Pasar al contenido principal

Los Jardines Colgantes de Babilonia, ¿en Nínive?

portada

Por Alberto José Campillo Pardo

(...) los Jardines Colgantes no pertenecían a Babilonia sino a Nínive, y que fueron construidos bajo el reinado de Senaquerib, hijo del emperador asirio Sargón II, alrededor del 700 a. C.

La historia recuerda algunos de los monumentos más imponentes de la Antigüedad clásica como las “Siete Maravillas del Mundo Antiguo”, ya fuese debido a su tamaño, belleza o importancia. Este listado llega a nosotros por una tradición helenística (s. II y I a. C.), donde se buscaba ilustrar a los viajeros griegos sobre los sitios del mundo conocido que debían visitar. De estos listados el más conocido es el de Filón de Bizancio, que compila siete lugares alrededor del Mediterráneo.

Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo (http://1.bp.blogspot.com/)
Las Siete Maravillas del Mundo Antiguo (http://1.bp.blogspot.com/).

De estos siete lugares enunciados por Filón de Bizancio, hay uno que llama especialmente la atención, pues no ha podido ser ubicado con certeza por los historiadores modernos: los Jardines Colgantes de Babilonia. Ello los ha cubierto con un hálito de misterio y leyenda, llegando hasta el punto de que algunos autores niegan su existencia. Sin embargo, investigaciones recientes de especialistas de la Universidad de Oxford han dado nuevas luces sobre el posible emplazamiento de los jardines, pero no en Babilonia, sino en la más septentrional Nínive, que era conocida como la “Antigua Babilonia”1, tal y como se verá a continuación.

Los Jardines Colgantes de Babilonia (http://www.telegraph.co.uk/)
Los Jardines Colgantes de Babilonia (http://www.telegraph.co.uk/).

Las primeras referencias a los Jardines Colgantes de Babilonia las tenemos en cinco fuentes clásicas, las cuales los nombran de forma sucinta y vaga, dejando abiertos muchos interrogantes. Brevemente, las fuentes clásicas son las siguientes: en primer lugar está Josefo2, quien nombra los Jardines citando al sacerdote de Babilonia, Beroso el Caldeo, en su descripción del reinado de Nabucodonosor II; en segundo lugar, el ya citado listado de las Siete Maravillas del Mundo, de Filón de Bizancio; en tercer lugar, la descripción más detallada hecha por Diodoro Sículo3, al parecer basándose en la Historia de Alejandro, de Clitarco de Alejandría; en cuarto lugar, la referencia a los jardines que hace Estrabón en su Geografía4; y en quinto lugar, el pasaje de Quinto Curcio Rufo5, en su Historia de Alejandro el Grande, basado también en el texto de Clitarco6.

El estudio de estas pocas fuentes clásicas, especialmente de Josefo, y la carencia de otros documentos que hablen de los Jardines, han llevado a los historiadores a atribuirle su construcción al rey Nabucodonosor II, soberano de Babilonia entre el 605 y el 562 a. C. A pesar de esto, las numerosas excavaciones arqueológicas hechas en el emplazamiento de Babilonia (actual Irak) no han mostrado ninguna evidencia de la existencia de estos jardines, poniendo en tela de juicio las afirmaciones de los clásicos.

Ruinas de Babilonia en la actualidad (http://arquehistoria.com)
Ruinas de Babilonia en la actualidad (http://arquehistoria.com).

Lo anterior se ve reforzado por las últimas evidencias sacadas a luz por la investigadora de Oxford Stephanie Dalley, quien ha dedicado sus esfuerzos a probar esta hipótesis y ha publicado varios artículos al respecto. Dalley, descifrando un documento cuneiforme, de la colección del Museo Británico, ha descubierto evidencia de que los Jardines Colgantes no pertenecían a Babilonia ,sino a Nínive, y que fueron construidos bajo el reinado de Senaquerib, hijo del emperador asirio Sargón II, alrededor del 700 a. C. El texto, descifrado por Dalley, describe la vida de Senaquerib, quien vivió 100 años antes de Nabucodonosor, y describe el palacio del monarca junto con un jardín que construyó y que es tratado como una “maravilla para todos los pueblos”. Esta información se corrobora por un bajorrelieve hallado en Nínive, y que también existe en el Museo Británico, el cual muestra el palacio de Senaquerib con un gran jardín de árboles colgando en el aire sobre terrazas y plantas suspendidas sobre arcos.

Ruinas de Nínive (http:// churrasconmerinas.blogspot.com)
Ruinas de Nínive (http:// churrasconmerinas.blogspot.com).

El hecho de que esta información se hubiese ignorado por tanto tiempo, se debía a la gran distancia existente entre Nínive y Babilonia. Sin embargo, Dalley ha encontrado pruebas de que el Imperio asirio conquistó a Babilonia, de manera que Nínive pasó a ser conocida como la Antigua Babilonia y Babilonia, la nueva capital del Imperio, como la Nueva Babilonia, lo cual pudo generar la confusión entre los nombres7.

Asimismo, la investigación ha mostrado que los jardines de Senaquerib constaban de una serie de terrazas escalonadas en forma de anfiteatro, con un lago en su base, y como lo muestra una inscripción hallada por Dalley, para su irrigación el emperador habría usado el mismo principio que el “tornillo de Arquímedes”, máquina que, mediante un molino o alguna otra fuerza mecánica, sirve para elevar el agua y llevarla a lugares por encima de la fuente original. De esta manera era posible llevar el agua del lago, en la base de los jardines, hasta el punto más alto, garantizando su supervivencia. Esta evidencia se ve soportada por las fotografías aéreas, recientemente desclasificadas, de satélites estadounidenses que muestran una estructura con estas características, de 100 metros de largo y 20 de ancho, que habría requerido de unos 300 000 litros de agua al día para su funcionamiento.

Emplazamiento donde la doctora Dalley piensa que se encuentran los Jardines. (http://www.telegraph.co.uk/)
Emplazamiento donde la doctora Dalley piensa que se encuentran los Jardines (http://www.telegraph.co.uk/).

Sin embargo, la inestabilidad política de la zona, debido a los conflictos religiosos, dificulta que las excavaciones arqueológicas en este enclave se lleven a cabo. Tal como lo dijo la propia Dalley a The Telegraph: “Ahora es necesaria más investigación en el sitio, pero tristemente no creo que eso sea posible en lo que me queda de vida”. Por ahora la hipótesis sigue inconclusa hasta que la arqueología la compruebe y se pueda afirmar con total certeza que se han encontrado los legendarios Jardines Colgantes de Babilonia.

Bibliografía:

1 Dalley, Stephanie. “Ancient Mesopotamian Gardens and the Identification of the Hanging Gardens of Babylon Resolved”. Garden History, Vol. 21, No. 1 (Summer, 1993), pp. 1-13.
2 Joseph. contr. Appion. lib. 1. c. 19
3 Diodorus Siculus II.10-1-10
4 Strabo, “Geography” XVI.1.5
5 Quintus Curtus Rufus. “History of Alexander” V.1.35-5
6 Polinger Foster, Karen. “The Hanging Gardens of Nineveh”. Iraq, Vol. 66, Nineveh. Papers of the 49th Rencontre Assyriologique Internationale, Part One (2004), pp. 207-220.