: Juan Nogués.

[21] Interesante alusión a “la desestimación en que se hallan los colegios”, sin duda de corte político.

[22] ¿Alusión a la rebelión de los comuneros, en 1781?

[23] El Diccionario de americanismos define ‘cucar’ y ‘cuquear’ así: “Provocar, molestar a una persona o animal”. ASALE, 2010. En el mismo sentido, y más acorde con nuestro documento, el Diccionario histórico del español de Costa Rica: “Cucar. Azuzar, incitar, estimular. Voz desusada hoy”. RAE, 2021.

[24] “Adunar. Unir, juntar, congregar”. RAE, DLE.

[25] El pleito entre jesuitas y dominicos por el privilegio para conceder grados en Nueva Granada. Recuérdese que la fundación del Rosario no fue bien vista por las dos religiones y que los rosaristas debieron graduarse, durante la Colonia, en la Universidad Tomística.