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In satura nimis acer. Algo sobre la sátira

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A propósito de los luctuosos hechos de París, la página del diccionario Merriam Webster comenta ligeramente sobre la palabra sátira, en estos términos: "humor that shows the weaknesses or bad qualities of a person, government, society, etc.", "a way of using humor to show that someone or something is foolish, weak, bad, etc.". Es decir, la caricatura que pesca el lado flaco de las personas.
Sobre la etimología de la palabra, se alude a la denominación de un plato abundante, especie de salpicón. En fin, parece clara la idea de llenar o inflar. Tal es lo que hace un caricaturista con su víctima: exagerar un detalle, acentuar un rasgo.
¿Es la sátira una injuria?
Etimologías aparte, hallamos en estos días, leyendo un comentarista de Justiniano, el siguiente párrafo:

Vinnius
Vinnius, In quatuor libros (...) commentarius, etc. IV 4. El segundo comentarista es Heinecio (Johann G. Heinecke, 1681-1741).

Se discute las clases de injuria, que son principalmente dos: real o verbal (re, verbis). Esta última puede ser de dos maneras: oral o escrita. Hasta aquí el primer comentarista. Luego uno complementa que también puede hacerse injuria con un dibujo, y que de ello hay muchas muestras graciosas. En todo caso, le parece que corresponde a las injurias reales.
Como no hemos pasado por las aulas de Derecho, no nos metemos en esas honduras. Entendemos, por supuesto, que el punto es legal y que en su definición, si la hubiere, radica la paz pública.