Revista Nova et Vetera

Ciudad de México, población 21.5 millones y en aumento. Acá los pajaritos no cantan, tosen por las mañanas en una urbe de tránsito denso con habitantes apurados, siempre con prisas...

Detener el mundo y darse unos minutos puede antojarse inalcanzable, pero una buena pipa y la mezcla de tabaco adecuada bastan para construir un oasis personal.

Soy fumador en pipa desde 1993 y a lo largo de los años he sido testigo del desarrollo de la afición en mi país. La comunidad de practicantes se inicia de manera formal en el año 2000 con la formación de su primer club, el Círculo de la Pipa México, AC, una entidad que alcanzó reconocimiento internacional con registro en el CIPC (organización mundial que representa a todos los pipafumadores), lamentablemente ya no ejerce desde el 2015, sin embargo, fue la punta de lanza para la variedad de opciones que ahora tenemos. Gracias a las redes sociales gozamos hoy en día de espacios tanto físicos como virtuales para reunirnos, la convocatoria es amplia, pero no todo es alegría en mi país; a pesar de ser productor de tabaco, no existe un buen mercado para la comercialización de mezclas para pipa de buena calidad, así que debe conseguirse de importación.

Los principiantes tienen un poco complicado su inicio, primero porque la oferta de pipas y tabacos en las zonas urbanas no está especializada, no existe una cultura de la pipa, los elementos indispensables de alcance inmediato no siempre cumplen las normas que todo buen fumador busca y las cosas deliciosas parecen ausentes. Panorama desalentador que una vez superado se convierte en toda una aventura.

En la tierra del chocolate y el chile prevalecen los contrastes: Cazar pipas cotizadas por grandes coleccionistas, es fácil en los mercados de pulgas por unas cuantas monedas; algunas veces la suerte acompaña y se encuentran ¡nuevas! La clientela que se generó por pipas usadas llegó a tener tal auge, que contamos con fumadores serios entre nuestras filas que jamás han encendido una nueva. La diferencia de costos es impresionante; buenas utilidades para los “coyoteros” y no faltó alguno de moral relajada dispuesto al fraude, vivales oportunistas con restauraciones poco profesionales y aún más... falsificaciones intencionadas.

 

En México contamos con artesanos que compiten con los trabajos internacionales dispuestos a elaborar modelos bajo encargo y una fábrica de pipas desde finales de los 60’s que ofrece piezas en  brezo español y mezclas con tabaco principalmente nayarita. Las opiniones son diversas, y son motivo de grandes debates.

La práctica de fumar en México, al igual que otros países, ha tenido cambios a favor de los no fumadores. En un principio se podía tirar humo en hospitales, bibliotecas, cines... en todos lados; no existían restricciones, hoy en día la mayoría de los lugares públicos prohíben quemar tabaco ya sea en cigarrillo, puro o pipa. Algún restaurante dispone áreas a favor, pero son pocos. Los parques, playas y espacios abiertos al aire libre preparados para recibir niños, empiezan a restringir el uso del tabaco. Las nuevas plazas comerciales promueven, dentro de sus instalaciones, la visita de mascotas y hasta el tránsito en bicicletas, pero se han asegurado de excluir a los fumadores. Muchos estancos fueron impactados, cerraron y el precio del tabaco subió en ese periodo poco más de 475% aunque por extraño que parezca, la producción de mezclas y la llegada de nuevos blenders al medio, se ha convertido en la más prolífica de todos los tiempos. Tal es su vastedad que no existe o por lo menos, yo no he conocido, aficionado al hobbie que hubiese probado todas las mixturas hechas para su disfrute. Impresionante en verdad.

Estamos por celebrar el día asignado al fumador de pipa, fecha que algunos han dado en llamar “El día Mundial de la Pipa”  Este 20 de febrero se encenderán pipas por todo el globo terráqueo para conmemorar por onceava ocasión lo propuesta que inició en 2008 el “Smokers Forum” con el apoyo del Comité Internacional de Pipaclubs.

La pipa como artilugio básico en la civilización del hombre, ha pasado por muchas etapas, pero en nuestra temporalidad mestiza, se ha convertido en elemento de lujo para unos, mientras otros retoman su uso como promotora de los placeres sencillos, sobre todo en solitario, aunque ese romántico estilo vintage aunado a la caballerosidad no siempre prevalece en los fumadores de mi país, tal vez por carecer de la cultura implícita pese haber sido como imperio, proveedores para El Nuevo Mundo de la planta que nos ocupa en aquel famoso 1492.