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Luis Robles: un rosarista en la historia

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La pluma y la espada.

El congreso de 1876 vio destacarse a un joven “oscuro de nombre y de raza” en la arena parlamentaria, como entonces se decía. La capacidad del joven Luis Antonio Robles era tal que José M. Samper mismo declaraba que “el partido radical ha encontrado su orador”.


Colombianos ilustres, tomo I, por Rafael Mesa Ortiz. Bogotá: Imprenta de La República, 1916 (AHUR E21NO52).

Nació en Camarones, Magdalena (hoy Guajira), un 24 de octubre de 1849. Cursó la educación básica en Riohacha y Cartagena, para venir a terminarla en el Rosario, el 12 de abril de 1872. Al año siguiente principia ya su vida pública en la Dirección de Instrucción Pública del Magdalena. El año de 76 lo empleó no solo en la oratoria parlamentaria: sirvió a su partido como jefe del Ejército de su región y como veterano de la acción de Garrapata. Como soldado, dio muestras de valor que lo llevaron al colmo de la sublevación. En el sitio de Piaurichón, como su jefe le diera la orden de retirarse, respondió Robles: “Para retirarnos, es preciso vencer”. Cargó y venció, en efecto.

Luego presidente del Magdalena, tuvo que dejar el poder al embate revolucionario. Tras el golpe, se retira a la vida privada; de la cual le sacan nombrándolo comisario de La Guajira. Allí ejerció hasta el triunfo de los regeneradores. Vuelve a su vida privada y a su ejercicio profesional, en compañía de Gil Colunje. Retorna asimismo a la acción política en las cámaras, censurando implacablemente el ejercicio de la Regeneración. Aclaró una vez: “El sigilo es un personaje vergonzante: la única majestad es la majestad del Derecho”, cuando el Gobierno invocara una supuesta majestad del sigilo. Fue a dar a prisión, junto con otros dirigentes del liberalismo.


La Colombia en que vivió Robles. Atlas elemental de geografía para el uso de las escuelas y familias. Dirigido por J. Triana. París: Donnamette & Hattu, 1875 (AHUR E36N109).

Su fama se extendía allende las fronteras, como lo prueba el ofrecimiento de la rectoría de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nicaragua. Mientras, fue cofundador, rector y profesor, en la Universidad Republicana (semilla de la Universidad Libre), de Derecho civil, Mercantil y Legislación. Marchó al fin a Nicaragua buscando, al parecer, simpatías para la causa de su partido. Vuelve a la patria, donde los hombres de su partido fraguan otra revolución. Pero Robles no está para esos trotes; actitud prudente que muchos interpretaron como claudicación. Continúa sirviendo sus cátedras y publica un Código de Comercio anotado.

Poco tiempo antes que estallara la última y más dilatada de las revoluciones nacionales, una cistitis fulminante privó al país de este interesante hombre público, el 22 de septiembre de 1899.


Robles solicitó el pase para presentar informaciones un 6 de abril de 1870. Convocada al efecto, la comunidad dio voto favorable y así lo informa el secretario Juan Manuel Rudas, el 27 del mismo mes [AHUR caja 114 f. 29].

Memoria de Robles.

La Editorial institucional publicó en 2010, a manera de homenaje, su Introducción a la filosofía de la moral y las ciencias políticas, más un comentario moderno. El texto resultó de los apuntes de un cuaderno, tomados de las conferencias del Programa de Legislación y debidos a la diligencia de algún alumno. Arduo trabajo editorial que divulga una obra guardada por más de un siglo.


Placa conmemorativa en el Claustro, con inesperado fondo.

En 2015, el presidente Santos devolvió a Riohacha los restos de su hijo ilustre.

En los papeles del Archivo.


Firma de Robles en su matrícula de 1869 [AHUR v.186].

Luis Robles estudió aquí entre los años 1868 y 71. Solicitó el pase para presentar informaciones un 6 de abril de 1870. Convocada al efecto, la comunidad dio voto favorable y así lo informa el secretario Juan Manuel Rudas, el 27 del mismo mes. Presentó por testigos a José Morales y a Luis Montalvo. Es decir, cursó media carrera con beca.

Oyó, en 1868, las cátedras de Derecho civil y Comercial patrio, Legislación civil y Penal. Su acudiente era, entonces, el señor Nicanor González.  El año siguiente, los cursos de Economía política, Legislación, Procedimientos judiciales y Código civil; se declara, en adelante, “a cargo de sí mismo”. El tercero, Derecho civil y Romano, Derecho español, Civil cundinamarqués y de Gentes, Procedimientos judiciales. El último año, Lógica, Legislación civil y Penal, Economía política, Ciencia y Derecho constitucional, Organización y Pruebas judiciales.

Un visionario. El Museo de la Universidad del Rosario ofrece una experiencia interactiva con Luis Robles, uno de los personajes de su exposición Visionarios en el tiempo: emprendimientos que trascienden [enlace aquí].