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Alarcón y Castro: méritos y circunstancias de un rosarista colonial

portada
La noticia de la restauración del retrato de Agustín Manuel de Alarcón y Castro nos hace repasar lo que sabemos de él.

 

En el Colegio del Rosario.

 

Por la herramienta Winisis, sabemos que presentó Información el nueve de julio de 1752 y que recibió el título de colegial formal el dieciocho de agosto. Un hermano suyo, Joaquín Carlos, había surtido el trámite, el diecinueve de mayo de 1748. Ambos fueron naturales de Tunja, hijos de Juan Agustín de Alarcón y Camacho, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz), y de Manuela de Castro y Solórzano, tunjana, pero hija a su vez de gallego.

 

Por su Relacion de los méritos y circunstancias[1] [AHUR caja 8 ff.41-44], consta que obtuvo los grados de bachiller y maestro en Filosofía; doctor en Teología y en Cánones[2] (1762); nombrado “Maestro de Moral en las controversias que hay en esta Facultad los dias feriados”.

 

Sabemos asimismo que ganó por oposición la cátedra de Filosofía, en 1758; luego la de Teología moral, en 1761, y, por la reforma de estudios del virrey Guirior, nombrado catedrático de Instituta. En el Colegio tuvo además los siguientes empleos: consiliario, maestro de ceremonias, vicerrector y rector en dos periodos (1780-82; 1783-90).

 

Solicitud típica de la beca del Rosario. Nótese que en la
Relacion de los méritos y circunstancias ponen Camacho, en vez de Castro.

 

Alarcón catedrático.

 

En el Archivo Histórico, se conservan dos cartillas suyas, manuscritas, como catedrático que fue del Colegio del Rosario. Una de ellas, muy usada en impresos por su vistosa portada, es Tractatus de dialectica seu logica parva in tres diviss. libros iuxta miram Angelici nostri Doctoris doctrinam et Aristotelis preacepta elaboratus [E04N066: Tratado, en tres libros, de dialéctica o lógica menor, conforme con la doctrina admirable del Doctor Angélico y elaborado bajo los preceptos de Aristóteles]; la otra es conocida como Apuntes de Filosofía [E04N063].

 

Alarcón eclesiástico.

 

En la Iglesia, obtuvo los beneficios de los curatos de Setaquirá (1763); luego de Sora (1765), Soracá y Tunja (1768), siendo al mismo tiempo comisario de Inquisición y Cruzada, y vicario juez eclesiástico de aquel partido; visitador de varias parroquias y examinador sinodal de aquel arzobispado.

 

Obtuvo también media ración y la canonjía penitenciaria de la Iglesia Metropolitana y el título de juez general de diezmos. Fue designado para pronunciar la oración fúnebre por la muerte de Carlos III y ejerció de comisario metropolitano de la Suprema Inquisición, por título de 1789[3].

 

La cartilla del primer curso de Filosofía del Dr. Alarcón.

 

La Relacion de los méritos y circunstancias.

 

Por la novedad del documento, especie de hoja de vida de la época, compartimos la primera Relación que conocemos del Dr. Alarcón, existente en nuestro Archivo.
 
 

 

 

 

[1] Se conocen tres Relaciones: 1772, 1789 y 1793. La última fue mecanografiada por Hernández de Alba y existe en la Biblioteca Luis Ángel Arango; la penúltima apenas es una cita de la última.
[2] En la Relación de 1793, la lista es así: maestro en Filosofía, maestro y doctor en Teología, bachiller, licenciado y doctor en Cánones.
[3] Nótese que en la Relación de 1772 ya figuraba el empleo de comisario de la Inquisición.