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Las cenizas y el sentido: ecos de Propercio

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Quevedo y Borges.

Tratando de explicarse el hecho de que Quevedo no haya alcanzado la gloria, Borges avanza las siguientes hipótesis: su obra no tiene aristas sentimentales que explotar, su biografía no presenta anécdotas patéticas o que se presten a la hipérbole. Además, Quevedo no creó un personaje paradigmático que se haya ganado un lugar en la imaginación de los hombres (un Lazarillo, digamos). No solo no lo logró, sino que su imagen tiende a ser caricaturesca.
Para Borges, la obra de Quevedo, así en prosa como en verso, es artificial: ni en aquella hay gran ideología, ni en este se encuentran pruebas de una pasión. Quevedo es un puro artista de la palabra. Para decirlo con la frase final del ensayo borgiano: Francisco de Quevedo es menos un hombre que una dilatada y compleja literatura.
Pero lo que queríamos tratar aquí era la faceta de Quevedo como imitador de los clásicos. Allí, en el ensayo de Borges, se enlaza el famoso endecasílabo “polvo serán, mas polvo enamorado” (Musa IV, 31), con el pentámetro de Propercio “ut meus oblito puluis amore uacet” (Elegías I, 19).

Quevedo en 1618, por Francisco Pacheco, luego de recibir la orden de Santiago.
Quevedo en 1618, por Francisco Pacheco, luego de recibir la orden de Santiago.

 

Traductores de Propercio.

Como el verso citado entraña cierta dificultad para las versiones, vamos a ver algunas.
M. A. Caro se sirvió de la misma estrofa que Dante, por lo cual hay que copiarla entera:
 
No es tan frágil mi amor que en el instante
que yo muera se apague: mi ceniza
verás bullir y palpitar amante.
Lo cual corresponde al dístico "non adeo leviter nostris puer haesit ocellis, / ut meus oblito pulvis amore vacet". En lengua inglesa, tenemos la edición de Loeb Classical Library, por G. P. Goold: "Cupid has not so lightly settled on my eyes that my dust could forget and lose my love for you". En francés poseemos la colección dirigida por Nisard, donde se lee: "Les feux de l’enfant ailé brùlent  mes yeux de trop  vives flammes pour qu’avec ton souvenir ils ne passent point  dans mes cendres".
La aludida dificultad reside en la frase amore oblito. En latín, hay verbos que tienen forma pasiva pero sentido activo. Tal el caso de obliuiscor – oblitus sum. Así que Propercio  se refiere, más o menos, a un amor que olvida: un amor ingrato. Fíjense que las traducciones inglesa y francesa dan rodeos, mientras que el “amor frágil” de Caro reproduce en algo el original, si bien una estrofa de tres versos debe amplificar lo contenido en una de dos.

Propercio y cintia en Tívoli, por Vinchon.
Propercio y Cintia en Tívoli, por Vinchon, 1827.

Mas creemos que la elegía de Propercio ayuda a entender otro verso del bello soneto de Quevedo. Cuando este dice “serán ceniza, mas tendrá sentido”, cualquier hispanohablante se queda un poco perplejo. Yendo a la elegía, verso 19, encontramos “quae tu viva mea possis sentire favilla!”. Allí le encarece a su Cintia que, mientras viva, guarde algún sentimiento por sus cenizas. Así, aunque a la inversa, entendemos que las cenizas sientan, que conserven el uso de sus sentidos.
Veamos, de nuevo, las estrofas íntegras en Propercio y en Caro:
quae tu viva mea possis sentire favilla! tum mihi non ullo mors sit amara loco. (19-20)
Si tú hubieras así de amar la mía
qué agradable viniérame la muerte
en cualquier lecho, y en cualquiera día!                 
 
No intentamos aquí una comparación exhaustiva de Propercio y Quevedo, habiendo quienes han tratado la cuestión seriamente. Es nada más un abrebocas y una invitación.

La flos poetarum comprende a Catulo, Lucrecio, Tibulo, Propercio, Pseudo Galo, Ovidio, Horacio, Virgilio y Lucano.
La flos poetarum comprende a Catulo, Lucrecio, Tibulo, Propercio, Seudogalo, Ovidio, Horacio, Virgilio y Lucano.